¿Qué soy: un izquierdista liberal o un liberal de izquierda?
Voy a utilizar el famoso gráfico de Nolan para explicar mi posición.
Soy partidario de la libertad individual, no me gustan nada los rebaños, soy un individualista radical, lo que me ubica en la parte izquierda del gráfico.
Y creo en la libertad económica como la mejor forma de reasignar los recursos; pero para ser libres necesitamos reglas que cumplamos todos; y la libertad económica plena deja a muchos de los menos capaces fuera del sistema, lo que fomenta una desigualdad obscena que acaba frenando lo mejor de la libertad económica, que es la más eficiente asignación de los recursos. Soy esencialmente solidario, y creo que los servicios de salud deben estar al alcance de todos: no soporto la idea de que alguien pueda estar desasistido en sus problemas de salud desde que nace hasta que muere. También creo que la educación debe ser accesible para todos, por lo que debe haber un buen sistema público de educación y una política de becas eficiente que logre que ningún talento se quede sin desarrollar por limitaciones económicas. Todo eso me ubica en la parte media del cuadro de Nolan en la dimensión vertical.
Está muy claro lo que no soy: ni totalitario de izquierdas ni de derechas; el comunismo y el fascismo me repugnan. Tampoco soy neoliberal ni tengo nada que ver con el “tea party”; ¡no me gustan nada! Pero que haya tendencias de pensamiento político que no me gusten no me separa ni un milímetro de mi sentir profundamente democrático. Me encanta la frase de Gregorio Marañón: “Ser liberal es, precisamente, estas dos cosas: primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios”. Por eso me escandalizo tanto de hasta dónde hemos llegado en este siglo XXI en esta supuesta defensa de la libertad que implica saltarse todos los códigos éticos y las más elementales normas del derecho.
Pero, ¿qué soy?: ¿un izquierdista liberal o un liberal de izquierda? Pues no lo sé muy bien. También me encanta la frase de Indalecio Prieto: “Soy socialista a fuer de liberal”. Prieto fue redactor y propietario del diario bilbaíno El Liberal, y militaba en el PSOE; junto con Fernando de los Ríos integraba el sector más moderado partidario de “la libertad para ser libres”. Los primeros socialistas fueron liberales radicales. Y los inventores del estado moderno y sus límites a la libertad económica fueron también liberales. No está muy de moda serlo, pero al final creo que soy un típico socialdemócrata. ¿El último que queda?
Comentarios recientes