El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

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LAS EMPRESAS EN DIFICULTADES SE VAN A PODER FINANCIAR CON LAS RETENCIONES DEL IRPF PRACTICADAS A SUS EMPLEADOS CUYA LIQUIDACIÓN LES PUEDEN APLAZAR SI LO SOLICITAN Y PRESENTAN UN AVAL

En este momento de dramática falta de liquidez para casi todo el mundo, el deporte nacional se ha convertido en sentarse encima de los euros que uno tiene bajo control, por si acaso, y silbar con la mirada perdida en el horizonte. Se trata de no hacer frente a los pagos, sean cuales sean estos, siempre que ese hecho no tenga consecuencias inmediatas graves para quien lo practica. Aquí no paga nada nadie. La cosa es que cómo nadie paga, la reacción lógica es sumarse al sentir general y no pagar tampoco, dado que no te van a pagar.

El síndrome se ha contagiado hasta Hacienda que está pensando en autorizar a las empresas no ya a no pagar sus impuestos a tiempo sino a quedarse con las retenciones del IRPF que habían practicado a sus empleados. Dicen que la medida está dirigida sólo a las firmas viables con problemas de liquidez pero que no tengan problemas de solvencia.

La Ley Tributaria es muy estricta con el pago puntual de impuestos, – «no podrán aplazarse o fraccionarse las deudas correspondientes a obligaciones tributarias que deban cumplir el retenedor o el obligado a realizar ingresos a cuenta»- aunque en circunstancias excepcionales permite el aplazamiento. La excepción es que el ingreso «pudiera afectar sustancialmente el mantenimiento de la capacidad productiva y del nivel de empleo» de las empresas y el límite es que «pudiera producir quebrantos para los intereses de la Hacienda Pública».

Hasta ahora, en algunos casos así, de falta de liquidez y no de solvencia, se venía concediendo el aplazamiento del pago del IVA o del impuesto de sociedades. Ahora, para aliviar la tesorería de algunas empresas, la Agencia Tributaria ha dado instrucciones a sus delegaciones territoriales para que sean flexibles y atiendan las peticiones de empresas de aplazar el ingreso de las retenciones que practican en las nóminas de sus trabajadores.

Si se trata de aliviar la liquidez parecería razonable aplazar pagos, pero no aplazar la liquidación de las retenciones practicadas a terceros. Por cierto que los terceros también tienen problemas de liquidez y ven que en vez de aplazarles los pagos a ellos, que sería también razonable, lo que se hace es que con sus retenciones sin liquidar se financia la empresa que les contrata. La empresa descuenta ese dinero a cada empleado de su nómina, como pago a cuenta del IRPF que él liquida al año siguiente; es un dinero del trabajador. La empresa es un mero intermediario de la Hacienda Pública. Lo que ahora se está pensando es que la empresa pueda quedarse con el dinero de los trabajadores que ella ha retenido por cuenta del Estado.

La Agencia Tributaria dice que lo que ahora propone es parecido a lo que ocurre con el aplazamiento de las liquidaciones del IVA pues las a las que se les aplaza el pago se quedan durante el tiempo del aplazamiento con el 16% que ha pagado el consumidor final.  No es lo mismo, en éste caso la empresa recauda por cuenta del estado del cliente, en el otro del trabajador.

FÓRMULAS ANTI CRISIS MADE IN SPAIN

The Wall Street Journal publica un análisis sobre el papel de control y regulación del Banco de España titulado: España proporciona un modelo en el esfuerzo por salvar bancos. Dice que la banca española es «un modelo para los que deben diseñar la política global en busca de ideas frescas para evitar una repetición de la debacle». Añade el artículo: «hablamos sobre la regulación del Banco de España en marcha, la iniciativa para desanimar a los bancos a invertir en activos tóxicos”. Las medidas del Banco de España, aunque pueden entrañar cierta pérdida de competitividad, han ayudado a los bancos a librarse de las turbulencias del sistema financiero mundial a pesar del final de la burbuja inmobiliaria en España».

El Banco de Inglaterra ha apoyado que estas ideas se discutan a nivel internacional, en el Foro para la Estabilidad Financiera y Gordon Brown ha insistido en su apoyo a la presencia española en la cumbre en la excelencia de la gestión bancaria en nuestro país.

¡A ver si resulta que Zapatero insistía tanto en asistir a la cumbre porque España tenía cosas que enseñar al mundo sobre cómo tratar la crisis!

Este país no para de dar sorpresas al mundo. ¡Ánimo Sr. Rodríguez Zapatero!, dígale al mundo que pongan de nuevo al FMI bajo tutela española, esta vez con el mandato de controlar a las entidades financieras del mundo y convirtiéndolo en el banco emisor de la nueva moneda global y prométales, por si acaso, que el nombrado no va a salir corriendo a mitad de mandato como hizo antes el Sr. Rato. Mi candidato como nuevo mandamás financiero del mundo es MAFO: Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

¡Viva España! y que no se olvide el Presidente Zapatero de dejar claro que las Olimpiadas en 2016 sean en Madrid; nada de en Chicago, por mucho que Obama sea senador por Illinois.

MÁS PERLAS DE D. JAVIER GÓMEZ NAVARRO

El Sr. Gómez Navarro, ex ministro socialista de Comercio en uno de los Gobiernos de Felipe González, hoy reconvertido a Presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, del que ya hemos hablado en este blog, dice de sí mismo que él es un socialista liberal, cuando lo que parece, a la luz de sus manifestaciones, es más bien un burgués retrógrado. Aunque sea socialista de adscripción no pasa de ser un socialista de salón.

Este conspicuo representante de la llamada hace años “gauche divine» ha dicho hace unos días a propósito del absentismo que: «Hay que convencer a los sindicatos de que deben dejar de proteger a los vagos. Su papel es defender a los trabajadores, que son los que trabajan». Sólo le pido a Dios que le de salud al señor para que no tenga que entender directamente qué es estar enfermo, querer ir a trabajar, no poder, y que un diletante te llame vago.

Sobre el incremento galopante del paro, dijo que «a corto plazo no se puede hacer nada para evitar que siga subiendo». Aunque fuera verdad, ¿por qué no se calla? ¿qué necesidad tiene de lanzar ese mensaje tan pesimista?

Además dijo que los jueces de lo laboral, en numerosas ocasiones, «van a lo fácil al declarar los despidos improcedentes», lo que, a su juicio «es ruinoso para el país». Tira la piedra y esconde la mano. El derecho aboral consagra el principio de “in dubio pro operario”, ¿es una idea socialista ir contra el principio que reconoce el desequilibrio de relación entre el trabajador y la empresa proponiendo la protección de éste?

¡Qué forma tan irrespetuosa con los trabajadores de decir algunas cosas que o son interpretaciones lineales de la realidad, que es siempre compleja, u obviedades! ¡Con esas ideas qué se vaya a organizar un partido populista de derechas!

Añadió que «el Ministerio de Economía y el Banco de España han tenido demasiado tiempo un diagnóstico equivocado sobre la liquidez», lo que «ha provocado un retraso en tomar las medidas adecuadas». Por si fuera poco se despachó también contra el Gobierno: “cada día que pasa sin que el Gobierno aplique sus propios planes de ayuda al sector financiero desaparecen empresas». Y pidió «un gran pacto de Estado entre todos» para acordar «cómo se reparten las rentas en esta etapa de crisis».

¿Es que no tiene nada mejor qué hacer que estas declaraciones siendo el Presidente del Consejo Superior de Cámaras?

LA CUMBRE DEL PRÓXIMO FIN DE SEMANA

Con los países desarrollados entrando con paso acelerado en una recesión general que promete ser duradera según todos los pronósticos y con las economías de países emergentes, que hasta hace poco esperaban no salir muy afectadas, arrastradas a la crisis, los líderes del mundo se reunirán la cumbre internacional de Washington para tratar de encontrar soluciones. Es una situación sin precedentes. Las medidas monetarias y fiscales que se han tomado y las fortísimas inyecciones de liquidez y la intervención directa salvando entidades financieras no parecen contener la hemorragia del enfermo que se desangra a chorros. ¿Qué hacer?

Se plantean para la agenda de la reunión algunas medidas como la reforma del FMI, en línea con el pensamiento de Keynes, para convertirlo en el banco central del mundo; la idea la apadrina el resucitado Gordon Brown, quien a su prestigio internacional creciente, a raíz de su firmeza al proponer medidas anti crisis – que llegaron hasta la nacionalización parcial de algunos de los bancos en dificultades – añade recientes éxitos electorales en elecciones parciales en su país. También se proponen medidas para supervisar efectivamente los mercados financieros y controlar de cerca a las agencias de calificación, así como una unificación de las normas contables que permita poder hacer análisis comparativos solventes: hoy las llamadas contabilidad creativa e ingeniería financiera rozan constantemente la figura de la estafa. De paso, y en una misma, tacada quieren hablar de la seguridad alimentaria, la lucha contra la pobreza, el cambio climático y el libre comercio.

Sarkozy como siempre tratando de parecer más alto propone «refundar el capitalismo», ¿qué será eso? Este caballero no tiene ni idea y no para de sacar pecho lo que le lleva a decir tonterías con una frecuencia preocupante.

Los principales líderes del mundo se reunirán, presididos por el amortizado George W. Bush, quien ha protagonizado la mayor parte de las políticas que han sido las causas del desastre, en dos sesiones de trabajo de hora y media cada una, ¿podrán arreglar algo en ese tiempo? ¡Cómo son tan listos seguramente lo harán y les sobrará tiempo para posar juntos y hacerse unas fotos de recuerdo!

TIPOS DE INTERÉS

Ayer el Banco de Inglaterra recortó, por sorpresa, los tipos de interés en 1,5 puntos porcentuales, hasta dejarlos en el 3%. Cierto es que la economía británica se encamina con paso firme, más firme que el nuestro aún, hacia la recesión; el PIB disminuyó un 0,5 % en el último trimestre y las previsiones para el próximo futuro son muy malas, mucho peores que las del área euro. Para intentar atajar la crisis el Banco de Inglaterra bajó los tipos fortísimamente, y lo hizo pese al alta inflación británica que en septiembre llegó al 5,2%, cuando el objetivo para este año era que no superara el 2%. La lucha contra la inflación ha pasado a segundo plano ante la crisis económica; dicen que “confían en que los precios vuelvan a bajar pronto” sobre todo por la bajada del precio del crudo.

Por su parte, como se esperaba y casi se había anunciado, el BCE recortó medio punto el precio del dinero, hasta el 3,25%, su nivel más bajo desde octubre de 2006, y, el otrora hermético, Trichet deslizó que prevé nuevos descensos si la inflación cae más. Si la tendencia a la baja de los precios de consumo prosigue, el BCE no descarta recortar aún más los tipos en la reunión de diciembre próximo; ayer una parte del Consejo de Gobierno planteó la posibilidad de rebajar los tipos hasta el 3%, aunque la decisión de dejarlos en el 3,25% se tomó por unanimidad. Se trata con la medida de paliar en lo posible la situación; la zona euro entrará en recesión el próximo trimestre y el crecimiento no retornará al menos hasta dentro de dos años, según las previsiones de la propia Comisión. La inflación en la zona euro, que es lo que por mandato debe vigilar especialmente el BCE, se situó en octubre en el 3,2%, cuatro décimas menos que en septiembre y seis menos que en agosto; pero está lejos del 2%, objetivo fijado por el Pacto de Estabilidad. También El BCE confía en que el precio del petróleo baje o se mantenga y que eso haga que la inflación baje.

Todos los gobiernos, los partidos políticos, los sindicatos, los consumidores y las patronales aplaudieron la decisión del BCE de bajar los tipos. Si acaso le reprochan al BCE que no los bajara aún más. Los estados cada vez tienen dinero más barato y en mayor cantidad; los ahorradores no se atreven ni a abrir la boca aunque cada vez se pague menos por su dinero y acuden a las emisiones de deuda pública aunque los tipos sea ridículos, pues siguen sin fiarse de ninguna alternativa.

Y las bolsas saludaron la grata nueva… con fuertes bajadas generalizadas. No hay nada que las pueda sacar de su pánico. ¿Qué está ocurriendo?: en una situación normal con la economía creciendo razonablemente, y los tipos de interés y la inflación en tasas normales, una bajada de tipos en unos pocos puntos porcentuales anima la economía, la hace crecer más, aunque eso pueda hacer repuntar algo la inflación; y una subida de tipos enfría la economía ralentiza el crecimiento y suele recortar la inflación a medio plazo. En una situación así las bolsas reaccionan al alza si los tipos de interés bajan y a la baja si suben, además de por cuanto hemos dicho, porque la sustitución de poner el dinero a plazo en depósitos de interés fijo se hace más o menos atractiva respeto de la opción de invertir en acciones. Pero ahora nada de eso ocurre.

En el año 2001, tras los atentados del 11 de Septiembre, para reanimar la economía, se utilizó por parte de la FED una política de tipos muy bajos, igual que la que se sigue ahora allí y aquí, que estuvo en el origen de lo que ha venido después: con tipos bajos, tan bajos que eran como ahora inferiores a la inflación, es decir negativos, se abordaron inversiones de excesivo riesgo y poco rentables, que en una situación diferente, con tipos más altos no se hubieran abordado; el resultado fue el crecimiento, sí, pero en una parte basado en la burbuja inmobiliaria que se montó al calor de los tipos bajos. Luego vino la ocurrencia de dar créditos a quien no los podía pagar para cobrarle tipos más altos y hacer negocio, pensando en que sólo el incremento de los precios de los inmuebles que parecía que nunca se iba a acabar, en un mercado que no paraba de demandar viviendas, era garantía suficiente para el caso probable de impago. Ya sabemos que por si acaso, para no correr riesgos, ese crédito bien retribuido pero inseguro se vendió a terceros y que para disimular su calidad se mezcló con créditos de mejor calidad y se calificó mejor de lo debido por las agencias de rating. Con la peste incubándose, esos créditos camuflados en productos estructurados, se repartió por todo el mundo; y cuando la burbuja empezó a desinflarse por los impagados todo estalló y al cabo de un año estamos como estamos. Muchos bancos han tenido problemas de solvencia al tener que tomar las pérdidas, y ha habido que salvarlos. La crisis de confianza subsiguiente ha hecho que éstos y los demás bancos hayan entrado en una crisis de liquidez, pues se han retirado muchos depósitos y no hay banco que no sea en sí mismo un problema de liquidez y que pueda sobrevivir a una retirada masiva de depósitos; también ha habido que inyectar liquidez para salvarlos. Pero como nadie se fía de nadie los bancos aún en liquidez no prestan a terceros ni se prestan entre ellos con lo que entramos en problemas todos y la recesión se instala.

Ahora estamos en una crisis muy gorda, gordísima, no estamos en una situación normal. La economía está entrando en recesión, y soportaremos una nueva depresión.

¿Qué hacer ahora con los tipos de interés? Lo razonable en este contexto es decir: y yo que sé; o, como todo el mundo dice, que se deben bajar más aún los tipos. Pero, hagamos lo que hagamos con los tipos, hasta que la confianza se recupere, las bolsas seguirán arrastrándose por los mínimos o bajando más aún, nadie invertirá en crear nada, el paro aumentará y todos lo pasaremos mal. Sólo cuando la confianza vuelva a la economía, y no lo hará de golpe sino lentamente, se sabrá bien qué hacer con ellos.

Yo creo que, por eso mismo, no es bueno bajarlos tanto. Creo que aunque la inflación estuviera controlada no es sano que estén los tipos tan bajos. Estamos repitiendo los errores de 2001. No es fácil decirlo pero tipos tan bajos no nos ayudan. A Trichet, que lo estaba haciendo muy bien, le han torcido la voluntad y ahora es una marioneta movida por otros desde las bambalinas. ¡Que no nos pase nada más!

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