El viernes por la tarde y el sábado por la mañana estuve, como hago todos estos fines de semana de Enero y Febrero, dictando clases en Zaragoza, en la Universidad de San Jorge. Era el colofón de una semana dura, con muchas clases en IEDE, en CECO, en la Universidad Complutense, en el CSE… Cuando regresaba a Madrid en el AVE, relajado, leyendo a Cabrera Infante, medio dormido, pensando en el descanso, me llegó una de esas noticias que uno nunca desearía recibir; una de esas que cuando ocurren, aunque sean esperables y esperadas, uno se resiste a aceptar.
Amigos, hoy estoy muy tocado. Seguro que no estoy muy inspirado para escribir nada. Pero necesito sentirme cerca de vosotros y escribir un poco. Y sobre todo me apetece hablaros de una persona grande; alguien muy especial para todos la que la hemos conocido. Una persona que se acaba de ir. Que se ha ido de puntillas. Como ha hecho siempre. Sin llamar la atención. Tratando de no molestar a nadie. Obsesionada con eso. Una mujer con un personal estilo de estar y, sobre todo, de no estar.
Juana María Romero, Juani, acababa de dejarnos. Cuando su marido, mi amigo del alma Andrés Carrillo me lo estaba comunicando el sábado no pude dejar de pensar que Juani había tenido conmigo el detalle de irse en el único momento en el que mi agenda me permitía acercarme a Cartagena para despedirme de ella y para estar cerca de Andrés y sus hijos. Me obsesionaba eso: no poder estar allí. Ella era así. Discreta. Detallista. Pero eso no le impedía ser genuina, generosa, simpática, abierta, maravillosa… con quienes consideraba suyos.
Juani: ¿cómo puede ser tan grande hoy tu ausencia? Como era de esperar en alguien como tú, nos hemos terminado de enterar de lo grande que eras, y eso que creíamos tenerlo claro, midiendo el vacío que nos has dejado a todos cuando te has ido. Todos nos hemos sentido así: vacíos. Se podía palpar hoy mientras te despedíamos.
Pero nos has dejado un vacío lleno. Un vacío lleno de ti. No te vas de mi cabeza, ni la de mi esposa; estoy seguro de que todos los que hemos estado despidiéndote estamos igual. Añorándote. Llenos de tu ausencia.
Siempre fuiste así. No te gustaba hacerte presente, no querías mostrarte como eras de verdad. Eras discreta hasta el extremo. Sólo cuando te sentías totalmente rodeada de amigos te mostrabas como realmente eras. No era un tema de que te gustaran las distancias cortas. Aunque fuéramos muchos los que estuviéramos contigo, si te sentías rodeada de amigos eras tú. Genuina. Y eras una sorpresa: ¡qué maravilla de mujer! ¡todo espontaneidad! ¡todo gracia y simpatía! ¡cuántos ratos inolvidables hemos pasado juntos!
Se notaba hoy lo que eras -y lo que nos enseñaste a todos a ser con tu ejemplo: sin solemnidad innecesaria, con tu naturalidad, con tu sencillez y con tu gracia y alegría-, viendo la sobrecogedora entereza de tu marido y la dolorida serenidad de tus hijos. Y se podía notar tu huella viendo la perplejidad ante tu ausencia de todos los que estábamos allí contigo.
Tú tenías la capacidad de llenar, sencilla y discretamente, el espacio a tu alrededor. ¡Cómo se siente que no estés! ¡Cómo se te echa de menos! Pero, Juani, vas a durar mucho más de lo que nos has durado a los que te hemos tenido. Vas a estar con nosotros, muy presente, mientras los que te conocimos te recordemos. En Andrés, tu marido, vas a estar presente cada segundo; en tus hijos y en tus nietos estarás siempre; en toda la familia y en todos tus amigos estarás presente por la eternidad que seamos capaces de construir en el recuerdo que te mereces.
Un beso más amiga. El más especial de todos para ti. El que tú te mereces.
enero 19, 2009 at 1:24 am
Ánimo amigo,
Siempre puedes contar conmigo. Siento mucho lo de Juana María, cuando un amigo se va algo se muere en el alma.
Un fuerte abrazo
David
enero 19, 2009 at 2:38 pm
Estimado profesor,
Lo siento y entiendo porque la verdadera amistad es algo muy grande y ánimo porque como bien dices Juana María estará en vuestros corazones.
Y qué grande es la amistad hasta en estos momentos duros,
Un abrazo,
Lo siento mucho,
enero 19, 2009 at 7:21 pm
Gracias amigos.
enero 20, 2009 at 4:28 pm
Aunque acabo de llegar,un abrazo muy fuerte!