Según el informe «Perspectivas Económicas Globales‘»para el 2009 el Banco Mundial espera un crecimiento de la actividad económica global del 0,9 % para 2009 tras el 2,5 % de crecimiento de 2008. «No se puede descartar la posibilidad de una recesión global muy profunda», asegura el informe.
Dice el informe que: «la crisis financiera desembocará posiblemente en la recesión más seria desde los años 30». Una crisis que abarca a todas las regiones del mundo, con fuerte descenso de la actividad económica en los países en desarrollo, que crecerán mucho menos que en estos últimos años: un 4,5 %, y con recesión en los países industrializados. «No se requiere de tasas negativas de crecimiento en el mundo en desarrollo para estar ante una situación que se sienta como una recesión», dijo el portavoz. Según una regla general del FMI, cuando el crecimiento global no supera el 3 %, el mundo se encuentra en recesión.
Los países en desarrollo han recibido un doble golpe procedente de los elevados precios de los alimentos y los combustibles y la actual crisis financiera global. El número de personas que viven en la pobreza se ha incrementado entre 130 y 155 millones. El informe no ve peligro de escasez de alimentos y pronostica que habrá suficiente oferta para satisfacer la demanda durante los próximos 20 años. De momento la crisis ha frenado el incremento en los precios de las materias primas y le está dando la vuelta. Los alimentos se abaratarán un 23% de media en todo el mundo el próximo año, y el barril de petróleo rondará los 75 dólares, por encima de los 43 a los que se cotiza ahora. Al incremento registrado en los precios de las materias primas durante la primera mitad de este año cha sucedido una etapa de fuertes caídas en todos los precio desde mediados de julio. El organismo destaca, que aunque los precios reales de los alimentos y los combustibles han registrado una considerable caída, todavía siguen altos frente a los niveles de la década de los 90 y las repercusiones sociales y la crisis humanitaria originada a raíz de la escalada siguen todavía coleando.
También señala el informe que el comercio mundial retrocederá en un 2,1 por ciento, lo que impactará fuertemente sobre las exportaciones de los países en desarrollo. «Tanto los países ricos como los emergentes deben evitar caer en la tentación de adoptar medidas proteccionistas que sólo profundizarían la crisis de todos.
Por otra parte el crecimiento de la inversión se ralentizará hasta el 1,3% en los países desarrollados y al 3,5% en los países en desarrollo, frente al 13 % en 2007.
Entre las medidas urgentes propuestas figuran la construcción de mejores carreteras, vías ferroviarias, escuelas y centros de salud. Insistir en el ahorro energético y en el desarrollo de energías alternativas al petróleo. El Banco considera necesario también intensificar las inversiones destinadas a incrementar la oferta.
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