Sólo los que somos abuelos sabemos, de verdad, hasta qué punto se quiere a los nietos. Para nosotros, para los abuelos, los nietos son el postre de la vida: algo tan dulce y que completa y complementa tanto la vida que, probablemente, sea lo mejor de ella.
La misión de cada ser vivo es vivir y trasmitir su genoma reproduciéndose para que la cadena de la vida continúe. Puede que ver a esos pequeños y reconocernos, en sus manos, en sus ojos, en alguno de sus gestos, … sea a todo lo que podemos aspirar de eternidad y supervivencia. Al fin sólo sobrevivimos de alguna manera en ellos. También sobrevivimos en lo que les trasmitimos, en lo que les enseñamos, en el ejemplo que les damos, y también podemos reconocernos cuando les vemos actuar, en sus valores, en sus principios. Los niños aprenden fijándose en lo que hacemos, en cómo nos comportamos, más que fijándose en lo que les decimos.
En España, mi generación, especialmente ellas, las abuelitas, está haciendo un trabajo impresionante con los nietos y por los nietos, por la imposibilidad de muchos de nuestros hijos para conciliar su vida laboral y familiar. ¡Menos mal que estamos los abuelitos!: la guardería de la abuelita, el servicio de recogida de nietos a la vuelta del colegio hasta que los padres vuelven de esas alargadísimas jornadas de trabajo que tenemos en España y los recogen ya bañados y cenados, las vacaciones con los abuelitos, etc. Los abuelos en España estamos contribuyendo a que las tasa de natalidad no caigan aún más y a que el PIB crezca más, por el apoyo que damos al cuidado de esos niños.
Lo de las jornadas de trabajo en España es de juzgado de guardia – y luego dicen algunos que en España se trabaja poco – y lo del poco respeto que se tiene por las madres un suicidio social. ¡Cómo se puede acosar y discriminar a las mujeres que se quedan embarazadas como se hace en todas partes en España, más o menos sutilmente!
Pero bueno de lo que quería hablaros hoy es de Madelyn Dunham, la abuela materna de Barack Obama, que falleció el día antes de la elección de su nieto como Presidente de los EEUU, a los 86 años, en Hawai. La semana pasada el aún candidato Obama suspendió la tremenda campaña electoral para pasar dos días con su abuela, sabiendo, probablemente, que eran los últimos días que pasaría con ella y que no la vería más.
Esta abuela desempeñó un papel clave en la vida del nuevo Presidente de EEUU. Ella y su marido Stanley fueron quienes criaron a Barack Obama en Hawai. “Todo lo que tenía me lo dio”; «Ella renunciaba a comprarse un coche o un vestido para permitirme tener una vida mejor”. Ella, sobre todo ella, fue la responsable de que Barack tenga los valores que tiene.
Madelyn nació en la América profunda, en Kansas, y es una típica americana, con los mejores valores de su pueblo, y un claro ejemplo del milagro americano: alguien que llega a ser, desde su puesto inicial de Secretaria, una de las Vicepresidentas del Banco de Hawai.
Ella es la que enseño a Obama a ser como es.
Cuando su nieto estaba a punto de alcanzar la cumbre de su carrera ella fallece, pero no sin antes haber votado anticipadamente por él. ¡Qué ejemplo de abuela!
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