El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

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LAS IDEAS MUEVEN EL MUNDO

«En el momento actual, la gente está excepcionalmente deseosa de un diagnóstico más fundamental; más particularmente dispuesta a recibirlo; ávida de ensayarlo, con tal de que fuera por lo menos verosimil. Pero fuera de este talante contemporáneo, las ideas de los economistas y los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando están equivocadas, son más poderosas de lo que comunmente se cree. En realidad el mundo está gobernado por poco más que esto. Los hombres prácticos, los que se creen exentos por completo de cualquier influencia intelectual, son generalmente esclavos de un economista difunto. Los maniáticos de la autoridad, que oyen voces en el aire, destilan su frenesí inspirados en algún mal escritor académico de algunos años atrás. Estoy seguro de que el poder de los intereses creados se exagera mucho comparado con la intrusión gradual de las ideas. No, por cierto, en forma inmediata, sino después de un intervalo; porque en el campo de la filosofía económica y política no hay muchos que estén influidos por las nuevas teorías cuando pasan de los veinticinco o treinta años de edad, de manera que las ideas que los funcionarios públicos y políticos, y aún los agitadores, aplican a los acontecimientos actuales no serán probablemente los más novedosos. Pero, tarde o temprano, son las ideas y no los intereses creados las que presentan peligros, tanto para mal como para bien.»

Así termina John Maynard Keynes su libro más emblemático y de mayor influencia: «Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero».

Este texto escrito en el año 1935, publicado en Febrero de 1936, me ha parecido tan actual  que es como si lo hubiera escrito ayer.

Las ideas son lo que mueve el mundo. Lo malo es que poca gente piensa y mucha gente está dispuesta a creerse lo que el último «pensador» les cuente. Así sigue siendo y parece que así seguirá siendo. Suelo decir en mis clases que lo que quiero es promover que mis alumnos piensen, ese es mi trabajo: enseñarles a pensar; y añado que me importa poco lo que piensen, ese tema es suyo, no mío, lo mío termina cuando logro que piensen.

Las ideas mueven el mundo, inexorablemente, aunque tarden un tiempo en imponerse, las ideas de hoy moverán al mundo mañana. Necesitamos pensadores que nos ayuden a reencontrar el camino, no cínicos que nos azoten con las ideas de otros, manejadas de forma artera para satisfacer sus inconfesables intereses.

LAS SALIDAS A LAS CRISIS

El histórico debate entre Hayek y Keynes acerca del origen de los ciclos económicos a raíz de la Gran Depresión, que, como reconocen hasta los más conspicuos neoliberales refugiados en la FAES, se saldó con la derrota intelectual del austriaco, supuso un gran retroceso del pensamiento liberal que duró décadas.

Hayek explica el origen de las fases bajas del ciclo económico a partir del exceso de crédito concedido por el banco central y de los tipos de interés bajos que prolongan artificialmente las fases altas. La expansión del crédito hace que los empresarios inviertan en proyectos arriesgados y poco rentables en los que nunca deberían haber invertido. La corrección inevitable pasaría por la purga de subir los tipos y esperar a que la economía digiriera los excesos.

Keynes, con una brillantez intelectual sobrecogedora, refuta la teoría clásica de que la economía se regula por sí sola. Para ello introduce un nuevo concepto: la propensión marginal a consumir, que es la variación del consumo cuando el ingreso disponible varía en una unidad de salario. C=Co+cYd, donde C es el consumo total, Co es el consumo autónomo (aquel consumo que no depende del ingreso), c es la propensión marginal a consumir, e Yd (Yd=Yt-T+TR, donde Yt es el ingreso total, T son los impuestos y TR son las transferencias) es el ingreso disponible. Si la propensión a consumir es débil y las oportunidades de inversión no son atrayentes, una parte del ingreso que no se consume no se invertirá y la demanda efectiva se reducirá, por lo que la economía se contraerá y el nivel de empleo descenderá. Mientras que para Hayek el aumento del ahorro voluntario provoca una aceleración de la inversión y en última instancia del crecimiento económico, para Keynes, el aumento del ahorro voluntario, en determinadas circunstancias, puede inducir a un descenso de los niveles de renta e inversión. El ahorro y la inversión no siempre están en equilibrio. En las crisis al estado le corresponde actuar para asegurar el nivel de inversión necesario para garantizar el pleno empleo.

Después del debate, Hayek no volvió a tener reconocimiento público hasta cuarenta años más tarde, en 1974, cuando se le concede el Premio Nobel de Economía. Este premio, a nuestro juicio, tiene más que ver con su obra política: “Camino de servidumbre”, en la que critica los sistemas socialistas que eliminan la propiedad privada, lo que conduce a la pérdida de libertad, que con sus aportaciones a la ciencia económica. Hayek ataca en el libro a los regímenes socialistas, sobre todo al nazismo, también, aunque algo menos duramente al comunismo -al fin los soviéticos fueron decisivos para derrotar a Hitler- y también a la socialdemocracia que, originalmente, propugnaba la propiedad pública de los medios de producción, pero desde la democracia, sin recurrir a la dictadura del proletariado que propugnaban los comunistas. Esta obra es considerada la biblia de los neoliberales. Pero no es un libro científico sino, como el mismo autor reconoce en el preámbulo un libro político.

Hoy en día, los socialdemócratas no propugnan la propiedad estatal de los medios de producción. Sin embargo los neoliberales siguen clamando contra el estado y su intervención al grito de que el mejor estado es el menos posible. Claro que a veces, como ahora, se callan; resultaría cómico que con la que está cayendo siguieran en sus trece. ¿Quién se atreve a decir que lo mejor ahora es dejar que todo se hunda?

Yo creo que las tesis de Hayek pueden explicar bastante bien por qué se entra en las crisis, pero las claves para salir de ellas están más bien en el pensamiento de Keynes. Sus aportaciones son, a nuestro juicio, en este sentido, mucho más trascendentales que las de Hayek.

Cada crisis es nueva y es al intentar explicarlas y buscar soluciones cuando se han formulado los mayores avances en la macroeconomía. A salir de la del 29 nos ayudó el pensamiento de Keynes. ¿Quién nos ayudará a salir del atolladero esta vez? ¿Volverá a ser él?

PAUL KRUGMAN, NOBEL DE ECONOMÍA 2008

Paul Krugman, ecomomista y periodista ha sido reconocido tanto por “su contribución a una nueva teoría del comercio internacional”, como por “su capacidad para hacer llegar sus teorías al público, combinando el rigor de sus planteamientos con una brillante exposición y difusión”. Ya fue Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2004.

Krugman es considerado por la revista The Economist como el economista más notable de su generación. Es especialista en comercio internacional y responsable de  contribuciones clave a la teoría sobre las crisis cambiarias y al análisis de la política monetaria. Nació, en Nueva York en 1953; se graduó en la Universidad de Yale en 1974 y se doctoró en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Desde el año 2000, es profesor en la Universidad de Princeton y antes lo fue en el MIT y en la Universidad de Stanford. Es autor de 20 libros y es columnista habitual del ‘New York Times’. Desde hace algún tiempo publica también en El País y ha sido uno de los principales ponentes en el Congreso EXPORTA 2008.

En Septiembre de 2003, Krugman publicó una recopilación de sus artículos periodísticos The Great Unraveling que es un ataque feroz contra la políticas económica y exterior de Bush,en donde pronosticó la crisis actual: «el enorme déficit fiscal, la disminución de impuestos, el aumento del gasto público, y la guerra de Irak, son insostenibles y generarán una gran crisis», decía;  en el libro se denuncia la subordinación del poder económico, del poder político y hasta del poder judicial de los Estados Unidos a la extrema derecha que representan Bush y sus amigos.

Krugman ha sido un azote crítico para el presidente George Bush y su política neoliberal desde su tribuna del New York Times; él es un genuino liberal que no ha dudado en quitar la careta a los falsos liberales: los neoliberales dogmáticos, quienes se habían arrojado en brazos de los poderosos cínicos que se han aprovechado de la libertad sin cortapisas ni regulaciones de los mercados que estos profetas predicaban, para acumular escandalosas cantidades de dinero inflando al burbuja que ahora nos ha estallado a todos bajo los pies, contaminándolo todo, creando la desconfianza en las finanzas y poniendo en riesgo todo el sistema.

¡Me alegro del Premio y de lo que significa!

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