¿Se puede ser sincero e inteligente y pensar que Bush es buena persona?
A mi juicio, probablemente equivocado y siempre respetuoso con la opinión de los demás, creo que no. Si te parece mal Bush, en una valoración global, aunque algo haya hecho bien -me cuesta trabajo pensar qué-, probablemente seas sincero e inteligente. Si eres sincero, probablemente sólo si fueras poco inteligente te podría parecer bien semejante individuo. Pero si no eres sincero puede que digas que te parece bien, aunque seas inteligente.
¿Por qué digo esto? Porque Obama, en su última entrevista concedida a la cadena CNN, poco antes de su toma de posesión, dijo que siempre creyó que el actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, era «una buena persona». Dijo: «Creo, a título personal, que es un buen hombre que adora a su familia y a su país». Dijo también que Bush tomó las mejores decisiones que pudo bajo las circunstancias difíciles que le tocó gestionar.
¿Qué ha pasado? ¿El inteligente Obama es poco sincero? ¿Es sincero pero se ha vuelto poco inteligente? No; lo es; está claro pues no para de dar muestras de ello. ¿Es, entonces que no está siendo sincero? Hasta ahora creo que lo había sido, pero, puede que ante la proximidad de asumir el puesto de líder de Occidente, ya empiece a mentirnos aunque sea, para empezar, con mentiras piadosas. Va a ser eso. El nuevo Presidente -sólo faltan tres días, y se me van a hacer largos, de “disfrutar” de Bush- asegura en la misma entrevista que eso no cambia su opinión de que durante los últimos años se han tomado una serie de decisiones erróneas y que ahora él deberá heredar las consecuencias de muchas de ellas. Ya estamos siendo poco sinceros. O lo uno o lo otro.
Pero tranquilos: Obama prometió una «ruptura total» con la gestión de Bush. ¿Será así seguro? Mira que si fuera mentira.
¡Qué Dios, o quien sea, le ilumine! ¡Y que no le falte el valor!
Aunque nos suene a música conocida y no nos traiga a todos buenos recuerdos la frase, digamos otra vez: ¡No nos falles Obama!
Comentarios recientes