El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

Etiqueta: Ford

AHORA LOS EDITORES DE PERIÓDICOS DE EEUU EN PROBLEMAS

La editora del ‘Chicago Tribune’ se declara en suspensión de pagos. ¿Le pedirá ayuda al Gobierno?

El propietario Sam Zell, compró el grupo hace sólo un año con dinero prestado. Zell también es propietario del equipo de béisbol Chicago Cubs y de su estadio. Ahí no hay suspensión de pagos. Éste señor es otro genio del ladrillo: antes inversor inmobiliario de éxito, creyó, como tantos otros de su especie, que ganar dinero especulando es como gerenciar un negocio de verdad; su idea era convertir a los diarios del grupo –periódicos de prestigio – en prensa amarilla sensacionalista y bajar las páginas para ahorrar papel. Un genio de la cosa; alguien ha dicho al respecto: “Los grandes diarios se construyen durante décadas. Ahora nos damos cuenta de que pueden desmantelarse con relativa rapidez». ¡Todo gracias a este señor!

Tribune, la editora de Zell es propietaria de 23 canales de televisión y 12 diarios, y anunció ayer la suspensión de pagos con una deuda 13.000 millones de dólares; sólo en este año la deuda se incrementó en 2.000 millones de dólares. Ahora se abre el período concursal para que se renegocie la deuda y los plazos de pago a los acreedores. La empresa seguirá publicando sus periódicos y gestionando sus canales de televisión y medios interactivas pues dice tener «suficiente liquidez como para seguir haciéndolo». «Factores más allá de nuestro control han creado una tormenta perfecta, un abrupto declive en los ingresos en una economía difícil, combinado con una crisis crediticia que ha convertido en una tarea extremadamente difícil mantener nuestra deuda», dicen en su comunicado. Tribune edita los diarios Chicago Tribune, Los Angeles Times, The Baltimore Sun y The Orlando Sentinel. En Mayo vendió el Newsday por 650 millones.

Por su parte ‘The New York Times’ –cuyas acciones han perdido la mitad de su valor en el último año – avala ahora con su sede –un rascacielos de 52 pisos diseñado por el arquitecto Renzo Piano, recién terminado de construir- un crédito que pide de 174 millones de dólares.

¿Por qué no piden también ayuda los editores al Gobierno? ¡Los periódicos son imprescindibles para que haya de verdad libertad! ¡Ya puestos…! Mientras tanto se ultima el plan de rescate de la industria automovilística. A corto plazo, las ayudas alcanzarían los 15.000 millones de dólares a través de la concesión de préstamos. Menos de la mitad de lo que pidieron el otro día. La crisis de General Motors y Chrysler, a la que no es ajena Ford, aunque su posición es bien distinta, pone en peligro cerca de 350.000 empleos directos, a los que habría que sumar los de empresas de componentes auxiliares para la automoción. Muchos de éstos ya están destruidos, haga el Gobierno lo que haga, y otros muchos se destruirán de acuerdo con los planes de las empresas.

Menos mal que los equipos directivos de Merrill Lynch y Morgan Stanley, dirigidos por John Thain y John Mack, renuncian a los bonos multimillonarios, como hicieran hace dos semanas los ejecutivos de Goldman Sachs. También los directivos de Citigroup están sopesando seriamente esta opción. Después de haber sido rescatados, lo raro es que hayan tardado tanto en hacerlo. En fin: ¡Qué no todo iban a ser malas noticias!

¡El mundo está «patas arriba»!

¿A DÓNDE SE HAN IDO TODAS LAS FLORES?

“Where have all the flowers gone?” es una maravillosa canción de Bob Dylan que se cantaba en los momentos más críticos de la lucha por los derechos civiles en los EEUU en los años 60. ¿A dónde se han ido las flores? ¿A dónde se están yendo los principios del libre mercado y de la libre empresa? ¿Qué fue del liberalismo dogmático que decía que el estado era el problema y no la solución? El viento de la crisis está terminando con el jardín que, después de años y años de persistente y machacona cantinela, nos habían logrado plantar en la mente los neo liberales al uso, cuya influencia se había extendido por todo el mundo a base de la “santa desvergüenza” con la que predicaban su fe. Ahora, al final del largo viaje al edén liberal, resulta que cuanto más estado mejor.

Ayer, los otrora arrogantes ejecutivos de las tres grandes automovilísticas americanas: General Motors, Ford y Chrysler, fueron, cargados de falsa humildad, a pedir ayuda al estado para enmendar, lo que ya llaman, sus errores. «Estamos hoy aquí porque cometimos errores… hay factores fuera de nuestro control que nos han llevado al borde de la ruina». La verdad es que lo que ha llevado a la ruina a la industria estadounidense del automóvil son sus propios errores a lo largo de décadas en las que han ido perdiendo el dominio del mercado.

Para ayudar a su argumentación dicen estar dispuestos a que el estado, a través del gobierno, controle sus decisiones. ¡No te …. fastidia! ¡Encima de pedir que ponga 34.000 millones para sacarles del atasco, estaría bueno que el estado no pudiera decir nada! ¿Quién se creen estos señores que es el estado?: ¡son los contribuyentes!

El 61% de estadounidenses rechaza que se les ayude según una encuesta de CNN. El dilema es ¿ayudamos a estos señores a continuar con su actividad?, ¿durante cuánto tiempo necesitarían la ayuda?, ¿serviría finalmente para algo?, ¿no sería mejor dejarles caer? Ya sé que dependen muchos puestos de trabajo en la industria auxiliar, pero si no hay ventas no habrá trabajo para nadie.

General Motors planea cerrar 11 de sus 48 plantas. Además necesita eliminar más de 30.000 empleos directos y eliminar a 2.000 de los 7.000 suministradores de componentes. Dice en su plan que necesita 4.000 millones en Diciembre y otros tanto en Enero. En total necesitaría 18.000 millones.

Chrysler, necesita 7.000 millones en Diciembre. Su solución pasa por la fusión con GM o con Ford.

Ford es el que está mejor pero ha pedido 9.000 millones de crédito disponible por si le hiciera falta. ¡Puestos a pedir, pidamos!, habrán pensado.

Pienso que les ayudarán y que no servirá para gran cosa. Lo que haya de pasar pasará. No es lo mismo auxiliar a la banca para salvar una crisis de liquidez que ayudarla para salvar una crisis de solvencia. Tampoco es lo mismo ayudar a fondo perdido que prestar. Ni es lo mismo prestar que entrar en el capital. En cualquier caso la banca es imprescindible para que todo el sistema funcione y, si hiciera falta, habría que nacionalizarla. Pero ayudar directamente a empresas de sectores productivos es, a mi juicio, un error que lleva a peores consecuencias que dejarlas a su suerte.

El problema es que, ahora,  nadie que tenga dinero lo presta a nadie, salvo al estado. Así lo único que queda es que sea el estado el que preste. Nacionalicemos la banca, pero que ésta preste con criterio de mercado, con lo que estaríamos igual, tampoco prestaría a nadie más que al estado.

¡Vaya con el estado! ¡Qué necesario es el estado!


' : ''; ?>