El 30 de Julio hablábamos en este blog de D. Fernando Martín, Presidente de MARTINA-FADESA a raíz de su presentación de solicitud de insolvencia, a título personal, al juzgado, para que el juez le declarase en suspensión de pagos. Unas semanas antes se había presentado la suspensión de pagos de su empresa MARTINSA-FADESA. Decíamos entonces: “Martín, Licenciado en Químicas, con un breve pasado de político de la extinta UCD, pronto se especializa en pelotazos urbanísticos, es decir en comprar suelo no urbanizable a bajo precio y lograr que se declare urbanizable con una plusvalía descomunal, convenciendo a los que tienen el poder de cambiar el uso del suelo. ¿Eso es ser empresario solvente? Yo no lo llamaría así. Yo lo llamaría capacidad de persuasión ante los administradores de ayuntamientos y comunidades autónomas. Evidentemente se me ocurren más formas de llamarlo, pero no quiero que me salga un post muy largo. Pero él no piensa como yo, él piensa que es un solvente empresario. Hay que entender eso cuando dice que su petición de ser declarado insolvente “no debe afectar a su capacidad legal y personal para continuar con la dirección de MARTINSA FADESA… Este señor es un insolvente como empresario, diga lo que diga el juez sobre la otra insolvencia.”
Parece que el tiempo nos da la razón: hoy se publican algunos datos del informe que los tres interventores judiciales de la suspensión de pagos de MARTINSA FADESA: Ángel Martín Torres (en nombre de la CNMV), Antonio Moreno (por Bankinter) y Antonia Magdaleno (Broseta Abogados) que hablan de descontrol en la empresa. La gestión era un desastre; una alocada carrera hacia ninguna parte. Desde que MARTINSA compra FADESA casi todas las desinversiones que han realizado se han saldado con pérdidas; la única excepción es la venta de Fadesa Maroc. Entre las ventas a pérdida de las filiales, los créditos destinados a agrandar la pelota, la confusión en las valoraciones y el colapso de los sistemas informáticos después de la fusión de Martinsa y Fadesa la empresa era un caos. Ciertamente este señor, D. Fernando Martín, no es un empresario diligente afectado por la crisis inmobiliaria.
De la documentación aportada para la suspensión dicen que inicialmente todo parecía en orden, pero que no era así. Los administradores hablan ya de falta de diligencia de los gestores de la compañía. «de las solicitudes de reconocimiento de créditos que los acreedores han dirigido al juzgado, en un porcentaje superior al 70% las cifras comunicadas no coinciden con los datos de la contabilidad». «Posteriormente, nos ha entregado MARTINSA FADESA hasta tres actualizaciones de la citada documentación, afirmando en todo momento que la misma era completa». «No obstante lo anterior, con fecha 28 de noviembre de 2008, MARTINSA FADESA informó a la Administración Concursal que la documentación facilitada era incompleta. A día de hoy no se sabe si la documentación entregada es o no completa.
¡Vaya colección de “empresarios modelo” que acaban siendo un fiasco que llevamos acumulados en esta bendita tierra! Podríamos hacer un museo. No todos son así, amigos, los hay muy buenos. Pero éstos que se presentaban como genios con “pedigree“ -con certificado de origen validado por la Real Sociedad de Registro de Genios Empresariales – cuando no son más que el resultado del cruce de “listillo corriente de andar por casa” con el “típico listazo de toda la vida” hacen mucho daño a la percepción de la sociedad sobre el empresario. De todas formas mejor que el tiempo acabe poniendo a todos y cada uno de ellos en su sitio.
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