El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

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BUSH Y OBAMA

¿Se puede ser sincero e inteligente y pensar que Bush es buena persona?

A mi juicio, probablemente equivocado y siempre respetuoso con la opinión de los demás, creo que no. Si te parece mal Bush, en una valoración global, aunque algo haya hecho bien -me cuesta trabajo pensar qué-, probablemente seas sincero e inteligente. Si eres sincero, probablemente sólo si fueras poco inteligente te podría parecer bien semejante individuo. Pero si no eres sincero puede que digas que te parece bien, aunque seas inteligente.

¿Por qué digo esto? Porque Obama, en su última entrevista concedida a la cadena CNN, poco antes de su toma de posesión, dijo que siempre creyó que el actual inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, era «una buena persona». Dijo: «Creo, a título personal, que es un buen hombre que adora a su familia y a su país». Dijo también que Bush tomó las mejores decisiones que pudo bajo las circunstancias difíciles que le tocó gestionar.

¿Qué ha pasado? ¿El inteligente Obama es poco sincero? ¿Es sincero pero se ha vuelto poco inteligente? No; lo es; está claro pues no para de dar muestras de ello. ¿Es, entonces que no está siendo sincero? Hasta ahora creo que lo había sido, pero, puede que ante la proximidad de asumir el puesto de líder de Occidente, ya empiece a mentirnos aunque sea, para empezar, con mentiras piadosas. Va a ser eso. El nuevo Presidente -sólo faltan tres días, y se me van a hacer largos, de “disfrutar” de Bush- asegura en la misma entrevista que eso no cambia su opinión de que durante los últimos años se han tomado una serie de decisiones erróneas y que ahora él deberá heredar las consecuencias de muchas de ellas. Ya estamos siendo poco sinceros. O lo uno o lo otro.

Pero tranquilos: Obama prometió una «ruptura total» con la gestión de Bush. ¿Será así seguro? Mira que si fuera mentira.

¡Qué Dios, o quien sea, le ilumine! ¡Y que no le falte el valor!

Aunque nos suene a música conocida y no nos traiga a todos buenos recuerdos la frase, digamos otra vez: ¡No nos falles Obama!

BARAK OBAMA

Barak Obama no ha concretado bien sus intenciones políticas y menos aún las económicas. La larga carrera hacia la Casa Blanca obliga a los candidatos a no equivocarse más que a acertar en sus propuestas y eso hace que no sean muy explícitos y concretos en la campaña. Barak Obama dice: «Tengo la certidumbre de que cuando pasen varias generaciones, seremos capaces de mirar atrás y decirle a nuestros hijos que éste fue el momento«. Trata de ilusionar a su país con el lema “Yes we can” -sí, podemos-, abogando por el cambio -sin especificar demasiado en qué consiste, al menos por ahora- y hablando de un nuevo futuro para América, en la línea de los Presidentes Roosevelt –con su “new deal”-, Truman -con su célebre frase «The buck stops here», que significa algo así, como es lo que hay, o sea: debemos asumir la responsabilidad de la situación- o Kennedy –con su llamada ilusionante a todos los americanos al tomar posesión: «No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país-.

En términos generales, frente a la política neoliberal extrema de Bush propugna una política de izquierda moderada -como la que en España representa José Luis Rodríguez Zapatero- . Reivindica «la construcción de una economía que no sólo beneficie a los ricos”; «hay que darse una vuelta por las ciudades de Michigan, Ohio y de Minnesota -en las zonas más castigadas por la crisis-, para entender el tipo de cambio que la gente quiere». Del lado de los ingresos, dice que quiere subir el impuesto de sociedades -hasta el 28 %- crear un impuesto especial sobre los beneficios de las petroleras y corregir tanto las fuertes rebajas de impuestos ordinarios a los más ricos, como las del impuesto de sucesiones que Bush planteó. Y, del lado de los gastos, pretende dar seguro médico a los enfermos crónicos y habla de crear un gran fondo que, de una parte, permita convertir las caras hipotecas de tipo variable en hipotecas a tipo fijo y, de otra, evitar la medida extrema de los embargos a los morosos. Estas, hipotecas otorgadas a gentes sin avales, que se han visto atrapados por la crisis económica, la bajada de los precios de los inmuebles y la bajada de ventas en el mercado inmobiliario, son las famosas subprime que han sido la espoleta de esta tremenda crisis en la que estamos inmersos. Pero EEUU tiene ya un gran déficit presupuestario y muchos compromisos de gasto militar enorme, derivado de Guerra de Irak y de la presencia de las tropas en Afganistán que lo agravan.

En política exterior, plantea una retirada ordenada de Irak. Como dijo en su discurso reciente más sonado: «El cambio es una política exterior que no empieza ni acaba con una guerra que no debió autorizarse. No me quedaré parado fingiendo que nos quedan muchas buenas opciones en Irak. Lo que no es una opción es dejar nuestras tropas en ese país durante los próximos 100 años, especialmente en un momento en que el ejército está al límite, nuestra nación está aislada y casi todas las otras amenazas contra América son ignoradas»

Obama tiene una mayor sensibilidad medioambiental y plantea una mayor apertura multilateral de EEUU al mundo; también pretende añadir a los acuerdos comerciales con terceros países menos desarrollados cláusulas para garantizar las condiciones laborales de quienes los fabrican y el respeto al medioambiente.

¿Qué pienso yo? Aún no tengo un juicio formado sobre Obama, pero después de haber “disfrutado” a Bush ocho años, ante su alternativa -Mc.Cain -, que representa más de lo mismo, le prefiero, sin duda. Hay una cosa que me gusta de Obama: sacaba unas notas excelentes en la Universidad; no me consta que Bush las sacara malas, pero apostaría una buena cantidad a que las de Obama eran mucho mejores que las de él y eso que su padre no era ni blanco, ni rico.

Gustavo Mata

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