En el tercer trimestre Alemania entró en recesión -definida técnicamente como dos trimestres consecutivos contrayéndose- tras decrecer un 0,5% en el trimestre pasado y un 0,4% en el anterior. Con toda probabilidad también tendrá un cuarto trimestre con decrecimiento. También Italia entró en recesión tras decrecer un 0,5% en el tercer trimestre y un 0,3% entre abril y junio. Mientras Francia creció sólo un 0,14% pero evita entra en recesión tras el retroceso del 0,3% registrado en el segundo trimestre.
España entra en números rojos por primera vez en quince años y decrece el 0,2% por la atonía de la demanda interna -consumo e inversión- pese a la aportación positiva – por fin- del sector exterior.
La situación en Japón y en Norteamérica es igualmente grave y los países emergentes –Brasil, México, Rusia, etc.- también están en plena desaceleración de su crecimiento sino en decrecimiento.
Los líderes de las mayores economías del mundo se reúnen hoy en Washington en busca de soluciones para una crisis que se extiende y que afecta gravemente a sus economías que han empezado a decrecer o que ya están en plena recesión. ¡A ver qué deciden!
En un par de cortas sesiones y liderados por un amortizado Bush no creo que puedan ir más allá de acordar una agenda de temas a tratar después.
Bush ensalza ahora, en sus últimas declaraciones, las virtudes del libre mercado, después de haber dejado que éste se desbocara por falta de regulación eficaz en su país contagiando al mundo en la peor crisis que se recuerda. Yo creo, como Bush, que el libre mercado asigna bien los recursos, pero también creo que necesita regulación eficaz – lo que él deliberadamente descuidó pensando en que se auto regularía – y medidas para corregir los excesos que genera – por ejemplo mayores impuestos a los más ricos para cubrir las necesidades elementales de los más pobres cosa en la que él no cree -. Pero, en cualquier caso Bush haría bien ahora en callarse. Yo le daría el consejo del chiste del pajarito que se hiela inexorablemente en la tundra, en medio de una enorme nevada, que ya le cubre, y que, cuando está a punto de morir congelado, se salva gracias a que un gran animal hace sus necesidades mayores casualmente encima de él; el pajarito revive con el calor y se anima tanto que comienza a cantar, lo que hace que un zorro hambriento de fije en él y después de limpiarlo cuidadosamente en la nieve se lo coma. La historia tiene varias moralejas, primera: no siempre quien te cubre de m… te perjudica; segunda: no siempre que alguien te saca de la m… es para hacerte un favor; y tercera, que es la de aplicación para el ínclito Bush: cuando estés en la m… ¡no cantes!
Así que, George, a estas alturas: ¡por qué no te callas!
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