El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

Categoría: Actualidad (página 46 de 53)

CONTESTANDO AL COMENTARIO DE DAVEN EN NOTICIAS DEL DÍA 10

En efecto, como comenta Daven, la crisis de las subprime se parece mucho a la del 29, salvo que en esta ocasión la inmensa inyección de liquidez de la Reserva Federal y del BCE evitó el derrumbe inmediato -aunque ha contribuido a desatar la inflación y la especulación-. También el hecho de que la bomba no haya explotado de golpe sino que se ha ido aflorando poco a poco ha influido.

Ha habido varias razones que se han juntado: una larga etapa de bonanza con tipos excesivamente bajos. Mucho crédito otorgado sin garantías a tipos más altos -subprime-. Un crecimiento imparable del precio de las viviendas en EEUU al calor de lo dicho anteriormente. Titulización de los créditos, mezclando tramos de deuda con más o menos garantía y con menor o mayor interés. Venta de estos paquetes a «clientes preferenciales» otorgándoles crédito dándoles posibilidad de apalancarse y dándoles también garantías adicionales -osea si no pagan los del crédito malo, yo lo cubro-. Argucias para que esto no contaminara los balances de los bancos inventando entidades paralelas.

Cuando el fenómeno -con sucesivas ventas apalancadas de los títulos sobre esas deudas- entra en crisis porque se derrumban los precios de las viviendas y porque empiezan a aparecer los morosos masivamente se desata el pánico.

La crisis se extiende a todo el sistema. Desde los bancos hipotecarios a los instrumentos de dispersión del riesgo, de estos -bancos o sociedades compradoras de títulos- a los bancos de inversión, de ahí a las agencias que sostienen el mercado hipotecario norteamericano (GSE’s), de ahí a las agencias aseguradoras, de estas a las agencias de rating, a los hedge funds y a todos los segmentos del mercado

La crisis se inicia en EEUU pero se extiende y acaba afectando a todo el sistema financiero. Aflora lentamente por la opacidad de los activos y agentes implicados y resulta dificil saber los activos afectados y en qué manera han sido afectados.

La primera valoración era, en Septiembre de 2007, de 100.000 millones de dólares, en Octubre ya era de 200.000, en Noviembre 300.000, en Enero de 2008 400.000, en Febrero, en Davos, se valoró el impacto en 500.000 y el FMI acaba de valorar en Abril en 945.000. ¿Cuando acabará de aflorar el daño a los activos? Mientras no aflore todo la confianza estará en crisis

Efectivamente amigo, los mercados financieros deben andar aún un largo camino para llegar a la perfección.

Respecto a quién pierde, perdemos todos, lo que pasa es que lo que supone para los más débiles resulta insufrible para quien tenga un mínimo de sensibilidad.

El capitalismo liberal no es malo en sí, a mi juicio, es el peor sistema si excluimos a los otros, como pasa con la democracia -Churchill dixit- pero necesita correcciones: un aparato -¿planetario?- que obligue a cumplir las normas, un marco legal adecuado -que hay que perfeccionar de forma constante porque los que inventan mecanismos financieros para burlarlo no descansan- y una corrección basada en la solidaridad con los más débiles.

Un haiku como firma y depedida:

Gustavo Mata,

siempre a su derecha

cerca de usted

NOTICIAS DEL DÍA 10 DE JUNIO

Hoy en EL PAÍS podemos leer una noticia sobre las cuentas de Lehman Brothers en el último trimestre, muy afectadas por la crisis; y otra en la que Bernanke dice que lo peor de la crisis en EEUU ha pasado ya.

Por otro lado, podemos leer en Expansión que parece que lo de mantener los tipos bajos relanza la inflación en EEUU. afectando Wall Street. Trichet firme anunciando que subirá tipos a la próxima y en Europa el euribor en casi en el 5,5%.

Y el Director del monopolio ruso del gas anunciando que el petróleo va a llegar a 250 $ el barril.

Esto acaba de empezar. Todo lo que aprendáis en esta crisis os va a servir el resto de vuestra vida. ¡Atentos!

Gustavo Mata

BARAK OBAMA

Barak Obama no ha concretado bien sus intenciones políticas y menos aún las económicas. La larga carrera hacia la Casa Blanca obliga a los candidatos a no equivocarse más que a acertar en sus propuestas y eso hace que no sean muy explícitos y concretos en la campaña. Barak Obama dice: «Tengo la certidumbre de que cuando pasen varias generaciones, seremos capaces de mirar atrás y decirle a nuestros hijos que éste fue el momento«. Trata de ilusionar a su país con el lema “Yes we can” -sí, podemos-, abogando por el cambio -sin especificar demasiado en qué consiste, al menos por ahora- y hablando de un nuevo futuro para América, en la línea de los Presidentes Roosevelt –con su “new deal”-, Truman -con su célebre frase «The buck stops here», que significa algo así, como es lo que hay, o sea: debemos asumir la responsabilidad de la situación- o Kennedy –con su llamada ilusionante a todos los americanos al tomar posesión: «No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país-.

En términos generales, frente a la política neoliberal extrema de Bush propugna una política de izquierda moderada -como la que en España representa José Luis Rodríguez Zapatero- . Reivindica «la construcción de una economía que no sólo beneficie a los ricos”; «hay que darse una vuelta por las ciudades de Michigan, Ohio y de Minnesota -en las zonas más castigadas por la crisis-, para entender el tipo de cambio que la gente quiere». Del lado de los ingresos, dice que quiere subir el impuesto de sociedades -hasta el 28 %- crear un impuesto especial sobre los beneficios de las petroleras y corregir tanto las fuertes rebajas de impuestos ordinarios a los más ricos, como las del impuesto de sucesiones que Bush planteó. Y, del lado de los gastos, pretende dar seguro médico a los enfermos crónicos y habla de crear un gran fondo que, de una parte, permita convertir las caras hipotecas de tipo variable en hipotecas a tipo fijo y, de otra, evitar la medida extrema de los embargos a los morosos. Estas, hipotecas otorgadas a gentes sin avales, que se han visto atrapados por la crisis económica, la bajada de los precios de los inmuebles y la bajada de ventas en el mercado inmobiliario, son las famosas subprime que han sido la espoleta de esta tremenda crisis en la que estamos inmersos. Pero EEUU tiene ya un gran déficit presupuestario y muchos compromisos de gasto militar enorme, derivado de Guerra de Irak y de la presencia de las tropas en Afganistán que lo agravan.

En política exterior, plantea una retirada ordenada de Irak. Como dijo en su discurso reciente más sonado: «El cambio es una política exterior que no empieza ni acaba con una guerra que no debió autorizarse. No me quedaré parado fingiendo que nos quedan muchas buenas opciones en Irak. Lo que no es una opción es dejar nuestras tropas en ese país durante los próximos 100 años, especialmente en un momento en que el ejército está al límite, nuestra nación está aislada y casi todas las otras amenazas contra América son ignoradas»

Obama tiene una mayor sensibilidad medioambiental y plantea una mayor apertura multilateral de EEUU al mundo; también pretende añadir a los acuerdos comerciales con terceros países menos desarrollados cláusulas para garantizar las condiciones laborales de quienes los fabrican y el respeto al medioambiente.

¿Qué pienso yo? Aún no tengo un juicio formado sobre Obama, pero después de haber “disfrutado” a Bush ocho años, ante su alternativa -Mc.Cain -, que representa más de lo mismo, le prefiero, sin duda. Hay una cosa que me gusta de Obama: sacaba unas notas excelentes en la Universidad; no me consta que Bush las sacara malas, pero apostaría una buena cantidad a que las de Obama eran mucho mejores que las de él y eso que su padre no era ni blanco, ni rico.

Gustavo Mata

ALGUNAS COSAS QUE SE PUEDEN HACER PARA SALIR ANTES DE LA CRISIS:

Según el ranking del informe Doing Business 2008 España es, entre 178 economías:

La que ocupa el 38º lugar en facilidad para abrir un negocio, igual que en 2007.

La que ocupa el 118º lugar en manejo de licencias, el 108º en 2007.

La que ocupa el 154º lugar en facilidades para contratar trabajadores, el 152º el año pasado.

La que ocupa el lugar 42º en facilidades, para registrar propiedades, el 41º el año pasado.

La que ocupa el lugar 13º en facilidades para conseguir créditos, el 12º el año pasado.

La que ocupa el lugar 83º en protección de inversores, el 81º el año pasado.

La que ocupa el lugar 93º en complejidad y carga del sistema impositivo, el 91º el año pasado.

La que ocupa el lugar 47º en facilidades para el comercio transfronterizo, el 43º en el año pasado.

La que ocupa el lugar 55º en garantías del cumplimiento real de los contratos, el 59º en el año pasado.

La que ocupa el lugar 17º en facilidades para cerrar una empresa, el 15º el año pasado.

Sonrojante.

Cuanto más flexible es una economía más rápidamente se adapta, mejor aprovecha la bonanza y sale antes de las crisis. Fijaos si tiene tarea el inactivo gobierno… y la desaparecida oposición. ¡A legislar! Pero para quitar burocracia inútil y reformar las leyes paralizantes. Necesitamos muchas reformas. ¡Qué trabajen los políticos en el Parlamento hasta que seamos un ejemplo para los demás países! ¡Exijámoslo, son nuestros empleados!

Os recomiendo que os descarguéis el informe completo y si tenéis algún amigo diputado se lo mandáis.


Gustavo Mata

NOTAS SOBRE LA CRISIS Y SUS CAUSAS

La situación económica española no se entiende sin entender la situación mundial. Estamos en una economía globalizada e interdependiente.

Te explico lo que, a mi juicio, está pasando.

PRIMERA CAUSA

Hay una causa primera y fundamental que es que durante muchos años hemos disfrutado de un alto crecimiento de la economía mundial. La economía tiene ciclos y a fases de crecimiento suceden fases de ajuste. Ahora tocaría la fase de ajuste.

La política monetaria, que cada vez es más sofisticada, como consecuencia de que en cada crisis y en cada fase de crecimiento los economistas aprenden más y más sobre la economía, puede, y de hecho lo hace, contribuir a alargar las fases de crecimiento y a acortar las de ajuste. La política monetaria clásica dice que si pones más dinero en circulación -inyectar liquidez al sistema, lo llaman ahora- y bajas los tipos de interés la economía se anima; si ésta se anima excesivamente –se recalienta- aumenta la inflación -suben los precios y eso es el peor impuesto para los pobres-; y para corregir la inflación lo que se debe hacer es drenar liquidez al sistema y subir los tipos de interés; que haya menos dinero en circulación y que éste sea más caro; a corto plazo eso genera muchos problemas, pero es la única forma de que a medio plazo se retome la senda del crecimiento con control de la inflación. El juego es sutil y se ve muy afectado por la confianza: si los entes económicos empiezan a desconfiar anticipan y acentúan las crisis y si empiezan a confiar o vislumbran que la situación va a mejorar anticipan la salida de las crisis.

Hemos disfrutado de tipos de interés históricamente bajos y de inflación históricamente baja. Todos nos hemos puesto a aprovechar la coyuntura. Eso ha dado lugar a que se hayan abordado inversiones poco rentables, por parte de entes poco solventes, comprado activos excesivamente caros, endeudándose a plazos excesivamente largos. Parecía que la bonanza nunca se iba a acabar -eso es lo que siempre se percibe justo antes de que se desencadene la tormenta, pocos son los que se atreven a decir que está a punto de pasar algo, y pasa, luego nos explican lo que pasó y por qué pasó pero nadie se atreve a pronosticarlo porque antes no se sabe con certeza nada- pero bruscamente se acabó. La pólvora estaba en el barril y estaba prensada, sólo le faltaba el iniciador, la espoleta; ¿cuál fue ésta?

Los bancos y otros entes financieros menos controlados, singularmente los americanos, habían dado demasiados créditos a gentes insolventes , además habían titulizado esa deuda y la habían vendido a otros -es decir, el que había recibido el crédito ya no se lo debía devolver al banco sino a otro que había comprado la deuda- con jugosas comisiones para el banco en la operación. La deuda había sido calificada como buena por las agencias de rating pero era realmente mala. En muchos casos esa venta de deuda se hizo varias veces en cascada. Los directivos de la banca que cobran salvajadas de incentivos si tiene buenos resultados y que cobran salvajadas de indemnización si tienen malos resultados y los echan tomaron demasiado riesgo. En fin, de pronto, algún banco empezó a tener problemas con los morosos y el pánico se desató. Todos estaban contaminados y debían de dotar tremendas provisiones para sanear sus balances, eliminando la deuda que no iban a cobrar nunca. Esa es la crisis de las hipotecas subprime del verano y otoño pasados . Si la Reserva Federal Americana no hubiera salido al rescate del sistema financiero inyectando salvajemente dinero y el Banco Europeo no le hubiera acompañado, podría haber ocurrido lo que pasó en el año 29 y hubiéramos tenido un crash y una nueva Gran Depresión. Pero, durante meses, y aún dura, nadie se fió de nadie porque no se termina de saber hasta qué punto cada banco ha saneado o no sus balances o hasta qué punto está ocultando sus problemas. Como nadie se fía de nadie, nadie presta dinero, aunque lo hay, y los tipos del interbancario suben y eso empuja los tipos reales de mercado al alza.

La Reserva Federal cree que para evitar la recesión, lo que debe hacer es bajar los tipos de interés y los ha bajado. Los europeos creen que para evitar que se descontrole la inflación lo mejor es subir los tipos aunque eso frene el crecimiento.

SEGUNDA CAUSA

Los americanos llevan décadas con déficit, para financiarlo deben endeudarse globalmente. La influencia del desastre de la guerra de Irak no hace sino empeorar, y gravemente esa situación. El asunto es tan serio que un 70 % del ahorro mundial va a parar a EEUU para financiar ese déficit. El ahorro del mundo se va para allá. ¿De dónde viene tanto dinero? De todos los sitios, pero singularmente de China, también de los países árabes productores de petróleo, de India, de la Unión Soviética, etc. Las reservas de dólares de China son tremendas: 3.000.000.000, es decir tres mil millones de dólares. Y siguen comprando dólares y financiando el déficit americano. ¿Os imagináis el poder que eso les da? ¿Qué pasaría si al chino responsable de la cosas le diera por no comprar dólares o por empezar a vender parte de los bonos del tesoro americano que tienen? No creo que le de por eso, porque no sería bueno tampoco para él, pero tiene al gigante americano agarrado por un sitio sensible.

Desde 2002 el euro no para de revalorizarse respecto al dólar. Hasta el punto de que ese desequilibrio resulta ya muy preocupante. Pero con tipos de interés altos en Europa y bajos en EEUU no parece fácil corregir esa tendencia. Eso no facilita nuestras exportaciones, pero, pese a todo, Europa sigue exportando bien.

TERCERA CAUSA

El petróleo es un recurso no renovable. Se empieza a ver que más pronto que tarde se puede acabar. Además el consumo está disparado por décadas de crecimiento. Aunque los países desarrollados han sabido disminuir la dependencia relativa de su producción del consumo de petróleo, China e India tiran fuertemente de éste. Además, la situación en los países productores no es especialmente estable: ni en el Oriente Medio, ni en Venezuela, ni en África, los países productores están pasando por situaciones que permitan aumentar -ni a corto plazo ni a medio o largo plazo- la producción. La investigación de ha descuidado y aparecen pocas nuevas reservas.

Por si todo esto fuera poco, la humanidad es cada vez más y más consciente de que los gases de efecto invernadero -sobre todo el CO2 que se produce cada vez que un combustible fósil –carbón, petróleo o gas- se quema, producen un cambio climático de consecuencias desastrosas que está cerca de ser irreversible o incontrolable con graves efectos sobre la habitabilidad en muchas zonas del planeta -como siempre las más pobres-. Con un petróleo a 120 dólares o más, la inflación se dispara.

¡Lo que faltaba!: Los alimentos básicos se disparan de precio contribuyendo al aumento de la inflación, primero por un aumento de la demanda -otra vez China e India- segundo por una serie de coyunturas desfavorables para la producción, tercero porque una parte de la producción de cereales se ha destinado a producir biocombustibles, y cuarto, porque con tanta liquidez en el sistema se especula con cualquier cosas que pueda subir. Eso ocurre también con el petróleo que está sometido a fuertes tensiones especulativas.

Hasta ahora la inflación está causada fundamentalmente por eso. Pero ¿se puede disparar si las tensiones en los precios provocan subidas salariales generalizadas? Eso nos metería en la temida espiral inflacionista.

BUENO, ¿Y EN ESPAÑA QUÉ PASA?

Estamos globalizados y todo lo ocurrido nos afecta.

La crisis derivada de las subprime nos afecta de varias formas. Primero encarece y dificulta el crédito, y España, integrada en el euro, resuelve su gran déficit endeudándose -no es el Estado, de momento, que aún tiene superávit, el que se endeuda -sino todos: las familias, las empresas, los bancos; insisto: todos. Si el crédito es más difícil y más caro nos afecta.

Además corremos el riesgo de que la deuda de parte de los españoles que han adquirido viviendas pueda resultar impagada. De momento se ha incrementado mucho la morosidad, aunque sigue siendo baja. Parece que la situación de la banca española -mejor y más profundamente regulada que otras- es mucho más saneada que la de otros países, pero la sola duda es un problema-.

Nuestro modelo de crecimiento -crecimiento muy superior, en estos pasados años, a la de los demás países europeos -estaba sostenido por un alto consumo interno y, sobre todo, por la construcción de viviendas-. Ambos se vienen abajo con una velocidad más que preocupante. Lo de la vivienda es un desplome y en el consumo se observan síntomas más que graves de caída espectacular. A eso unos lo llaman crisis, otros, desaceleración intensa o desaceleración significativa. Nadie se atreve a hablar de riesgo de recesión, yo tampoco. Y aunque el pesimismo, como dice el Presidente Rodríguez Zapatero no ha creado ni un solo puesto de trabajo, el optimismo irreflexivo e injustificado tampoco.

Si la disminución del crecimiento incrementa mucho el paro aumentará la morosidad y, también, previsiblemente los conflictos. Ya empezamos a ver conflictos en el transporte, en la pesca, en la agricultura, etc. Si eso da lugar a concesiones excesivas a estos sectores en crisis eso reforzará la inflación y corremos riesgo de empezar a caminar por la espiral de subidas de precios.

A mí el Presidente Rodríguez Zapatero no me gusta mucho; claro que el Jefe de la oposición D. Mariano Rajoy tampoco me gusta nada –qué espectáculo están dando, madre mía- . En fin, que soy uno de los millones de españoles que vota contra un candidato y contra un partido, y que hace ya muchos años que no vota a favor de nada, ni de personas ni de partidos; todos han hecho muchos méritos para mandarles a ahí -a dónde estáis pensando todos que me apetece mandarles y a dónde mi abuela no me dejaría mandar a nadie-. Espero siempre que los políticos mejoren, lo espero de verdad pese al pasado. Creo que su tendencia a atajar los problemas enseguida con concesiones, tratando de contentar a todos, ha sido eficaz en tiempos de bonanza en lo económico -no tanto en lo político, a mi juicio-, pero en tiempos de crisis, ¿sabrá hacer frente con firmeza a las protestas? ¿se atreverá a pedirnos sudor y lágrimas para salvar la situación si es que hiciera falta que nos lo pidiera?

Ya sé que es difícil decir que necesitamos firmeza y sacrificios para salir de la situación. En algunos casos habrá que ayudar a salvar la situación a sectores y a personas que estén especialmente afectadas. Pero ¿quién se cree que los de lo 400 euros para todos es lo mejor que se podía haber hecho? Como reconoce Solbes, esa medida les deja sin margen de maniobra para acometer medidas que van a ser más oportunas y más necesarias. Un margen que necesitamos.

Decía D. Julián Marías en un libro delicioso -“Tratado de la ilusión”, que os recomiendo- que ilusión viene de iluso, y claro la ilusión es una condición que apenas se puede conservar en la vejez o madurez avanzada. Con todo yo no estoy ilusionado pero soy optimista. Saldremos de ésta. Hemos salido de todas. Yo he visto más de seis veces lo que se ha llamado el milagro español. Esta vez va a ser más fácil. Estamos en el euro y somos la octava economía del mundo. Tenemos problemas, pero entre todos los salvaremos. Pero ¿cómo? Honradamente no lo sé.

Gustavo Mata

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