Esta mañana estoy por primera vez realmente perplejo ante la evolución de la crisis. Llevamos más de un año despertándonos cada día en una situación peor y esto parece no tener fin.
La bosa baja y baja sin encontrar el fondo. ¿Hasta dónde vamos a llegar en esta carrera bajista? Si la bolsa anticipa la evolución negativa de la economía debemos concluir que la previsión de lo que nos va a ocurrir es peor cada día; y así es, los datos que van apareciendo lo confirman: el mundo entero entrará probablemente en recesión; las economías desarrolladas ya lo están; nadie, ni siquiera el más optimista, espera que el panorama empiece a aclararse antes de un año.
Hace muchos meses cuando el IBEX estaba por encima de 15.000, pronostiqué que llegaría a 11.000 y me llamaron alarmista, hoy está por debajo de 8.000 y no para de bajar. Ayer bajó en torno al 3 % como el resto de las bolsas europeas. También Wall Street perdió ayer un 5% y el Nikkei bajó el 6,89%. Los mercados apenas se vieron afectados por la cumbre del G-20, que salió mejor de lo esperado, aunque no se esperara mucho de ella. De hecho reaccionaron bajando.
Lo de ayer del IBEX afectó sobre todo a la banca y especialmente al Santander, que perdió un 9,98%; el BBVA bajó el 5,45% y el Popular el 3,97%. En Europa también bajaron los bancos: el HBOS el 13,87%, el Royal Bank of Scotland el 12,35%) el BNP Paribas el 8,09%… Pese a todos los planes y ayudas programados la banca no para de caer en sus cotizaciones.
A esta hora, las 11:40 de la mañana, la bolsa española pierde más de un 3%.
Hay quien dice que las bolsas todavía bajarán mucho más. ¿Hasta qué nivel? En este contexto hay que fijarse mucho en la evolución de la cantidad de dinero que se mueve en los mercados de valores.
Yo, hoy, he perdido la confianza en mi capacidad de análisis. La situación me supera.
Os lo confieso abiertamente: ¡No termino de entender bien lo que pasa!
noviembre 20, 2008 at 1:02 pm
Pues ya somos dos, creo que hay una desvandada tan brutal que esta navidad va a ser realmente dura. La peor económicamente de nuestras vidas.
Lord Daven
noviembre 20, 2008 at 4:50 pm
http://friendfeed.s3.amazonaws.com/ccda2b49cdb08e708b2be9a46136827228baba64
La historia de un siglo de prosperidad en una gráfica.
noviembre 20, 2008 at 9:26 pm
Miéntenos Gustavo. Prefiero tu optimismo antropológico. En este momento necesitamos un San Manuel Bueno mártir.
Fuerza y valor
Fran
noviembre 21, 2008 at 5:47 am
Hola Gustavo,
La verdad es aunque que tenéis razón y es sin duda la peor crisis que haya visto en mi corta vida, creo que hay demasiado tremendismo en las noticias.
Si bien es cierto que «se han cometido errores» la realidad es que el marco económico y político mundial está mejor preparado que nunca para afrontar el reto (Por ejemplo, es reseñable la coordinación de los bancos centrales en medio mundo a la hora de tomar medidas paliativas).
Lo malo es que el pesimismo ha contagiado todos los sectores de la sociedad, esto ha sido más rápido que nunca debido al desarrollo sin precedentes de los medios de comunicación, y esto se nota en las bolsas. «Es decir, estamos todavía de resaca después de la borrachera de los mercados financieros».
Confío en que eventualmente recuperemos la calma, reformemos los mercados, y cambiemos al nuevo paradigma económico, sea el que sea. Entiendo que a mucha gente (sobretodo a los inquietos empresarios, que siempre estáis a la caza del nuevo negocio) le cueste esperar, pero toca “hacer de tripas corazón y seguir”.
noviembre 21, 2008 at 10:45 am
Fran, hay momentos de debilidad. Prefiero compartirlos también.
Hace sólo unos meses que releí la magnífica novela de Unamuno que citas, San Manuel bueno martir, sobrecogedora en su sinceridad y sencillez.
Recomiendo a todos su lectura.
Aunque Unamuno viene a hacer lo contrario de lo que hacía Manuel; en lugar de consolarnos nos muestra la verdad que hay detrás del consuelo basado en la mentira piadosa.
Pienso que ser bondadoso no es ser bueno y que frecuentemente es casi lo contrario.
Un abrazo, finalmente, optimista.
noviembre 21, 2008 at 10:48 am
Carlos, aquí seguimos pese a todo.
Ya os he dicho alguna vez que en mi pueblo, Pola de Siero, en Asturias, un sitio donde llueve mucho y a menudo, dicen: «nunca llovió que nunca parara».
A ver si escampa de una… vez.
Un saludo muy cordial.
noviembre 21, 2008 at 11:12 am
Os remito al catedrático de econimía «Santiago Niño Becerra». Da una visión particular de hasta donde llegará el alcance de la crisis, bastante catastrofista a mi juicio, aunque no impensable, ni imposible. Para él todavía no a empezado, sino que estamos viviendos los acontecimientos precursores de la verdadera crisis. (solo con introducir su nombre en google aparecerán numerosos articulos del autor)
En cualquier caso lo que me parece mas interesante es que predijo el tsunami económico actual en el año 2006 en ABC.
Conforme está la situación cualquier cosa puede pasar y cualquier teoría o predicción puede desmontarse o todo lo contrario.
Desde mi balcon, yo lo que veo y de lo que estoy casi seguro es que ha empezado el año de los ERES, el que le sigue será el año de los Concursos de acreedores, y el posterior…. ¿quizás mendicidad generalizada o intervención salvaje del estado en las empresas privadas?
Si la banca tiene problemas y el estado les inyecta capital; si el sector del automovil tiene problemas y el estado va acabar haciendo lo mismo con las empresas que lo componen; Por que hacer lo mismo, cuando llegue el momento con el sector del mueble o con el gremio de decoradores de ensaladillas rusas…
Un saludo a todos
noviembre 21, 2008 at 11:13 am
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/51307-articulos-de-santiago-nino-becerra-post-oficial.html
noviembre 21, 2008 at 12:46 pm
Juan,
A mi juicio, dejar que la banca entre en crisis por falta de liquidez es insensato. Salvar a la banca porque tenga crisis de solvencia es más discutible, a menos que lo que se haga sea nacionalizarla total o parcialmente. Las ayudas a los demás sectores sólo puede ser coyuntural y tratando de paliar el daño social que se produce al dejarlos a su suerte,pero siempre acaba saliendo socialmente más caro que no hacer nada. Al menos en todos los casos que yo recuerdo.
Un abrazo y gracias por el comentario.