Hoy, mientras conducía, he oído de pasada en la radio una referencia a una historia que me ha gustado. No sé quién la referenciaba ni a quién se refería, lo siento; sí recuerdo que era en el programa de Carles Francino. Me gusta el tema para empezar el año.
Os lo cuento: alguien que tenía que recorrer una larga distancia para alcanzar su objetivo, cuando había recorrido la mitad del camino, se sintió exhausto; las fuerzas le abandonaban y decidió renunciar; se dio la vuelta y regresó a su punto de partida. Al final recorrió la misma distancia que si hubiera decidido continuar hasta alcanzar su objetivo, se cansó lo mismo y no llegó a ninguna parte. A otros les pasa cuando les falta sólo el 20 % o incluso menos. ¡Qué no os pase lo mismo! La virtud primordial de los triunfadores es la persistencia.
No conozco a nadie con éxito, en cualquier faceta, que no haya empezado fracasando una vez o más. Si sentís que estáis fracasando en vuestros afanes pensad que estáis en el camino del éxito. Así lo alcanzaréis.
Ya sé que parezco el P. Mata, pero ¡es verdad lo que digo!
En la tumba de Camilo José Cela hay un epitafio que el mismo escogió; dice: “el que resiste gana”. Ante un año lleno de dificultades lo que hace falta es temple, esperanza y capacidad de resistir.
Ánimo y a por 2009. ¡No va a ser para tanto!
enero 8, 2009 at 1:30 am
Una se ve arrastrada así por la irrealidad que es hueca, pobre e indefinida a cambio de una realidad que es «duración» y que es vida pero también es «dureza» y la dureza es la propiedad física que hace que algo sea duredero, que haya «retinencia» en el objeto. Y que haya «resistencia».
Pero yo a veces parezco un espectro de realidad porque siempre dejo escapar las cosas en el momento en que creo se van a culminar o en que inconscientemente brotan hacia mí.
La conciencia o evidencia privada de conocimiento aquí también juega un papel, frente al conocimiento a priori público y por tanto criticable, y por tanto falible.
Estaría bien recordar la frase de Lao Tsé:
«El hombre suele malograr
la obra cuando va a concluirla,
cuidando del final como del principio
ninguna obra se perdería».
Tao te king.
Y también me gustaría citar una frase de los estoicos, de Lucio Anneo Séneca:
«Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros piensen de ti. La mayor victoria está en vencerse a sí mismo».
Esta frase también la expresó de otro modo similar Calderón de la Barca:
«Vencerse a sí mismo un hombre es tan grande hazaña, que sólo el que es grande puede atreverse a ejecutarla».
~
Y apostillando a lo que dice Cela, se necesita de mucha paciencia pero también de mucha voluntad para tener firme resistencia. Son cualidades positivas que debemos cultivar.
~
Aquí deseándote, Gustavo, que estos días hayan resultados felices y volviendo a la cotidianeidad.
Saludos calurosos para vencer este frío!
enero 8, 2009 at 12:36 pm
Querida amiga sólo nosotros somos un enemigo, para nosostros mismos, que sea digno de ser tomada en cuenta.
¡No seas tan exigente contigo y deja que te disfrutemos como eres!
Gracias por tus comentarios tan inteligentes como oportunos Ishtar.
Un saludo muy cordial.
enero 14, 2009 at 1:11 pm
Estimado profesor,
Totalmente de acuerdo con esta visión, me recuerda en cierto modo aquello de «El que la sigue la consigue».
En épocas de crisis, hay mucha gente que digamos que pierde el tren o incluso se tiene que bajar de él.
Pero a todos ellos les diría que hay mucha gente que resiste y consiguen superarla. Y la mayoría de estos últimos sales más reforzados a muchos niveles. A nivel económico; mucha competencia está desapareciendo por que no ha podido superar los problemas financieros, en muchos otros casos se está optando por abrirse finalmente a nuevos mercados internacionales, con el fin de tener un mercado más amplio e intentar diversificar en cierta forma el riesgo.
Sin embargo, creo que a nivel intelectual, también se sale reforzado, puesto que se pueden ir viendo los problemas tanto en empresas como en particulares, en su mayoría provocados por errores de los que es muy importante que todos aprendamos. Es decir, observar los errores y aprender de ellos continuamente, intentando tener siempre la capacidad de ver las cosas de forma objetiva.
Saludos cordiales