Ayer tuvimos ocasión de asistir a un debate inútil. Ni el Presidente del Gobierno, ni el Jefe de la Oposición parecen tener ni idea de economía. Se les nota perdidos e incómodos en el debate. El uno tratando de negar lo evidente en un juego semántico que ya aburre hasta a las piedras y el otro cayendo en la fácil descalificación recurriendo al ofensivo “usted engaña a los españoles” pero sin aportar nada substancial.
¿Es tan difícil decir que el mundo afronta una crisis financiera sin precedentes y que al año, casi, de haberse desatado, y pese a los tremendos esfuerzos del sistema inyectando liquidez no se sabe cuál es finalmente el alcance de las pérdidas que la crisis de las subprime ha aflorado, aunque no paran de crecer las estimaciones y que eso nos tiene paralizados en una crisis de confianza global? ¿Es tan difícil decir que el mundo está sometido a una tensión terrible como consecuencia de la escalada de los precios del petróleo que tiene orígenes claros en el incremento del consumo pero también en la especulación a que los capitales puestos en circulación para atajar la crisis someten a los mercados de futuros? ¿Es tan difícil reconocer que eso provoca una inflación descontrolada en el mundo que obliga a subir los tipos de interés para intentar atajarla?
¿Es tan difícil reconocer que eso en España nos afecta más que a otros porque tenemos una mayor dependencia del petróleo que otras economías que nadie se ocupó de disminuir ni antes ni ahora? Sería oportuno que se hablara de qué se va a hacer al respecto aparte de lo de las bombillas, en serio. ¿Qué hay del debate sobre la energía nuclear?
¿Es tan difícil reconocer que en España estamos más afectados porque nuestra inflación es estructuralmente superior a las del resto de países europeos? ¿Es tan difícil reconocer que nuestro déficit por cuenta corriente va a enfrentarse a serias dificultades porque para que familias y empresas sigan endeudándose como hasta ahora no va a haber dinero disponible? ¿Es tan difícil reconocer que nuestro modelo de crecimiento basado en el ladrillo ha colapsado y el colapso va a dejar temblando nuestro crecimiento y lanzar al paro a muchísima gente? ¿Es tan difícil reconocer que se ha hecho poco por flexibilizar la economía, disminuir la burocracia, aumentar la seguridad jurídica, evitar las corruptelas, mejorar la justicia, mejorar la eficacia de los mercados, etc.? Se podría concretar qué se va a hacer al respecto.
¿Es tan difícil reconocer que los superávit que hemos tenido han dejado a la economía del estado relativamente protegida frente a la crisis pero que si no gastamos en lo que se debe se nos va a ir ese superávit en fuegos artificiales como la broma de los 400 euros?
Lo que pasa lo sabemos todos pero unos tratando de decir que no tienen la culpa llegan a negar la evidencia y los otros en su afán de echarle la culpa al Gobierno de todo se olvidan de contribuir a solucionar el problema. No se habló de los problemas de fondo ni se precisó lo suficiente nada de lo que se propuso.
Seguimos igual, enredando, y esto necesita un cambio de enfoque ya.
julio 3, 2008 at 4:24 pm
Señores, ya está bien de discursos electoralistas y empecemos a poner soluciones encima de la mesa. Dejemos de buscar culpables en pro de la búsqueda de soluciones.
Un saludo
julio 3, 2008 at 4:59 pm
Mi amigo Alfonso Martín Cañas dice: «si buscas culpas encuentras culpables, si buscas causas encuentras soluciones»
Un saludo.
julio 4, 2008 at 5:08 am
Señores, por favor es que no en lo único que se preocupan es en buscar culpables y no en buscar soluciones???…..
Ya está bien, hay mucha gente afectada y no hacen más que negar lo evidente.
julio 8, 2008 at 5:59 pm
Que lo lean los aludidos! A mi del gobierno el mensaje que me llega es que como la crisis (también llamada período de dificultades) no es culpa de ellos, parece que de nadie, no hay nada que se pueda hacer. Yo no puedo creer tampoco que no haya mucho que podamos hacer. Alguien les tiene que estar contando estas verdades, pero la sensación que dan es que no tienen ni un asesor decente. No es increíble? No puede ser… Yo no entiendo por qué no lo hacen mejor.
En el PP también saben lo que hay y cuales son las causas. Por qué no aportan nada, y sólo critican? Yo creo que ellos si saben por qué lo hacen. En su irresponsabilidad parece que les interesa más que todo vaya de mal en peor, porque piensan que esto les puede hacer ganar dentro de cuatro años. Tampoco es que se preocupen en disimular que este es el gran objetivo. De verdad les parece fenomenal que todo se vaya al cuerno mientras llegan las próximas elecciones?
Es esta una estrategia inteligente? O no les parece fenomenal, y es que de verdad tampoco les asesora nadie? Pregunto.
Entretanto todo se va efectivamente al cuerno. Hoy leo en El Pais un artículo con el título «en economía no hay milagros» y me echo a temblar. Suena a Apocalipsis. Igual de verdad ya no hay nada que hacer.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/economia/hay/milagros/elpepisoc/20080708elpepisoc_1/Tes
julio 8, 2008 at 7:12 pm
Hola de nuevo Malapata.
El comportamiento de los partidos raya en el absurdo.
En pleno problema de cuasi recesión económica los Congresos Nacionales de los dos grandes partidos se ocupan más de sus propios temas internos que de lo que le preocupa a la gente. El Gobierno con la empanada y el PP pensando, efectivamente, que cuanto peor mejor. Luego querrán que todos vayamos a votar cuando lleguen las elecciones.
El artículo de EL PAIS a mi juicio es excesivamente negativo. Ya verás cómo salimos adelante antes y mejor de lo que dicen. A pesar de los políticos que tenemos, saldremos adelante. La economía española es estructuralmente muy flexible.
Un saludo muy cordial.
julio 9, 2008 at 10:04 am
Buenos días:
A veces creo que sí, que necesitamos tutela. El atavismo siempre es el mismo. Algo se vuelve problemático de repente y las pestes son para el Gobierno de turno. Debe ser que vemos árbitros de fútbol en todas partes y asistimos en tribuna a nuestra historia.
Cierto es, se han apuntado todos los tantos positivos y se hacen los suecos en cualquier circunstancia adversa. Son lo que son: Políticos, ni siquiera sabemos qué representan y qué diablos hacen ahí. No son más que la evolución de un modelo clasista que es el representativo.
Ideas de un profano para acrecentar la confianza:
1. Modificar la ley de impuesto de sociedades. Si estudiamos detenidamente esta ley observamos que el peso de las deducciones de amortización sobre bienes de equipo recaen soibre los de segunda mano. Esto tiene su origen para evitar la chatarra prematura. ¿Tiene sentido en la actual coyuntura?. Ciertas deducciones por adquisición de BINs y subcapitalización alimentan la falta de compatibilidad mientras que las aplicadas al comercio exterior no son excesivamente alentadoras. No es sólo el porcentaje actual lo importante (del 35 al 33), sino aquellos escenarios de deducción y la estructuración de pagos lo que haría, en mi opinión, una labor reactiva.
2. Impulsar el desarrollo científico, en un país que puede presumir de ‘echar’ directamente a sus investigadores, la armonización entre objetivos estructurales y el cuerpo científico debería ser pieza maestra en nuestro programa de independencia energética.
4. El mayor margen de maniobra de la política económica es el marco fiscal, aún bajo nuestra soberanía: el Gobierno debería estudiar una reforma profunda en el IRPF con el fin de adecuar los gravámenes de forma más pronunciada en aquellas rentas más opulentas. Dicho de paso, hay que incentivar la circulación de grandes fortunas mediante inversión mediante la penalización de que estas se encuentren en depósito.
Por último, subyace una insatisfacción personal sobre este modelo democrático que, para mi, está llamado a su destrucción. Desde la máscara de los partidos políticos, los «representantes» son elegidos y se ha dejado al pueblo una soberanía residual.
Vuelvo al principio, como ciudadano no necesito tutela, ni regentes, ni representantes que se eligen en sociedades privadas (partidos políticos). Lo primero que debieramos pedir antes de emitir estas quejas justas pero cansinas, es mayor libertad para ejercer nuestra soberanía legislativa. En caso contrario ¿de qué nos quejamos?. El colmo de esta situación está en los «representantes» europeos: Heredamos directrices y leyes de ámbito europeo que ningún ciudadano ha pedido. En Europa, cada vez es mayor mi sensación de que estamos en manos de unos políticos corruptos que siguen las instrucciones de las multinacionales (que desde luego no me representan, ni a ustedes tampoco).
Hay que pensar seriamente en qué significa una democracia y cuando ésta se aleja de su origen etimológico. ¿Quién gobierna en Europa?
Un fuerte abrazo
Lord Daven, socialiste
julio 9, 2008 at 11:01 am
De acuerdo en lo que propones.
En desacuerdo en lo que concluyes: la democracia parlamentaria es el peor de los sistemas…, si excluimos todos los demás. Churchill dixit.
En Europa gobiernan mucho los burócratas a falta de políticos representativos realmente europeos. Sería bueno que aparecieran y controlaran a los burócratas mejor, desde un Gobierno y no desde un Parlamento poco eficaz, pero hasta ahora esos, los burócratas, resulta que nos están haciendo el trabajo.
Prefiero ser europeo de esta Europa llena de defectos que no serlo.
Un abrazo.
julio 9, 2008 at 12:19 pm
¡No, No y No!.El señor Churchill puede decir misa, ¡hay que argumentar!. Tenemos este sistema político y debemos o bien mejorarlo o aceptar sus carencias. La falacia de Churchill es presumir que todos los sistemas políticos ya han existido y él conoce personalmente todos. Opino que su declaración tuvo lugar en un momento en el que el totalitarismo era una amenaza para todos los países europeos.
Antes del siglo XVII no había una democracia representativa (Parlamento inglés) bien articulada. La democracia directa sólo se ha conocido en algunas ciudades griegas como Atenas antes de la entronización de Alejandro, todavía sobrevive en algunos cantones suizos.
Lamentablemente la representación deriva en vicios sistemáticos como el bipartidismo, el cleptomanismo, y la simplificación de la soberanía democrática y los intereses espureos de los lobbies poderosos. De los tres poderes clásicos, es el legislativo el que debe corresponder a las necesidades soberanas del pueblo ¿es eso así?
No tenemos más remedio que ser europeos, puesto quela península ibérica está en este continente, pero no al precio de una unidad política que está de espaldas a los ciudadanos europeos. Ante este panorama de opacidad legislativa y ejecutiva comprendo perfectamente a los Daneses e Irlandeses. Si los plebiscitos arrojan un resultado negativo ¿van a pasar sobre estos para acceder a la unidad europea en contra de sus pueblos como planean? ¿o deberían escuchar que opinamos de ellos los europeos? ¿O es que somos un «problema» para sus «fines»
El europeismo sin razones de peso es una claudicación de la capacidad crítica y no tiene peso argumentativo.
No me siento «representado» por las papeletas que meto en una urna y que tienen nombres de políticos que se han elegido en organizaciones a las que no pertenezco y no me son simpáticas
La democracia representativa fue duramente criticada por Rousseau. La relación entre un colectivo y su»representante» debiera ser lo más directa posible, con posibilidad de cesamiento por mayoría de petición de los representados, un régimen de ostracismo político parecido al que existe en el estatuto de trabajadores sobre los representantes sindicales. La necesidad de los partidos políticos ya ha pasado.
Y no digo más que me voy a repartir pasquines para incitar a la sublevación.
Un fuerte abrazo revolucionario
Lord Daven
julio 9, 2008 at 12:34 pm
¡No y no! Buen argumento ¿no? hablando de argumentos… Mi inteligente y apasionado amigo, mírate al espejo mientras argumentas y tú mismo te podrás aplicar la crítica. Se llama autocrítica y a los marxistas os gusta mucho.
Otra cosa, cuidado con la democracia directa que acaba a veces en orgánica. Tampoco el sistema suizo es ideal. Para ellos estupendo, pero ha llevado a no reconocere el voto de las mujeres hasta hace nada, por ejemplo.
Por lo demás no hace falta gastar mucho tiempo para decir que la Europa política no funciona bien. El mismo poco tiempo que hace falta para decir que Europa vive la más larga etapa de paz y desarrollo de su historia. «E pur si muove». Y sin embargo se mueve. Galileo Galilei.
Los verdaderos revolucionarios aprendemos enseguida a ser pragmáticos o acabamos en la guillotina sin hacer la revolución.
Un fuerte abrazo revolucionario para mi estimulante amigo.
Gustavo, español, europeo del Sur, reconocido políticamente como tal por el resto de los europeos sólo después de que los Pirineos se derrumbaran a la muerte de Franco. (encantado de serlo pese a quien pese porque así me siento más protegido de mis apasionados compatriotas mientras nos terminamos de civilizar, que nos falta un rato)
julio 9, 2008 at 1:25 pm
Por supuesto que el modelo suizo no es perfecto, todo sistema político tiene su historia y la del sistema suizo lleva siglos en el inmovilismo.
La lectura natural es que un sistema político demócrata que deviene en retraer la soberanía del pueblo se encuentra al borde de la «oligarquía», la de la «clase» política. Y eso es lo que tristemente sucede en Europa. Y, por supuesto, no queremos un senado «patricio» y menos un «imperio». Ya hemos tenido muchos y el recuerdo del colonialismo nos debería llenar de vergüenza (a los europeos).
No es de recibo que la única opción de protesta por leyes o actuaciones ejecutivas que no son mayoritarias sea la recogida de firmas y la movilización en las calles.
Uno de los mayores males de la democracia representativa es el «populismo». El cebo de los populistas es captar el desencanto, y en Europa también los hay.
La crítica de Rousseau, como bien conoces, radica en que los partidos políticos tienen sus propios intereses de confrontación y posicionamiento que interfieren de forma «determinante» en el funcionamiento correcto del mecanismo de representación popular. Tampoco responde a la filosofía del «contrato social», puramente asamblearia, reducir la capacidad legislativa del pueblo en organizaciones al respecto.
¿Estos son malos argumentos? ¿Estas leyes supranacionales que son una ingerencia en los propios convenios colectivos y al estatuto de los trabajadores, lo debemos asumir por puro «europeísmo»?
Y recuerdo: las guillotinas sirvieron, al menos, para enterrar definitivamente la edad media en Europa (menos Rusia). Sin guillotinas, a fuerza de puro mercado, millones de Irlandeses murieron de hambre con sus campos abandonados por terratenientes ingleses que obtenían mejores plusvalías exportando al continente. Las revoluciones, en ocasiones, son precisas.
Lord Daven
julio 9, 2008 at 1:54 pm
Los argumentos de los cinco primeros párrfaos son impecables amigo. Sigo leyendo, me he parado a contestarte antes de acabar porque preguntabas si eran malos argumentos.
No debemos asumir todo lo que manden desde Europa, claro que no, pero eso no descalifica globalmente el resultado positivo del imperfecto sistema que representan y que yo prefiero pese a todo a la nada.
Nada de guillotinas por favor. Ni de hambrunas provocadas por la injusticia y tenemos ahora muchas, no hay que irse a la Irlanda del XIX ni buscar a los culpables «en lejanas montañas o en desiertos ignotos».
No hay nada que merezca un muerto. El fin no justifica los medios, decías, o ¿sólo a ratos? Hay revoluciones pacíficas y suelen dar mejores resultados que los baños de sangre.
Un abrazo revolucionario, pacífico y solidario.
Gustavo
julio 9, 2008 at 2:03 pm
Gracias por el recordatorio, no por la fuerza de la guillotina, sino a golpe de mercado, en el áfrica subsahariana el número de pobres en extremo (con un nivel de gasto menos de un dolar diarío) ha subido a 550 millones de «personas» en el mundo.
¿Para qué necesitamos guillotinas si tenemos la bolsa y el mercado de futuros en materias primas?
julio 9, 2008 at 2:15 pm
Insisto en que es mejor la revolución pacífica. Más eficaz además de más humana.
¿Por cierto qué hacemos cada uno de nosotros y qué podemos hacer para parar la salvajada de que 1000 millones de seres humanos pasen hambre? HAMBRE, AHORA. No me vale como idea cerrar el mercado de futuros de Chicago, porque no está, de momento, a nuestro alcance y además sirve para muchas buenas cosas. Haría falta una regulación de ese mercado como de todos los demás, en las bolsas lo hay aunque sea mejorable.
Se abre el concurso de ideas revolucionarias pacíficas.