En efecto, como comenta Daven, la crisis de las subprime se parece mucho a la del 29, salvo que en esta ocasión la inmensa inyección de liquidez de la Reserva Federal y del BCE evitó el derrumbe inmediato -aunque ha contribuido a desatar la inflación y la especulación-. También el hecho de que la bomba no haya explotado de golpe sino que se ha ido aflorando poco a poco ha influido.
Ha habido varias razones que se han juntado: una larga etapa de bonanza con tipos excesivamente bajos. Mucho crédito otorgado sin garantías a tipos más altos -subprime-. Un crecimiento imparable del precio de las viviendas en EEUU al calor de lo dicho anteriormente. Titulización de los créditos, mezclando tramos de deuda con más o menos garantía y con menor o mayor interés. Venta de estos paquetes a «clientes preferenciales» otorgándoles crédito dándoles posibilidad de apalancarse y dándoles también garantías adicionales -osea si no pagan los del crédito malo, yo lo cubro-. Argucias para que esto no contaminara los balances de los bancos inventando entidades paralelas.
Cuando el fenómeno -con sucesivas ventas apalancadas de los títulos sobre esas deudas- entra en crisis porque se derrumban los precios de las viviendas y porque empiezan a aparecer los morosos masivamente se desata el pánico.
La crisis se extiende a todo el sistema. Desde los bancos hipotecarios a los instrumentos de dispersión del riesgo, de estos -bancos o sociedades compradoras de títulos- a los bancos de inversión, de ahí a las agencias que sostienen el mercado hipotecario norteamericano (GSE’s), de ahí a las agencias aseguradoras, de estas a las agencias de rating, a los hedge funds y a todos los segmentos del mercado
La crisis se inicia en EEUU pero se extiende y acaba afectando a todo el sistema financiero. Aflora lentamente por la opacidad de los activos y agentes implicados y resulta dificil saber los activos afectados y en qué manera han sido afectados.
La primera valoración era, en Septiembre de 2007, de 100.000 millones de dólares, en Octubre ya era de 200.000, en Noviembre 300.000, en Enero de 2008 400.000, en Febrero, en Davos, se valoró el impacto en 500.000 y el FMI acaba de valorar en Abril en 945.000. ¿Cuando acabará de aflorar el daño a los activos? Mientras no aflore todo la confianza estará en crisis
Efectivamente amigo, los mercados financieros deben andar aún un largo camino para llegar a la perfección.
Respecto a quién pierde, perdemos todos, lo que pasa es que lo que supone para los más débiles resulta insufrible para quien tenga un mínimo de sensibilidad.
El capitalismo liberal no es malo en sí, a mi juicio, es el peor sistema si excluimos a los otros, como pasa con la democracia -Churchill dixit- pero necesita correcciones: un aparato -¿planetario?- que obligue a cumplir las normas, un marco legal adecuado -que hay que perfeccionar de forma constante porque los que inventan mecanismos financieros para burlarlo no descansan- y una corrección basada en la solidaridad con los más débiles.
Un haiku como firma y depedida:
Gustavo Mata,
siempre a su derecha
cerca de usted
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