No me suele ocurrir, pero esta noche me he desvelado. Así que me he puesto a las 4:15 de la mañana con el libro que estoy leyendo: «Miguel de Unamuno» de Colette y Jean-Claude Rabaté, editado por TAURUS, que ha salido la semana pasada. De pronto en la página 393 me encontré con una cita de Unamuno que me encendió la cabeza: «los pueblos amigo mío tienen los gobiernos que toleran, aunque no los merezcan».
El año pasado en una tertulia en la radio dije, para empezar, «tenemos unos políticos que no nos los merecemos»; como cada tertuliano que intervenía decía para empezar «estoy de acuerdo con Gustavo», cuando me llegó el turno de hablar, llevado de mi paranoia de que si nadie me lleva la contraria debo ser yo quien me la lleve, dije «pues ahora no estoy de acuerdo con lo que yo mismo dije antes: a ver si tenemos precisamente los políticos que merecemos; ¡los votamos nosotros!»
Ahora el genial Unamuno me habla desde la estrellas y me lo explica todo: ¡tenemos los políticos que toleramos!
Indignémonos y protestemos ante esta marea de porquería que amenaza con anegar nuestra capacidad de asombro y nuestra decencia.
octubre 31, 2009 at 3:02 am
¿ Tenemos lo menos malo ?, yo mas bien me preguntaría ¿que clase de mierda es esta?, si nos viera un ciudadano de la grecia clásica nos escupiría a la cara por permitir a semejantes botarates que nos «desgobiernen» y representen a la clase política, que debería ser, por lo menos gente culta, con saber hacer y formados, y tenemos a mequetrefes que parece que desde que tenían chupete ya estaban pensando en hacer méritos para hacerse con un cargo.
Lo único que podemos hacer es tomarlos como ejemplo de lo que no hay que hacer, ah y por supuesto ¡¡ no votarlos !!.
octubre 31, 2009 at 11:21 am
Otro frente abierto.
Esto va camino de convertirse en algo muy gordo. ¡A ver si revienta de una vez el forúnculo de la corrupción política, que parece ya un antrax de diez bocas, y podemos meterle un buen chute de antibióticos que lo sane!
http://www.elpais.com/articulo/espana/ex/presidente/balear/Canellas/imputado/malversacion/elpepunac/20091031elpepinac_5/Tes
¡Traed madera!, ¡traed madera! ¡Más madera! ¡Es la guerra!, que dirían los hermanos Marx.
noviembre 1, 2009 at 12:50 am
Ultimas cortinas de humo, pretendiendo disculpar los fracasos.-
Créame, no tema a los bribones ni a la gente malvada, que más pronto o más tarde quedan al descubierto; tema más bien a los hombres honrados confundidos. Son personas de buena fe, desean lo mejor para todos y todos confían en ellos, pero desgraciadamente sus métodos sólo acarrean calamidades.
Ferdinando Galiani, economista napolitano, 1770.
Y por mucho daño que puedan hacer los malvados, el que causan los buenos es el más perjudicial.
Friedrich Nietzsche, 1885
Me he encontrado con estas dos citas que me han dado que pensar, porque fíjate vienen un poco a decir eso mismo que tú piensas, de que hemos tolerado cierto mal en parte porque somos no malvados o bribones como ellos, pero sí buenos y hasta justos, y por eso al estar confundidos lo hemos tolerado.
Para Nietzsche, “el bueno y el justo” simplemente antecede al peor de todos los especímenes humanos, el “hombre más despreciable”, encarnación del declive: el “último humano” (der letzte Mensch), o el embotado posthumano que contamina la tierra al final de los tiempos. “¿Qué es la creación? se pregunta el último hombre, y parpadea”. Ese casi humano es la proyección sombría que Nietzsche nos presenta del decadente animal humano de la modernidad, el último despojo del proceso histórico por el que la humanidad se condena a sí misma al estancamiento y al declive abrazando la confortable mediocridad del status quo en lugar de crear algo nuevo. El último Hombre personifica la extinción final de la voluntad y la creatividad humanas, el homo oeconomicus neoclassicus dedicado al trueque.
El desarrollo económico se produce mediante cambios estructurales que rompen el equilibrio generando rentas privilegiadas. Exigir que éstas no existan es lo mismo que pedir un estado estacionario indefinido. Sin embargo, hay que elegir qué actividades se deben proteger, lo que a su vez genera compadreo.
El desarrollo económico trata de coordinar los intereses públicos de la nación con los intereses privados de los capitalistas. La incapacidad de la teoría estándar para entender la dinámica del mundo de los negocios ha conllevado la incapacidad para entender la esencia económica de los países con rendimientos crecientes.
Si se optara por el compadreo schumpeteriano en lugar del compadreo basado en las ayudas, los países pobres podrían liberarse de la dependencia económica. El compadreo schumpeteriano aumenta el tamaño de la tarta económica nacional y mundial, mientras que el compadreo basado en las ayudas no añade nada, es un suma cero, sino que crea un sistema de incentivos que desvía la atención de la creación de valores nacionales y agrava la dependencia del extranjero.
~
hope you have a happy halloween!! darkest regards!
Virginiawoolf
noviembre 5, 2009 at 5:18 pm
“En España hay más de 800 imputados por delitos urbanísticos en 50 Ayuntamientos”, publica el diario ADN. La figura de político ya es sinónimo de “chorizo”. No hay más que acercarse a cualquier bar y escuchar el pensamiento y sabiduría popular. “En vez de sedes políticas, debían montar charcuterías” escuché esta mañana. Pero, en realidad, esta no cuestión para bromas.
En Valencia hemos vivido la desfachatez de los actos llevado a cabo por la ejecutiva provincial. Su forma de actuar me ha dejado incrédulo, pues nadie ha sido consciente de las responsabilidades de su cargo y que pese a ser culpables o no, el hecho de que pasara delante de sus narices y miraran a otro lado, es motivo de demitir.
En fín, creo firmemente en que ¡tenemos los políticos que toleramos!. El cambio empieza por la propia clase política, pero nuestra es la responsabilidad de no permitir que estos casos pasen con la ligereza con la que a veces ocurren.
Un saludo
diciembre 2, 2009 at 2:35 pm
Me ha dejado pensando también la frase de Unamuno «tenemos los políticos que toleramos». Nunca me lo había planteado de ese modo y lo cierto es que el sentido que le doy a ese planteamiento es que al final vemos a los políticos como elementos añadidos en nuestra vida, como sujetos presentes con quien cargar. Lo entiendo como algo lejano a la vida de cada uno/a de nosotros/as, algo que uno/a tolera es algo que no moviliza a la acción sino que se basa en el principio de «aguantar» y desde esa perspectiva me enervo conmigo misma por «tolerar» lo intolerable. Creo que en el fondo buscamos fórmulas que nos ayuden a «soportar» y que no nos pinchen para poder actuar, para responder de manera proactiva solicitando que sean personas íntegras, honradas y que realmente se pongan a nuestro servicio.
Enfín, no quiero tolerar, entendiéndolo así; porque al final ¿qué postura escojo? Casi siempre la de mirar a la clase política como algo un tanto ajeno (que se no lo es) a la vida diaria.
febrero 6, 2010 at 11:41 am
Gustavo, creo con total seguridad, que tenemos los políticos que nos merecemos y los que toleramos. Estamos en un país, (desconozco los demás) en el que el deporte nacional es criticar.
Yo me quedo estupefacto cada domingo, cuando vas al bar a tomar una cerveza y esta la concurrencia viendo el futbol ( a mi no me gusta el futbol), es curioso que seamos capaces de juntarnos todos los domingos, en bares, en salones o en campos de futbol, para en principio ver a 22 personas corriendo, intentando marcar gol en base a unas estrategias y después de entrenar. Cuando escuchas las conversaciones de los bares, te quedas un poco sorprendido de que todo el mundo entiende de futbol, de técnicas, de alineaciones y se permiten dar consejos a gritos a un entrenador o recriminar al arbitro cualquiera de sus decisiones, lo curioso es que el 90 %, o mas, de esa gente nunca ha jugado al futbol, ni ha realizado estudios de entrenador ni de arbitro, sus informaciones son simplemente basadas en diarios deportivos, generalmente afines a su equipo. Si en este país criticamos sin ninguna vergüenza esto sin saber absolutamente nada el futbol, que no haremos con la política.
Creo, estoy convencido, de que el 95% de la gente que vota en España, nunca se ha leído un programa electoral, ni asisten a mítines, ni de uno ni de otro lado, nadie se informa de nada de lo que se ofrece, ni de las ideas de nadie a los que se vota. Nadie en este país se preocupa de estas cosas, da igual que estemos atravesando, posiblemente, la peor crisis de la historia, que si gana la selección se acabaron los problemas. Que esperamos de los partidos si compramos el producto sin probarlo ni estudiarlo. No se cual es el sistema mejor, aunque este sea el menos malo, pero si queremos reclamar algo a los políticos, deberíamos votar en conciencia, basándonos en algo. Si vemos la política como el futbol mal vamos, si nadie tiene ni idea de que partido se juega, ni contra quien ni que es lo que esta en juego. Conocemos al entrenador por la televisión, no sabemos en que se basa para hacer la alineación, no sabemos su estrategia de juego, no conocemos el presupuesto del equipo, solo el campo y las caras de los que se juegan el partido por nosotros. Creo que en España se eligen los políticos como quien elige la alineación de un equipo de futbol en juego de una video consola, además después de elegirla apagamos la tele y que jueguen solos que nosotros nos vamos a tomar una cerveza. Que podemos esperar de una sociedad que cuando en Francia estaba toda la juventud en la calle para protestar por una ley del primer empleo, que consiguieron retirar, en España teníamos a la juventud también en la calle, pero para protestar por que habían prohibido el botellón en la calle.
Que dios nos coja confesados en este camino que hoy comenzamos ( ya llevamos km y no sabemos ni siquiera andar..)
febrero 10, 2010 at 10:07 am
Pese a todo digo: ¡Bendita democracia parlamentaria representativa! Aunque sea poco participativa.
La democracia es el peor sistema posible si exceptuamos a todos los demás, como dijo Churchill.
Pienso seguir yendo a votar, aunque sea en contra de unos y no a favor de los que vote.
Gracias por el comentario.
Un saludo.
mayo 19, 2010 at 7:39 pm
Gustavo, creo con total seguridad, que tenemos los políticos que nos merecemos y los que toleramos. Estamos en un país, (desconozco los demás) en el que el deporte nacional es criticar.
Yo me quedo estupefacto cada domingo, cuando vas al bar a tomar una cerveza y esta la concurrencia viendo el futbol ( a mi no me gusta el futbol), es curioso que seamos capaces de juntarnos todos los domingos, en bares, en salones o en campos de futbol, para en principio ver a 22 personas corriendo, intentando marcar gol en base a unas estrategias y después de entrenar. Cuando escuchas las conversaciones de los bares, te quedas un poco sorprendido de que todo el mundo entiende de futbol, de técnicas, de alineaciones y se permiten dar consejos a gritos a un entrenador o recriminar al arbitro cualquiera de sus decisiones, lo curioso es que el 90 %, o mas, de esa gente nunca ha jugado al futbol, ni ha realizado estudios de entrenador ni de arbitro, sus informaciones son simplemente basadas en diarios deportivos, generalmente afines a su equipo. Si en este país criticamos sin ninguna vergüenza esto sin saber absolutamente nada el futbol, que no haremos con la política.
Creo, estoy convencido, de que el 95% de la gente que vota en España, nunca se ha leído un programa electoral, ni asisten a mítines, ni de uno ni de otro lado, nadie se informa de nada de lo que se ofrece, ni de las ideas de nadie a los que se vota. Nadie en este país se preocupa de estas cosas, da igual que estemos atravesando, posiblemente, la peor crisis de la historia, que si gana la selección se acabaron los problemas. Que esperamos de los partidos si compramos el producto sin probarlo ni estudiarlo. No se cual es el sistema mejor, aunque este sea el menos malo, pero si queremos reclamar algo a los políticos, deberíamos votar en conciencia, basándonos en algo. Si vemos la política como el futbol mal vamos, si nadie tiene ni idea de que partido se juega, ni contra quien ni que es lo que esta en juego. Conocemos al entrenador por la televisión, no sabemos en que se basa para hacer la alineación, no sabemos su estrategia de juego, no conocemos el presupuesto del equipo, solo el campo y las caras de los que se juegan el partido por nosotros. Creo que en España se eligen los políticos como quien elige la alineación de un equipo de futbol en juego de una video consola, además después de elegirla apagamos la tele y que jueguen solos que nosotros nos vamos a tomar una cerveza. Que podemos esperar de una sociedad que cuando en Francia estaba toda la juventud en la calle para protestar por una ley del primer empleo, que consiguieron retirar, en España teníamos a la juventud también en la calle, pero para protestar por que habían prohibido el botellón en la calle.
Que dios nos coja confesados en este camino que hoy comenzamos ( ya llevamos km y no sabemos ni siquiera andar..)
julio 21, 2010 at 6:19 pm
Estimado Gustavo, en Peru estamos proximos a nuevas elecciones, regionales, alcaldia y bueno la Presidencia,y la verdad que no hay buen candidato, todos la misma !porqueria! y la pregunta es, ¿cual es el futuro de mi Pais!, por lo pronto no hay buena alternativa, aunque el dia de hoy presentaron a un nuevo candidato, se trata de Miguel HIlario Escobar, indigena amazonico, quien realizo estudios de Doctorado en la UnIversidad de Stanford, habra que investigar a cerca de este nuevo candidato.
Cordiales Saludos,
julio 25, 2010 at 8:10 pm
Gracias por tu comentario amigo Dalmiro.