El Corte Inglés tiene en los tribunales un par de contenciosos, entre dos grupos de accionistas y la empresa, que discuten acerca del valor de las acciones de la firma.
Algunos de los familiares de D. Ramón Areces, es decir algunos de entre sus herederos, desean desde hace años vender sus acciones. El fundador, D. Ramón Areces, tuvo el “acierto” de no tener hijos y de poner el control del negocio en manos de quién consideraba que iba a ser más capaz de entre sus sobrinos: Isidoro Álvarez. Todo ha ido bien -al menos eso piensan muchos-, pero algunos de los menos favorecidos entre los accionistas pretenden arreglar su situación patrimonial vendiendo. Como la empresa tiene estatutariamente derecho de compra de estas acciones a precio razonable, se establece un litigio acerca del justiprecio. El Corte Inglés quiere que la referencia sea el valor contable, 5.000 millones, lo que no deja de ser exótico además de indefendible. Los accionistas dicen que vale 14.000 millones, aplicando el criterio de multiplicar por ocho el EBITDA estimado para 2008. La estimación la basan en las cuentas de 2006 y el fuerte incremento de ventas de 2007. La posición de estos últimos es razonable, o al menos defendible.
Aunque la justicia es lenta y se puede ralentizar aún mucho más con recursos y contra recursos, el asunto es serio. Sobre todo porque un 20 % de la empresa está en manos de los empleados, con más acciones cuánto más interesados y antiguos sean.
A alguien se le ha ocurrido que para arreglar esto sería bueno que la empresa saliera a bolsa. Pero a Isidoro Álvarez no le gusta nada la idea, por lo que parece. Eso no es probable que ocurra y si ocurriera afloraría el ineficiente, a mi juicio, modelo comercial del negocio del Corte Inglés, en comparación con otros modelos de negocio comercial como MANGO, ZARA, etc. No me extraña que no quieran someter a las cuentas de la empresa a los controles y auditorías a las que deben someterse las empresas cotizadas; eso, probablemente, obligaría a tomar algunas correcciones sobre las cifras de balance en forma de provisiones; por ejemplo, para empezar, se me ocurre, depreciación sobre mercancías, dada la baja rotación que tienen.
Además el momento de pensar en salir a bolsa es pésimo. INDITEX ha bajado muchísimo en bolsa en los últimos tiempos, ¿dónde estaría el Corte Inglés si cotizara?
Mi pronóstico es que no saldrán a bolsa, que llegarán a un acuerdo antes de dejar al Juez dictaminar, pero que nuevos contenciosos le amargarán la existencia a los responsables en el futuro.
julio 2, 2008 at 6:16 pm
Ciertamente no parece el mejor momento para salir a bolsa, menos si no hay un buen motivo.
No recuerdo mucho de Derecho, pero tendría que modificar los estatutos para eliminar la preferencia de compra de la empresa, no? y si eso se hiciera, se resolvería automáticamente el otro problema…
julio 2, 2008 at 8:27 pm
Están las cosas como para hacer experimentos. No puedo irme ni a las rebajas!
Voy a vender mi cuerpo en ebay
Lord Daven
julio 2, 2008 at 9:09 pm
No sé si las acciones se las comprarán o no. Yo las acciones de El Corte Inglés no las quiero hasta que sepa lo que valen y eso no sólo depende del criterio de valoración sino de la forma en la que se presenten las cuentas y los balances de la firma. ¡Qué les auditen como si estuvieran cotizando en bolsa!
La contabilidad es una materia tan opinable…
¿Algún fino financiero de entre los lectores de este blog nos critica las cifras de balance y cuentas que presentan? Por favor que añada una crítica de algunas variables de gestión sencillitas: ventas por metro cuadrado, rotación de stocks, etc. y comparadlas con las de las fórmulas modernas de comercio. ¡Veréis lo que sale!
julio 3, 2008 at 12:18 am
Hola Gustavo!
Totalmente de acuerdo en que el modelo de negocio de «El corte Inglés» se ha quedado anticuado, pero siguen podiendo vender productos con un gran margen, ¿Por qué?. Porque estamos en España y parece que es más prestigioso comprarse una camisa en El Corte Inglés que en Zara. Así encontramos clientes muy fieles a esta marca, a pesar del mayor precio, aunque también habría que valorar los servicios que se ofrecen añadidos. Además esta empresa ofrece una gama de productos inmensa (supermercado, deportes, ropa, electrodomesticos, informática…)que le añade un gran valor a la empresa. Así a pesar de todo, no me parece mal negocio, yo si estaría dispuesto a tener acciones, sobre todo al precio que opina que valen la empresa, el valor contable. En fin yo tampoco creo que acudan a la bolsa debido a la cultura de la empresa.
julio 7, 2008 at 10:51 am
Estimado Gustavo,
Una vez más, un artículo interesantísimo en el blog.
Como responsable de una empresa, en la que contrato directamente con El Corte Inglés, como proveedor, me permito hacer las siguientes apreciaciones:
– Trabajo con dos productos, uno del ramo de la alimentación y otro de la cosmética. Los márgenes que El Corte Inglés suele aplicar van desde un 20% – 30% en la alimentación hasta el 100% o más en la cosmética. En el primer caso (alimentación), están claramente por encima de los que aplicarían las grandes superficies como Carrefour y Alcampo. No obstante, la tendencia de El Corte Inglés es que su supermercado se vaya sustituyendo por Hipercor en centros de nueva construcción en barrios periféricos (Hipercor tiene un modelo de negocio más parecido a Carrefour y márgenes bastante menores que el propio supermercado de El Corte Inglés).
– Respecto a productos de menor rotación y que podrían sufrir una gran depreciación y un deterioro (no es el caso de mis productos), no creo que El Corte Inglés no aplique cláusulas de salvaguarda en sus plantillas de negociación con proveedores en caso de entender que exista riesgo de no vender el producto. Así, estas cláusulas, que aplican entre otros Carrefour y Alcampo, obligan al proveedor a hacerse cargo de la mercancia y del transporte de la misma en caso de que no se venda y sea dada de baja.
– Por otra parte, respecto al modelo de negocio, cada vez son menos los productos que vende El Corte Inglés, y más los que venden otras empresas dentro de su superficie. Si uno ve secciones como Perfumería de Grandes Marcas o secciones de alta moda, cada vez proliferan más las superficies arrendadas a proveedores, donde el personal depende del proveedor, y donde El Corte Inglés sólo alquila espacio y factura ventas.
Además de estos negocios, están los típicos de la Gran Distribución: – venta de «cabeceras», «pilas», «isletas» u otros lugares estratégicos a proveedores; – financiación con proveedores dilatando pagos a 90 días; – financiación de clientes a través de tarjetas de pago y aplazamientos de pago…
Mi opinión es que, cada vez más, el negocio de esta empresa debería ser valorado contablemente como una financiera o una empresa inmobiliaria más que como una simple empresa de distribución.
Un saludo.
julio 7, 2008 at 1:32 pm
Gracias por el elogio, Miguel. Más intersantes que el artículo tus apreciaciones de primera mano. Gracias de nuevo.