El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

¿BUSCAMOS CULPABLES O SOLUCIONES?

Ahora resulta que cuando todos sabemos que estamos en una tremenda crisis, con un parón de la economía brusco y brutal, cuando estamos vislumbrando que llegaremos a cuatro millones de parados, nos extrañamos que las pymes tengan dificultades de financiación y le echamos la culpa a la banca por no darles crédito. No es esa la causa. La causa es la propia crisis. Si la demanda no tira, todos lo notan. Cuando a una empresa se le caen las ventas, empieza a tener graves dificultades que, enseguida, se traducen en problemas de financiación. Eso es inexorable, inevitable, lógico. Si la dificultad fuera temporal puede que fuera bueno que la empresa se endeudara para salvar la situación, pero si la situación va a ser duradera no serviría para nada financiar las pérdidas, es mejor tomar el toro por los cuernos, reajustar si es posible la actividad contaryéndola o cerrar la empresa a tiempo. Por eso hay tanto parados. Es doloroso, dolorosísimo, pero es la consecuencia de la crisis. También es doloroso, dolorosísimo que las empresas tengan que cerrar, pero dándoles más crédito del que la situación de cada una permita, en plena recesión, sólo se lograría que subiera la morosidad, poniendo en riesgo a las instituciones bancarias.

Decir «que la banca nos saque de la crisis porque ellos nos metieron», como dice Sebastián, es un ejercico de demagogia barata. Si eso fuera así sería porque ha habido entidades que han concedido mal los créditos; a quién no tenía garantías de devolución. Por eso, esas lo deberían pagar con la subida de la morosidad que afectará a sus cuentas. Incluso si alguna no puede seguir operando, debería ser intervenida por el Fondo de Garantía de Depósitos, pero eso no sería a costa del contribuyente sino del Fondo.

¡Qué cada palo aguante su vela! No es echando la culpa a unos u otros como saldremos sino arrimando todos el hombro, bancos, empresarios, trabajadores, sindicatos patronal y partidos. ¡Ay los partidos!

6 Comentarios

  1. Completamente de acuerdo gustavo. En terminos parecidos hablaba yo ayer con uno de los socios de mi empresa, poniendole de manifiesto que la solución no es endeudarse mas. La solucion es aumentar las ventas o adaptar estructura.

  2. Querido amigo:

    Últimamente tenemos discrepancia de opiniones sobre cuestiones de fondo. Sin embargo nos tenemos por personas civilizadas que utilizan la cabeza.

    Es tan sencillo como hacer la contabilidad. Desde hace bastante tiempo la gestión de tesorería se ha mantenido muy escueta la cantidad de líquido de la empresa. la caja debe ser pequeña para mover los activos adecuadamente. Desactivar el pasivo circulante de una empresa es una estrangulación.

    El engrase de la tesorería en la actualidad consiste en ciertos mecanismos bancarios como el descuento de facturas o los créditos operativos a corto plazo. Sin estos mecanismos el dinero no fluye. Los pagos diferidos no se pueden liquidar y el conjunto del pasivo se contrae. Por tanto, el empresario tiene que liquidar activos a toda velocidad hasta llegar al límite de comprometer sus necesidades operativas de financiación. Por debajo de ese límite hay que cerrar o ir a la bancarrota.

    Creo, querido amigo, que sin un compromiso social de los bancos, a los cuales no se puede ejercer una fuerza moral al respecto puesto que son entidades privadas con ánimo de lucro, la debacle amenaza a todo el tejido de PYMEs de España. Esto significa una amenaza al 98% de la economía nacional. También significa dejar de postre todo el pastel a las multinacionales y empresas medianas que tengan un músculo de apalancamiento (deuda a largo plazo) que pueden ir quemando al mismo tiempo que se desacen de activos (stock y principalmente trabajadores)

    No me gusta ese futuro y no me gusta la falta de compromiso de las entidades financieras en estos momentos. No me gusta el egoísmo y creo además que escogiendo cadenas de valor concretas entre proveedores y clientes, se pueden reactivar líneas de crédito a corto que devuelvan un mínimo de normalidad a las operaciones del día a día. La estrategia vuelve a ser el norte.

    En todo caso quedo a la espera de tu opinión por si pudiera cambiar mi visión del problema.

    Un fuerte abrazo

    David

  3. ¿Qué significa arrimar el hombro? (de cara al trabajador)

  4. Bienvenido a este tu blog.

    Para mí, querido amigo, arrimar el hombro en esta situación de crisis, de cara al trabajador, de cara al Gobierno y de cara a cualquiera que se sienta implicado, es trabajar más y mejor cada día; ordenar algo más mi gasto y ahorrar; transmitir mis preocupaciones en mi entorno de influencia; procurar dar ejemplo de ciudadanía en todo lo que hago; seguir pagando mis impuestos con gusto, pese a que no los gasten con tanto mimo como el que yo empleo para ingresarlos puntualmente.

    ¿Y para ti qué significa?

    Un saludo.

  5. recuerdas mata, cuando la solidez de los bancos españoles nos estaban salvando de la crisis tan brutal que sufría el mundo, hasta Nicolás llego a pensar que zapatero tenía algo que aportar en la cumbre.
    Hoy, son los culpables… ser o no ser.

  6. Cuando se come en exceso, luego toca adelgazar, y esta dieta será dura, larga y con resultados a largo plazo. Como sociedad, hemos hecho mal las cosas, o al menos las hemos hecho sin el suficiente celo. Más control y más diligencia en los procedimientos de supervisión del mercado financiero nos habrían ahorrado muchos de los sufrimientos venideros. Pero llegados a éste punto, es mejor asumir la realidad. Debemos adelgazar, purgar nuestra vanidad social, acomodar nuestro aporte energético a las necesidades reales de nuestro organismo, o en roman paladino, acercar la economía financiera a la realidad de la actividad económica real.

    No nos engañemos, ni perdamos el tiempo buscando el bálsamo de fierabrás. Adelgazar es duro y traumático. Requiere disciplina, esfuerzo y perseverancia. Y una vez alcanzado el objetivo, imaginación y destreza para burlar los errores que cometimos en nuestro anterior camino.

    Asumamos pués, que nos toca una tortuosa época de empobrecimiento material, que nos debe permitir recuperar la riqueza moral que hemos ido deshilachando entre tanta obsesión pecuniaria. Preocupémonos más del futuro que vamos a dejar a nuestros hijos, y paguemos entre todos los excesos cometidos en la esperanza de que podemos edificar, al menos en parte, un modelo social diferente para la humanidad (quizás suene ampuloso, pero nunca hemos tenido una oportunidad semejante para hacer algo que muchos hemos considerado siempre de justicia).

    Culpables existirán por doquier, sin duda, pero a estas alturas no me interesa conocerlos. A buen seguro, tú y yo, tambien estaremos entre ellos, por lo que hicimos o dejamos de hacer. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero (aah,, cuanta sabiduría oculta en la tradición ibérica, y cuán mal uso hacemos de ella)

    Un animoso saludo para todos.

    Fuerza y Valor
    Fran

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