Ha dicho el inefable Presidente de la CEOE, D. Gerardo Díaz Ferrán, que hay que abaratar el despido. «Ante problemas excepcionales, el Gobierno tiene que tomar medidas excepcionales». El señor Díaz considera que la economía internacional atraviesa «la peor crisis que ha pasado el mundo occidental» y propuso abaratar el despido. «Tenemos que situarlo al nivel de los países del entorno de España».
A mí me parece que este buen señor, como cualquiera de nosotros, tiene cara de lo que realmente es. Por favor, mirad una foto reciente cualquiera de él y sabréis a qué me refiero. Si la cara es el reflejo del alma: ¡vaya alma que debe tener el respetable caballero! No es que descalifique a la gente por ser mal parecida o por ser fea, yo lo soy, pero es que hay muchas maneras de ser feo. Hasta los treinta años tienes la cara que Dios te dio pero a partir de entonces se te va poniendo la cara que tú te has ido haciendo. Muchos somos los que somos feos, pero lo del señor Díaz es otra cosa. A mí no me gusta nada. Claro que no es a mí a quien tiene que gustar.
Pero vamos a lo importante, cuando este señor se mete en este jardín sabe por qué lo hace, para hacerse el visto. No es otra cosa. Él está ahora muy presente en los medios porque tiene un gran lío interno en la patronal desde que decidió mandar a su casa a su Secretario General. Pero tiene razón en lo que se refiere a abaratar el despido, aunque yo creo que él no sabe lo importante que sería de verdad y no es consciente de lo que ha dicho y menos aún de que objetivamente tiene razón. Claro que debería pactarlo con los sindicatos ofreciendo contarpartidas en lugar de proponerlo en los periódicos para hacerlo imposible.
Enseguida ha salido nuestro también inefable Presidente Sr. Rodríguez Zapatero, que dice, desde la sede de Naciones Unidas, que «abaratar el despido no ayudaría a recuperar esa confianza que necesita el sistema financiero”. ¿Quién había hablado de relacionar una cosa con otra? Cada día estoy más convencido de que no entiende nada de economía y no se asesora bien.
También los sindicatos han dicho “la crisis actual no tiene origen laboral, por lo que las soluciones no deben plantearse ahí». Tampoco nadie ha relacionado que sea la causa sino que ayudaría a salir de ella. Aquí, en los sindicatos, tampoco parece que hay mucha ciencia económica acumulada. Ayer oí a los dos máximos representantes de los sindicatos por radio y me parecieron patéticos.
En fin, todo el mundo haciendo demagogia o lo que es peor exhibiendo su ignorancia. Estoy casi seguro de que es eso y no otra cosa.
Seamos serios y reconozcamos las evidencias, aunque no sea políticamente correcto. Según Doing Business somos el país número 160 en cuanto a rigidez del mercado laboral. Y si no es fácil reasignar los recursos los reajustes tardan más en producirse, se sale peor de las crisis y a todos nos cuesta mucho más, incluidos a los despedidos. Ojead estos índices del informe citado:
Indicador |
España |
Región |
OCDE |
Índice de dificultad de contratación |
78 |
– |
25,7 |
Índice de inflexibilidad en los horarios |
60 |
– |
42,2 |
Índice de dificultad de despido |
30 |
– |
26,3 |
Índice de rigidez laboral |
56 |
– |
31,4 |
Costos por despido (salarios semanales) |
56 |
– |
25,8 |
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya dijo que la evolución del mercado laboral será clave para determinar si «la fase de ajuste va a ser rápida y poco profunda» o «intensa y prolongada».
Yo también pienso lo mismo, aunque me incomoda estar de acuerdo con algo dicho por Díaz Ferrán. Y yo también podría haberme callado, pero es que es verdad.
septiembre 26, 2008 at 1:52 pm
Querido profesor:
Los sindicatos, entiendan o no entiendan de economía, han de hacer el papel que se les ha encomendado en la sociedad: Proteger a los trabajadores. Por eso no pueden estar a favor de un abaratamiento del despido.
Muchas mensajes en la sociedad actual no se determinan por la «argumentación» pura (logos), sea esta constructivista o intuicionista, sino por el papel que ocupa el agente de turno.
Desde luego, por una comparativa con la OCDE no se puede concluir que el abaratamiento del despido sea necesario. La «reasignación de recursos» ¿qué significa? ¿más paro? ¿más déficit? ¿más formación? ¿más incertidumbre? ¡flexi-emplex?
Yes, questions
Loch Daven
septiembre 26, 2008 at 2:01 pm
¿Qué tiene más sentido?¿Abaratar los despidos o congelar los salarios? Lo segundo ya lo hemos sufrido (menos los ejecutivos del demonio), ¿hemos de tragar con todo porque unos cuantos vampiros han hinchado sus vejigas de dinero y se ha deteriorado economía?
Este es el discurso de la rebelión.
Al diablo todos ellos, ¿Por qué no se expropia el patrimonio de Botín y nos lo repartimos?¿Por qué no le expoliamos a este tipejo sus bonificaciones o se las congelamos sine die?
El capitalismo se basa en el egoísmo
Y esa es su única propuesta.
Loch Daven, pirata
septiembre 27, 2008 at 10:46 am
Querido amigo, por eso cuando los sindiaclistas se ponen a hablar de economía, en lugar de hacer lo que debenm defender a los trabajadores,hacen tanto el ridículo. Ya lo dicen los anarquistas el patrón es el que necesita sindicatos. Desde luego, cuando hacen lo que deben, ayudan a que la economía funciones mejor. Pero en España dejan bastante que desear, bueno la verdad es que en las últimas décadas están bastante desnortados en todo el mundo. Claro que todo eso a mi juicio y me parece normal que no estés de acuerdo.
Mira Daven, querido, cuando es fácil reasignar los recursos, éstos se reasignan más eficazmente. Es así de simple. Los sindicatos ya pactaron flexibilizar el mercado de trabajo, pero mal, pactando los contratos basura sin indemnización y sin derechos para los jóvenes que acceden al mercado. ¿Por qué no uniformar los contratos con una indemnización por depido por causas objetivas razonable, no tan cara, pero para todos igual? ¿No sería más eficaz?
septiembre 27, 2008 at 3:54 pm
Usar un argumento de Bakunin para legitimar la acción sindical es vacuo, pues los empresarios estarían más cómodos sin los sindicatos, por corruptos y «pactistas» que estos se muestren (ésta es una expresión que he escuchado un un sindicalista amigo mío). No muy deportivo Gustavo, maestro.
Es más cierto, en mi opinión,pensar que tras cada social-democrata existe un conservador. Que unos se ayudan a los otros en un progreso cortado con leche en polvo china.
Recuerdo que cuando era empresario, no dudaré en volver a serlo si la ocasión pinta alopecia, el decreto del Gobierno de Aznar ya estipuló el despido casi libre (el motivo podía estar arbitrado) bajo una indemnización de 45 días/año. Bien que lo utilicé vive el Cielo.
Ahora es posible despedir a trabajadores cuando están de baja, bien que lo he vivido hace poco. Aún cuando la causa sea mobbing.
El establecimiento entre trabajadores y empresarios es fundamentalmente el lugar donde el Liberal piensa desde un punto de vista completamente erróneo. Confundiendo, con premeditación, oferta con demanda han tergiversado sus relaciones para hacer creer a los templagaitas y sus «hooligans» que las condiciones se amoldarían mágicamente mediante una reasignación más eficaz de «recursos». ¿Y si no fuera así?
Un mercado que produce mejores oportunidades de trabajo, mejores condiciones, mejor formación interna, no debiera disponer de mayores facilidades de despido, sino de rotación. En mi campo esto está a la orden del día. ¿Pero y en los demás?
Hablando genéricamente olvidamos el detalle. Trabajadores son aquellos que crean el auténtico valor en la economía, son a la vez consumidores y forjadores. El papel del empresario es parecido al del mismo Lucifer, mueve los hilos y pone el escenario.
Uniformar los contratos sería una buena medida, pero cómo se orquesta. La ineficiencia del INEM hace que no haya incentivo para el progreso en una carrera laboral, una vez sentado en el banquillo hay que volver a empezar, y es muy duro. Lo he vivido también.
En mis pocos años he vivido tres vidas. Ninguna de ellas me ha satisfecho del todo. Todo es imperfecto. Buscar la eficacia puede poner en compromiso otras necesidades obvias, como la seguridad o los fondos públicos de pensiones.
Un fuerte abrazo, querido amigo
Encuentro en nuestras diferencias vínculos más altos.
Loch Daven
septiembre 29, 2008 at 8:16 am
¿Por que un empresario tiene que indemnizar a un trabajador cuando lo despide y un trabajador no tiene obligación de indemnizar al empresario cuando decide marcharse y despedir al empresario?
Un saludo de un trabajador asalariado
septiembre 29, 2008 at 9:07 am
Sencillamente porque no es una relación mercantil. El trabajador no se halla en las mismas condiciones que el empresario, si hubiera una analogía mercantil la mercancía del trabajador es tiempo y dedicación y el salario constituye su coste de sustitución.
Evidentemente el intercambio entre trabajo y salario se debe a un coste de sustitución que deben asumir los empresarios del sector, de otra manera (habiendo un compromiso de indemnización por parte de un empresario) los trabajadores no entrarían en esa empresa donde su coste de sustitución sería próximo a 0. Esto llevaría a una desvalorización del salario en general y la consecuente deriva hacia empresas que asuman el coste real de sustitución.
Q.E.D.
Loch Daven
septiembre 29, 2008 at 10:09 am
Entiendo que entre empresario y trabajador la relación es laboral, sin embargo, no siempre es así. Un empresario puede subcontratar ciertos trabajos estableciéndose una relación mercantil entre empresario y subcontrata; o por ejemplo un caso de relación mercantil que es el de los agentes comerciales independientes, los cuales por legislación propia tienen derecho a indemnización por parte de la empresa a la que representan, en caso de finalización de la relación.
Mi duda en realidad no tiene nada que ver con estas consideraciones, hablo de la lógica pura y dura.
Pienso que un trabajador tendría que tener derecho a indemnización siempre que la empresa siga beneficiándose de los resultados de su trabajo, una vez extinguida la relación trabajador- empresa. Lo mismo en el caso contrario una empresa debería ser indemnizada por un trabajador en el caso de que por no cumplir este el plazo de preaviso de conclusión, causase costes demostrables al empresario.
Solo es una opinión basada en mi percepción de la realidad.
septiembre 29, 2008 at 12:02 pm
Y eso es así,existe un pre-aviso de 15 días laborables que de no cumplirse el trabajador perdería su finiquito. Los costes demostrables e pueden exigir dependiendo de la Naturaleza del trabajo pero no es una enmienda general. Debe estar bien plasmado, lógicamente, en el contrato laboral, bajo qué circunstancias se producirían esos costes demostrables no derivados del coste del sustitución (p.ej. estrellas de Fútbol en fuga). De otra manera ocurrirían casos de indefensión o puramente esclavistas (salarios bajos con indemniziones por encima de sus posibilidades).
En lógica pura y dura el concepto de salario incluye el coste de sustitución. Si no lo comprende así le ruego que lo medite.
Loch Daven
septiembre 29, 2008 at 1:41 pm
Quizás estoy equivocado, pero yo veo una relación laboral como una transacción comercial.
Desde el punto de vista del trabajador («proveedor»):
Yo vendo mi tiempo y mi capacidad realizando un trabajo que genera valor para una persona que resulta ser empresario y ademas es mi «cliente». Por este trabajo yo recibo X €/mensuales, que dejaré de recibir en el momento que decida no vender o cuando el precio de mi trabajo ha subido y sea necesario modificar las condiciones iniciales, o incluso cuando mi cliente sea sustituido por otro que ofrezca mejores condiciones.
Desde el punto de vista del empresario («cliente»)
Yo necesito satisfacer la necesidad de crear valor en el producto que ofrezco al mercado y para ello necesito que un trabajador me venda su trabajo, para lo cual pagaré X €/ mes, que dejaré de pagar cuando no tenga que realizar este trabajo para aportar el valor necesario a mi producto, o cuando mi trabajador («proveedor»)pueda ser sustituido por otro que ofrezca mejores condiciones.
Entre estos dos operadores ¿Quien tiene el verdadero poder de negociación?.
En unos casos uno y en otros casos otro.
Entiendo que esto puede ser calificado como extremista y que no se corresponde con la realidad, ya que hay muchos flecos que peinar, pero, ¿no seria todo mas sencillo?
Gustavo estoy de acuerdo en pactar un despido por causas objetivas con indemnización razonable. Sería una medida interesante para aquellas empresas que verdadamente tienen razones para despedir y que además estas rezones son objetivas.
Un saludo Daven y me encanta leer sus opiniones
septiembre 29, 2008 at 3:37 pm
Creo que no corresponde ver en la relación trabajador-empresario una transacción mercantil, salvo en los servicios de autónomos.
En aquellos trabajos generales el agente mercantil que apunta como proveedor («trabajador») lo hace en régimen de exclusividad puesto que su mercancía es su tiempo y dedicación.
Por tanto no cuenta con la capacidad de agente proveedor en sentido puro puesto que «de facto» está atrapado dentro de un solo cliente.
Su rotación no es a discreción como un proveedor en un mercado sino de el «cliente A» durante tiempo t en exclusiva hacia el «cliente B» durante un tiempo t’ con la misma exclusividad.
Se comprenderá que su capacidad de negociación en este escenario no es el mismo que el de un proveedor mercantil. Puesto que carece de capacidad discrecional y su exclusividad no es valor añadido, sino la dedicación a su trabajo.
Gracias por sus emocionantes palabras a este viejo
Extremista
Loch Daven
septiembre 29, 2008 at 5:23 pm
Estoy de acuerdo Daven.
Quizás la capacidad de negociación de un trabajador dependa directamente de la mayor o menor medidad en que un empresario perciba su relacción con el como una transacción comercial.
Todo esto es muy complicado. Estoy harto de ver a empresarios aprovecharse de sus empleados incrementandoles sus responsabilidades y funciones, y paralizando sus salarios, y también a trabajadores inproductivos enrarecedores de ambientes laborales, que negocian sus salidas de las empresas como si fueran vecinos indeseables a los que hay que dar dinero para que se marchen de tu comunidad, por que es imposible vivir con ellos, y prefieres pagar a tener que aguantar.
Un saludo
septiembre 29, 2008 at 5:40 pm
Las personas, estimado Juan, somos así. También hay leche en polvo china en los lineales y en la provincia de Madrid, Colmenar Viejo, existen los viejos repartidores de leche del día, de las más ricas de España. ¿Donde deposita su confianza? Es una de las paradojas de los mercados de competencia.
Las contradicciones son el alimento de jóvenes escépticos y viejos dialécticos.
Best regards
Loch Daven
septiembre 30, 2008 at 9:37 am
En este animado debate me encanta ser un obsevador.
Dice el derecho romano «in dubio pro reo» es decir, si hay dudas se debe fallar a favor del acusado. Pero en derecho laboral se dice: «in dubio, pro operario» es decir en caso de duda se debe fallar a favor del trabajador. Es algo admitido, que reconoce la asimetría de la relación entre empresa, poderosa, y trabajador, indefenso. Pero entiendo que suscite dudas a algunos.
Saludos a todos.
septiembre 30, 2008 at 10:17 am
Una vez más estoy de acuerdo con Juan. Ni todos los trabajadores son perfectos, ni todos los empresarios somos lucifer.
septiembre 30, 2008 at 1:49 pm
El traje de Lucifer, efectivamente, nos queda un poco ancho.
Saludos infernales
Loch Daven, the bloody Prince of Darkness
octubre 1, 2008 at 1:47 pm
Los Principios fundamentales según Gustavo Mata (profesor y pensandor)
Un empresario está obligado a :
No estorbar, explotar el talento de sus subordinados, y yo añado, mirar por los intereses de su empleado para que el pueda conseguir los suyos, y a no mentir
Un trabajador (a mi me gusta mas colaborador)está obligado a:
Mirar por la empresa como si fuese suya, hacer su trabajo como si el producto o servicio fuera para el, y a no mentir.
Mi abuelo, otro sabio, decía que nunca faltase a mi palabra, que es lo unico que tengo verdaderamente mio, y que es la vara con la que te van a medir. Yo, personalmente en mi trabajo he conseguido que la gente piense que mi palabra es garantía.
La elegancia y la honestidad es fundamental en todos los ambitos.
Si se cumpliesen ciertas normas lógicas, por que habría que indemizar a nadie, nadie se sentiría dañado.
No es utópico, creo sinceramente que se puede conseguir. El camino mas largo empieza con un paso ¿no?
octubre 1, 2008 at 1:54 pm
Conviene no olvidar que son los empresarios los que crean los puestos de trabajo.
octubre 1, 2008 at 2:01 pm
Completamente de acuerdo, precisamente por eso viene mi comentario.
octubre 1, 2008 at 2:54 pm
Pero sin trabajadores ¿qué haría el empresario?
octubre 1, 2008 at 3:06 pm
Vaya utopías que se gastan los «neocons».
Prefiero vivir ente los Yahoos con Gulliver.
Loch Daven
noviembre 18, 2008 at 2:18 pm
La posicion de los sindicatos parece coherente. Si la crisis no es culpa de los trabajadores no se les debe pedir que pierdan derechos para solucionarla.
Estoy de acuerdo en que facilitar el despido puede mejorar la economia, pero fijate en los indices que publicas.
Los principales escollos para la competitividad empresarial parecen ser administrativos; exceso de tramites, coste y tiempo para constituir una empresa, para abrir la sede, para contratar trabajadores, etc…
Flexibilizar el despido es como poner un parche, sacrificando un marinero, en una fisura pequeña del Titanic. Hay muchas otras vias de agua mucho mas importantes.
noviembre 18, 2008 at 3:43 pm
Aunque la crisis no sea culpa de los trabajadores, para el conjunto de los trabajadores sería mejor que el despido no fuera tan caro y que el seguro de paro fuera mejor retribuido durante menos tiempo. Pero es una opinión.
Un saludo.
noviembre 18, 2008 at 4:25 pm
Creo que el conjunto de los trabajadores no entenderían las razones (de tipo mano invisible, discutibles puede que sí) que hay detrás de tu opinión, querido amigo.
Y, finalmente, ellos también han de opinar sobre el asunto, mediante los sindicatos que los representan. Sin el concierto de patronal y sindicatos, cualquier comprimiso en este sentido será un fracaso.
Un abrazo
Lord Daven
noviembre 18, 2008 at 5:00 pm
El problema, querido Daven, es los que así opinan son los que están empleados, no los parados. A esos les conviene que el despido sea más barato porque así les contratarían antes.
Un saludo trabajador.
noviembre 18, 2008 at 5:08 pm
estoy haciendo una web sobre el despido improcedente y esta página me ha sido de gran ayuda, muchas gracias.
noviembre 18, 2008 at 6:57 pm
Y estando empleados volverían a pensar como los primeros. La inseguridad laboral no es «la niña de los ojos» para ningún trabajador. Los despidos duelen.
Saludos bolcheviques.
Lord Daven
noviembre 18, 2008 at 7:07 pm
A no ser que el propio trabajador padezca esquizofrenia. Pero su natural enemigo es el empresario, y de ahí esas opiniones, seamos honestos.
Dedicado a los sofistas,
Lord Daven
noviembre 18, 2008 at 7:36 pm
Querido Daven,
Entre los empresarios hay golfos, no hay duda. Claro que, a mí entender, el empresario es, de entrada, el que proporciona trabajo al trabajador; si por eso es su enemigo, …, no entiendo nada.
Saludos superadores de la, ¿periclitada?, lucha de clases.
¡Arriba los pobres del mundo!
Un abrazo revolucionario.
noviembre 19, 2008 at 1:22 am
Ya que abrimos fuego, querido amigo, añado este montón de leña de una fuente tan neutra en estos menestereres como the socialist worker party, primer partido socialista de la historia.
http://www.socialistworker.co.uk/art.php?id=16491
Que los ricos lloren y los trabajadores obtendrán más trabajo.
El empresario que genera trabajo es el sistema tradicional de producción, el paradigma liberal y ojo único de polífemo, pero dentro de ese marco no caben las inicativas como las cooperativas o las sociedades colectivistas.
Por otro lado, la fricción entre trabajador y empresario se debe a un conflicto de intereses. Lo que para uno es beneficio para el otro es salario. El salario resta de beneficio, pero es necesario si se precisa fuerza de trabajo.
Los empresarios, con gusto, contratarían robots sin afilación sindical ¿Y no es esto lo que ocurre?
La bondad de la empresa no coincide exactamente con el bien del empresario, no son dos cuerpos perfectamente solapados. Y sobre esto me extenderé en otros comentarios.
Una empresa que no tiene una repercusión social positiva, es pura y llanamente una empresa que debe cesar o esta al margen de la ley (que el pueblo -demos- legisla). Todas las metáforas de partes del cuerpo invisibles deben resistir esta prueba de ácido.
Hablar de enemigos es forzar el lenguaje, de acuerdo, pero no la histora ni la fricción evidente. Para ser aún más cruel el parasitismo no tiene que ver con la simbiosis -pero una forma de vida se alimenta de la otra-
Algunos empresarios son parásitos de la sociedad al igual que muchos trabajadores (por ser más ocupan más área, no hay razones especiales)
Un sincero abrazo izquierdo
Lord Daven, Member of the International Socialists
noviembre 19, 2008 at 3:48 am
Voy a dejar aquí dos informaciones que pueden ser importantes e ilustrativas a lo que venimos abordando sobre la necesidad de un recorte de las cargas sociales a la SS y a la facilitación del despido improcedente:
La teoría económica enseña que los ajustes se resuelven vía precios o vía cantidades. Puesto que los salarios reales han caído, ahora llega el momento de la reducción de las cantidades, de la destrucción de empleo, que lentamente irá afectando a una cascada de colectivos, comenzando por los inmigrantes, siguiendo por los jóvenes y los prejubilables, para terminar con los trabajadores cualificados.
El superávit del Estado desaparecerá en el sumidero de la protección social y Solbes tendrá que acudir al endeudamiento exterior en un momento de escasez del capital prestable. Antes que el Gobierno tenga que ceder frente al proteccionismo y las ayudas fiscales a las empresas, deberá reformar el «mercado de trabajo». No sólo se trata de revisar el funcionamiento del INEM e incentivar la movilidad geográfica y funcional de los trabajadores, sino de modificar el modelo de «entrada-salida” al mercado.
Lo que importa es saber qué hacer con el “mercado de trabajo” para que no actúe como una restricción al crecimiento económico.
Todo el mundo sabe que lo mejor en estos momentos es aumentar la flexibilidad en la organización de la producción y el gasto en formación profesional para generar mano de obra cualificada. Si se quiere conseguir ya un adicional abaratamiento del despido como una condición indispensable para que el empleo siga creciendo.
Hay una evidencia empírica acumulada en España desde hace muchos años de que la protección al empleo basada en elevados costes de despido amplía la reducción de trabajo en las fases recesivas de la economía.
~
Por otra parte, me consta, por la vía de hecho, en el sector de la construcción que las empresas se están desentendiendo de sus resposabilidades laborales y casi todas están incurriendo en morosidad. Casi toda la carga está yendo a parar a las prestaciones públicas por desempleo que dota el INEM pero las empresas no se están haciendo cargo de los costes por indemnización.
~
Las propuestas de reforma del mercado de trabajo español parecen claras, pero carecen de un claro hilo conductor.
Unas veces dominan las actitudes negociadoras de amplísimo espectro, próximas al pragmatismo, y en otras ocasiones se proponen cambios que se anuncian como irreversibles y prácticamente innegociables. En unas y otras ocasiones el Gobierno siempre ha querido ganar ventaja, adelantando los términos de su propuesta: modificar algunas normas para conseguir despidos más baratos, ampliar los supuestos bajo los cuales es posible reducir el importe/tiempo de percepción del seguro de desempleo y aplicar incentivos para promover la movilidad geográfica de los trabajadores.
Hasta ahora todas las propuestas de reforma habían estado condicionadas al mantenimiento de la paz social.
Fracasó el intento de reforma de la negociación colectiva, pero se pudo firmar un pacto de rentas. Incluso se presumió que, gracias al acuerdo social, el crecimiento económico español siempre sería superior al europeo.
En realidad el Gobierno trata ahora de consensuar las mismas medidas que presentó ya hace años pero ahora las circunstancias son distintas: habrá mayores dificultades y habrá que incurrir en un déficit presupuestario.
Lo cual puede ser cierto pero esto no ayuda a que el conflicto social se resuelva pacíficamente, sino tan sólo a que transcurra el tiempo. Así que «alguien» debería aconsejar que se pusiera firme el gobierno e hiciera política económica de sangre, sudor y lágrimas, pero incluyendo los sacrificios de todo el mundo, incluidos los políticos, empresarios, banqueros y accionisitas.
La salida de la recesión exige una política dura, con consenso político, que rompa definitivamente con los resabios de los 15 años de crecimiento económico ininterrumpido.
Por eso la patronal, no puede actuar como outsider, y sólo querer aprovechar la ocasión para lograr reducir las cargas sociales al empleo, como única medida efectiva ante la avalancha de despidos que se espera para 2009 con una tasa de paro superior al 14% según el BBVA.
~
Muchos saludos afectuosos!!
Ishtar, brandishing an arch for Full employment!!
febrero 13, 2009 at 4:20 pm
En un intento de comprender la postura de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, entiendo que nos encontramos en una época de recesión económica, y si en época de crisis lo más conveniente es flexibilizar el mercado de trabajo para conseguir una mejor satisfacción de las necesidades empresariales, cabria pensar que en un periodo de recesión, abaratar los despidos es posiblemente una “buena” medida. Yo entiendo, que el objetivo de esta medida es dar un respaldo y (gran) seguridad al empresario para que contrate lo que estimen necesario sin reprimirse por pensar que en un futuro a corto plazo no pueda cubrir esos gastos de personal. Quizás en otra época anterior, más rígida y estática, esta medida pudiera haber sido factible, sin embargo, dadas las actuales circunstancias del mercado laboral, caracterizado por una gran flexibilidad (con los problemas y soluciones que ha conllevado dicho cambio) no veo conveniente abaratar aún más los despidos. Y aún más, veo inoportuna dicha medida aún en una situación de rigidez del mercado laboral, porque el problema que existe actualmente en las empresas no son relativos a cubrir costes laborales, sino referentes al precio de las materias primas. Estas han sufrido un gran aumento unido a la falta de liquidez que tienen las empresas.
Otro motivo por el cual veo poco factible dicha medida es el origen de la situación en la que nos encontramos, es decir, la crisis que vivimos a nivel mundial es debida a una falta de confianza en el mercado financiero ¿no? Por lo tanto, veo lógico intentar solucionar el problema desde la raíz, fomentando la confianza, y no con meros parches como sería “abaratar los despidos” a base de empeorar la situación laboral de los trabajadores. Es más, creo que el hecho de aportar públicamente esta medida no hace más que empeorar nuestra situación, al provocar más desconcierto social.
En mi opinión para que en un futuro nuestro Estado o como UE sea altamente competitivo creo que habría que habría que modificar el mercado de trabajo, habría que revalorizar el factor humano, dotarlo de importancia vinculándolo directamente con los beneficios empresariales. Si se les motivara de esta manera la capacidad de aprendizaje y desarrollo profesional de los trabajadores, su implicación con la empresa aumentaría y con esto la capacidad competitiva empresarial. En realidad lo que produciría sería un cambio de valores en las personas
, algo que estimo imprescindible para trabajar de manera más eficiente.
Por último, desde un punto de vista sociológico, el hecho de aumentar la inseguridad e inestabilidad de los trabajadores puede traer consecuencias nefastas a nivel social, es posible que abaratar los despidos pueda dejar a la sociedad en una situación peor a la que nos encontrábamos cuando entramos en crisis; y no seria ético que el Estado, con su papel “benefactor” de los ciudadanos, adoptara una medida que supone ir en contra del bienestar social de los trabajadores.
febrero 14, 2009 at 12:11 am
Son cinco reformas las que ha tenido el Estatuto de los Trabajadores en los últimos 20 años (1984-2006): Por lo que pedir más flexibilidad laboral en tiempos de crisis puede significar desconocer esta realidad legislada existente.
El Estatuto de los Trabajadores, elaborado en 1980, se ha reformado cinco veces.
– 1984. Con una tasa de empleo del 20,6%, el Gobierno impulsó el contrato temporal y logró dos millones de contrataciones de este tipo hasta 1993.
– 1994. Para Sandalio Gómez, de IESE, fue la reforma más ambiciosa, aunque sin acuerdo con los agentes sociales. Se ampliaron las posibilidades del despido colectivo y las causas por despido objetivo (con una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, en lugar de 45). Impulsó los contratos de prácticas, los llamados por los sindicatos «contratos basura».
– 1997. Se inventa un contrato indefinido de fomento a la contratación indefinida para colectivos especiales (jóvenes, mujeres en paro, entre otros), con 33 días de indemnización.
– 2001. Se reduce la duración del contrato eventual de 12 a 13,5 meses. En contratos a tiempo parcial, la reforma rompe la rigidez y se remite a una genérica distribución del tiempo.
– 2006. Sandalio Gómez critica que la reforma no soluciona los problemas estructurales, sino que incide en establecer subvenciones para la transformación de contratos eventuales en indefinidos. Pero estas ayudas tienen fecha de caducidad, diciembre de 2007.
~
Dejo por aquí, Gustavo, esta información y voy siguiendo la actualidad de los temas.
Un saludo.
febrero 14, 2009 at 2:10 pm
Todo el mundo está interpretando que abaratar el despido es saltar por encima de los derechos adquiridos de los trabajadores que tienen un contrato. Eso no se puede hacer.
No se está hablando de eso, se habla de abaratar el despido de las nuevas contrataciones para facilitar la misma contratación y promover que la gente se cambie de empleo sin tantas precauciones como ahora. Eso es flexibilizar la economía. Y lo necesitamos. Yo estoy de acuerdo con MAFO. No es bueno para los trabajadores que sea tan caro.
Si lo que se pacta es la posibilidad de contratos basura o de contratar y decontratar a alguien 10 veces en un mes es un error. Ya se ha cometido. Lo han firmado los sindicatos en el pasado. Así que no entiendo por qué ahora se rasgan las vestiduras. Lo que se pide ahora es razonable lo de los contratos basura no lo era.
febrero 14, 2009 at 2:20 pm
Dilecta Ishtar, gracias por tu comentario.
Como ya he reiterado aquí cualquier cambio en el marco de RRLL debe ser pactado entre sindicatos y patronal. No se puede imponer ni se debe imponer: ¡qué pacten!
Lo malo es que en este país nuestro los sindicatos son representativos pero no participativos y las patronales igual. Están lejos de los intereses que representan unos y otros. Falta tejido social. Aún estamos en la España invertebrada de Ortega.
Por eso a veces sindicatos y patronal pactan tonterías, como lo de los contratos basura, y a veces dejan de pactar lo que hace falta que pacten: a mi entender abaratar el despido en los futuros contratos.
Gracias de nuevo.
febrero 15, 2009 at 9:15 pm
Hola Gustavo:
Discrepo diametralmente de tu opinión sobre el abartamiento del despido. ¿Cómo que no se abaraten a los que ya están pero sí a los nuevos? ¿Qué clase de sociedad piensas que se configurarría de tal manera? Una clase asentada y con derechos y otra en la cuerda floja y progresivamente más y más desprotegida.
La clase empresarial española-salvo honrosas y escasas excepciones- ha demostrado en los últimos el peor know how de la OCDE al incrementar sus beneficios y reducir los salarios de los trabajadores. cuando tenga mi propia empresa me avergonzaré si alguna vez actúo de tan vil manera.
No es ningún secreto, el problema en España es su modo de hacer: muchas horas y pocos resultados, no es cuestión de abaratar costes (a menos que algún iluminado piense que podemos competir con China, India, Brasil… en estos parámetros).
En defvinitiva, si ni tan siquiera los estrategas son incapaces de ofrecer soluciones creativas a problemas cotidianos, lo llevamos claro.
QUE PAREN EL MUNDO , QUE YO ME BAJO (Algo decía Mafalda…)
febrero 15, 2009 at 10:51 pm
Arthur, ¡no vamos a estar siempre de acuerdo!
A mi entender, la movilidad laboral permite acomodar los recursos humanos al sitio en donde sean más productivos y en donde sean mejor recompensados. Cualquier cosa que retenga a los trabajadores en su puesto, que vaya más allá de la conveniencia del empleado o del empresario, y que impida que se muevan a otro puesto mejor, o que el empresario pueda cambiar a unos por otros, para producir mejor, es poco beneficioso para que se optimice globalmente el uso del mejor recurso: el humano; y eso en beneficio de todos: empleadores y empleados.
Eso no quiere decir que dejemos desprotegidos a quiénes lo necesiten, o que no preparemos a los poco preparados para que lo estén, empleando los recursos que sean al respecto.
Empleemos recursos en formación en lugar de en esa protección a la rescisión del contrato que en realidad no nos conviene. Empleémoslos también en protección al débil, si lo necesita.
Dicho sea todo desde mi perspectiva, sin pretender tener razón. Respeto todas las opiniones, pero tengo las mías, y no me gusta descalificar a los discrepantes. Todo lo contrario, me gusta la discrepancia.
Ya ves que a los estrategas, como tú dices, se nos ocurren a veces cosas que a algunas personas, o a muchas, no les gustan. Pero en este momento, no me digas que no es creativo defender el despido más barato. ¿O es que te parece creativo seguir defendiendo lo mismo? Además no se trata de ser creativo sino eficaz.
Por cierto, a mi entender, descalificar globalmente, salvo raras excepciones, a la clase empresarial no es muy creativo sino demagógico. Hay muchos muy buenos. Son muchos más que los sinvergüenzas, que los aprovechados y que los corruptores. Y necesitan flexibilidad en la economía para sacarnos de este atolladero. ¿O es que nos van a sacar del lío los políticos o los sindicalistas?
Gracias por tu opinión. Un saludo respetuoso y discrepante, pero no diametralmente. Pienso que hay muchas dimensiones en los problemas y que no estar de acuerdo, puede que no sea estar en desacuerdo. Yo entiendo tus razones.
Hasta que quieras.
febrero 22, 2009 at 10:26 am
Para la información de todos sobre el asunto a debate:
http://www.elpais.com/articulo/servicios/Flexibilidad/vez/despidos/elpepueconeg/20090222elpnegser_1/Tes
Saludos.
febrero 26, 2009 at 5:08 am
Gustavo, estoy de acuerdo con Ud. En mi experiencia con los sindicatos (4 años trabajando en una empresa con sindicatos) me parecen alineantes, casi que someten a una persona a permanecer toda la vida en un mismo puesto, creyendo que es lo más conveniente, sin ninguna capacitación (observo personas que han estado 40 años haciendo la misma labor operativa), porque las empresas, tal como Ud. indica, utilizan los recursos tradicionalmente para pagar los costos de los despidos y pleitos, sin ningun aporte personal para el trabajador, más que una «buena liquidación», que no dura nada. Los sindicatos deberian negociar cosas más valiosas como la preparación.
marzo 4, 2009 at 11:08 am
La OCDE recomienda a España reducir el coste del despido
http://www.oecd.org/dataoecd/29/47/40201911.pdf
La OCDE incluye entre las cinco principales recomendaciones a España reducir el coste de los despidos. «El elevado coste del despido en los contratos estables, sobre todo en comparación con el de los contratos temporales, ha creado un mercado laboral segmentado que penaliza la productividad y que ha puesto barreras a la incorporación de mujeres, jóvenes e inmigrantes», y pide «una reducción de la indemnización por despido». Aconseja un modelo de contratación que gradúe la indemnización según el tiempo que lleve el empleado en la empresa.
También recomienda limitar la aplicación de los convenios que están impidiendo ligar las alzas de los salarios a las mejoras en la productividad.
abril 21, 2009 at 3:31 pm
Yo también creo que es necesario abaratar el despido, en linea con las argumenataciones del post del 15/02/2009. Cuando una empresa decide recortar personal, no empieza por las menos eficienes, las menos productivas o incluso aquellas que muestran menor motivación. Elige a las que menos tiempo llevan en la empresa. Esto hace a las empresas menos productivas y por tanto menos competitivas. Y una empresa que no consigue ser competitiva dura dos telediarios, y al final salimos todos perjudicados.
abril 21, 2009 at 5:33 pm
Gracias por participar Raúl.
Un saludo.