Éste es el texto de la declaración de Bolonia.
O yo soy tonto o están manipulando a los estudiantes. Más claro aún si se piensa que el acuerdo se firmó en el año 1.999. Que conste que no descarto la primera opción, puede que yo sea tonto.
Éste es el texto de la declaración de Bolonia.
O yo soy tonto o están manipulando a los estudiantes. Más claro aún si se piensa que el acuerdo se firmó en el año 1.999. Que conste que no descarto la primera opción, puede que yo sea tonto.
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Tema por Anders Noren — Arriba ↑
diciembre 19, 2008 at 11:40 am
Estimado amigo:
El problema, desde mi humilde opinión, se constituye en un cada vez mayor escepticismo sobre las políticas europeas.
Los pueblos europeos no se ven representados por los políticos europea. No hay receptividad ante las decisiones y se cuestiona todo. Y hay derecho a hacerlo.
Creo que el problema no es la declaración, que es muy bonita aunque sólo un manifiesto de intenciones, sino lo que basándose en ella se propone hacer. De mis compañeros de trabajo he aprendido lo orgullosos que están de sus títulos de ingenieros superiores de informática. Sin embargo estos títulos no se van a seguir expidiendo. Hay lugar para una protesta racional, vuelvo a decir, en mi humilde opinión.
Me resulta ligeramente desagradable hablar de manipulación (el marketing es una manipulación impúdica y está legalizado) sobre los estudiantes. Huele a tutela y tratar a los estudiantes como desvalidos, comunistas y atontados. La mano oscura que hay detrás de toda protesta estudiantil es, sencillamente, sus ganas de elevar la voz. No voy a ser yo quien la aplaste -de nuevo-
Puede que el tonto sea yo, lo están estudiando, pero si algo he aprendido es que toda «tutela social» es potencialmente peligrosa y aborrecible, desde la dictadura a la información sesgada y demagógica.
Un fuerte abrazo anisótropo.
Lord Daven
diciembre 19, 2008 at 5:49 pm
Querido Daven,
Estoy seguro de que están irritados, además sé que tienen razones para estarlo; pero que se líen contra Bolonia es un síntoma de que alguien les manipula, como ocurre a menudo.
He reprochado durante años a los jóvenes que no fueran más rebeldes frente al mundo que les hemos hecho. Pero que con la que está cayendo en el mundo se encierren por Bolonia no es lo que espero de esta generación.
Millones de personas en la pobreza, el planeta castigado de forma irreversible por la acción del hombre, las enfermedades campando a sus anchas sin que nadie haga nada pudiendo hacerlo, etc. ¿Por eso quien se encierra?
Una crisis planetaria que pone patas arriba al mundo provocada desde el Imperio que domina el mundo. ¿Quién se queja?
Mi carrera de Ingeniero Superior plan 1957 era de siete años, ahora para tener el grado de Doctor necesitaría el mismo tiempo o más. Cuando la redujeron a cinco nos enfadamos mucho, luego la dejaron en seis y luego de nuevo en cinco. ¡Eso no es un ingeniero! decíamos.
En fin, desarrollad vuestro criterio propio. Protestad; os sobran temas, pero ¡qué no os manipulen!
diciembre 20, 2008 at 6:53 pm
No me extrañaría que no estéis orgullosos de esas carreras que mencionáis, la ingeniería y la informática, pues son las que en los ultimos años han hecho avanzar en el diseño de las nuevas sociedades, en cuanto al avance del mercado pero también de sus instituciones incluidas las académicas, y que el alto grado de avance de las tecnologías es lo que ha producido la globalización de la economía y de las ciencias.
Desde teorías colectivistas, como por ejemplo el modelo marxista, hoy día ya no ofrecen un fundamento aceptable para comprender la sociedad de comienzos de siglo XXI. Sin embargo las teorías de la acción social hacia el final de los años 80 intentaron usar unos conceptos del lenguaje más actualizado en función de la experiencia social.
Pero también ha aumentado el dominio de las fuerzas del mercado y como resultado de ello se ha remarcado el individualismo extremo como dicen los postmodernistas. Muchos pensadores sostienen por eso que es imposible dirigir la sociedad que se desarrolla con el mercado.
Me consta que muchos profesores y estudiantes con este proceso de Bolonia no se han sentido representados en el momento del diálogo social entre las partes implicadas, y buena parte de ellas correspondería al interés legítimo de los estudiantes, si ellos no se sienten representados es evidente que deben hacerlo instar, esto es un principio democrático y un derecho fundamental garante del principio de igualdad procesal.
Lo que no se entiende es que se pueda hoy por hoy renunciar a esa influencia de las fuerzas del mercado, pero la Universidad tendría mucho también que decir aquí si se costituyese una buena alianza entre esas dos fuerzas, es más aquí estaría la esperanza para que las condiciones modernas del mercado se constituyen sin pensar unica y exclusivamente en el beneficio económico inmediato, por eso el modo cómo se legislen y acuerden estas relaciones es fundamental, a mi modo de ver.
No me gustaría ceder a este tipo de concepciones deterministas, con independencia de si las ideas vienen de concepciones colectivistas o de la creencia en las fuerzas del mercado. Creo que se podría concebir la idea de que existe una “tercera vía”, mediante la cual pueden evitarse ambos extremos. El Derecho -y en este caso toco algo de mi experiencia académica y, en parte, profesional- tiene una importante tarea en el diseño teórico de la tercera vía. En cualquier caso es un desafío a la ciencia social, no sólo como sociología teórica sino como ciencia jurídica, creo que ésta tiene mucho que ver con el diseño teórico de la sociedad, porque la sociedad toma su forma siempre y en todos los lados siempre a través del Derecho.
Gracias, querido Gustavo, por mantener siempre esa tensión entre la opinión y los temas de actualidad social.
Muchos besos! Que paseis un buen fin de semana!
diciembre 21, 2008 at 1:41 pm
Estimados amigos:
Si existe una evidencia de manipulación en determinados actos de protesta, es preciso decir quién manipula y con qué fin.
Estoy muy de acuerdo con Isthar en la reclamación de un mayor protagonismo del derecho en la sociedad. Sin embargo el derecho, las leyes, emanan de la voluntad de la sociedad en una democracia.
Por tanto, el haberse diluído la importancia del derecho por causas económicas, desregulaciones y fé en los puntos de equilibrio, deberíamos reflexionar sobre si lo importante es también potenciar la particiación y preparación política de los ciudadanos.
Estas acotaciones, y lo que suponen para el desarrollo de la democracia están ausentes en la carta de Bolonia. La carta de Bolonia es un giro mercantil para la estructura de los planes de estudio universitarios.
Por un lado quien tome decisiones sobre tal carta no representa la voluntad de los pueblos de Europa, sino supuestas necesidades derivadas de oferta-demanda. Por otro lado estas necesidades son caprichosas y no dan a la sociedad la verdadera necesidad de tener «ciudadanos» preocupados en la evolución social sino «cápsulas de café» listas para ser consumidas en la maquinaria económica.
Insisto que hay que decir quien manipula a esta gente. Si es asi hay que determinar qué fines persigue. De no seguir este esquema de denuncia, sólo aportamos incomprensión.
Por último, en la línea puntada por Ishta, hemos asistido a la subyugación de la soberanía democrática a los «mandamientos» caprichosos de la economía entendida de una forma elitista y cicatera. Es hora de reflexionar si queremos vivir en una democracia más débil o más fuerte, si ésta cumple con nuestros deseos o no.
China es un ejemplo de dictadura regida por mecanismo tecnocráticos (macro-económicos), los últimos intentos dentro de la unión europea plantean competir con China en sus mismas políticas. Quitando la etiqueta superior, democracia representativa o dictadura de partido único, la realidad muestra una forma consolidada de poder: la tecnocracia económica.
Por el nivel de educación podremos disfrutar bien de una evolución positiva de la democracia, de nuestras propias iniciativas en la acción política, o bien de la dictadura de intereses económicos y la perpetuación de generaciones de «sobrecitos de café».
El hombre no es un consumible, ni las ideas, ni la democracia. Hay que poner ley y orden.
Un fuerte abrazo
Lord Daven
diciembre 21, 2008 at 1:45 pm
Mi hermano aquí presente tampoco está de acuerdo con la carta de Bolonia. Es científico y trabaja en el CSIC.
Los dos somos igual de tontos y protestamos.
diciembre 21, 2008 at 3:30 pm
Las fuerzas del mercado están incrementando su poder a costa de las democracias. Los políticos apelan cada vez más al hecho de que el espacio de la política se está empequeñeciendo.
Hoy día a los medios teóricos se les presenta por ello un gran desafío. Hay quien ha dicho que necesitaríamos un nuevo Marx que denunciase la desintegración y anti-desocialización de las relaciones sociales.
A esto mi amigo Daven me ha dicho: «¿Para que un nuevo Marx o un nuevo Keynes, si ya están ahí?»
Una nueva teoría tendría la misma función y tarea, pero no podría ser la misma teoría, puesto que hoy las sociedades no son iguales que en el siglo pasado, son menos transparentes y ello dificulta su análisis.
La verdadera dirección de las sociedades actuales con medios democráticos esto resulta un desafío ante lo que él mismo has llamado tecnocracia económica y que otros términos se podría denominar dictadura capitalista.
Las cuestiones de valores (morales) importarán más en una democracia. A lo mejor es cuestión de incrementar el conocimiento práctico aristotélico, para cambiar una práctica social.
A todo ello Daven me ha contestado lo siguiente.
«La teoría de la circulación del capital sigue siendo igual de válida. Necesitamos dinamita dialéctica, y sacar de Marx toda la potencia de El Capital más que de El manifiesto. El resto debe ser labor de la sociedad. Ya son pocos los que están satisfechos con este modelo democrático, de no elaborar una contra-propuesta serán los dictadores potenciales en la puerta. Ahora más que nunca necesitamos a un Pericles, el mismo de siempre. Y que en los foros universitarios no se pierda su canto fúnebre».
Para esto Gustavo te contesto con la misma teoría que tú expones de las profecías que se autocumplen:
«Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, feliz con su peso y le dice: Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla, porque es «un tonto». ¿Y por qué es un tonto? Porque no pudo hacer una carambola sencillísima, según el preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Y su madre le dice: No te burles de los presentimientos de los viejos, porque a veces ocurren. (…)»
~
Y esta es la respuesta que da un colectivo de estudiantes universitarios al señor Rubiralta:
«Sigamos pensando. Si los estudiantes denominan «Bolonia» a la Estrategia Universidad 2015 y usted está a favor de dicha estrategia, los estudiantes protestan contra aquello de lo que usted está a favor. ¿Cree que mareando la perdiz con el nombrecito van a olvidarse de eso? No somos tontos, Rubiralta.
Usted ha aclarado el malentendido, pero era un malentendido comprensible; sobre todo teniendo en cuenta que el Real Decreto 13/93 (en estas protestas, los estudiantes pedimos su derogación) establece que en el año 2015 ya sólo habrá Grados; se habrán acabado las licenciaturas en todo el reino borbónico. ¿De qué me sonará a mí esa fecha…? ¡Vaya, qué casualidad!
En toda Europa es lo mismo: más tasas, menos becas, los estudiantes gritando en la calle. ¡Casualidad, todo casualidad, nos decían! ¡No existe un proceso en toda Europa, nos decían! Usted, Rubiralta, es un poquito más sutil (¿o quizá menos?): este proceso sí que existe, pero no se llama «Bolonia», sino… «Estrategia 2015». Lo dicho: a casa todo el mundo que ya nos hemos quedado tranquilitos… No somos tontos. (…)
Señor Rubiralta: ¿es que no ha leído los Libros Blancos de los propios Grados que dice defender? ¿Es que no sabe que las competencias profesionales de los mismos son sensiblemente inferiores a las que podían desarrollarse con las licenciaturas? ¿No le parece que esto debería preocupar a los estudiantes y condicionar sus reivindicaciones?
¿Identificamos Bolonia con la crisis? Que yo sepa, la LOU fue aprobada en el año 2002. Usted recordará las manifestaciones multitudinarias, ¿no? Por entonces usted debía de estar labrándose el camino (léase besando los traseros adecuados) para llegar a ser Rector de la Universidad de Barcelona.
Así que lo recordará muy bien.
La cuestión es ¿había crisis también en 2002, Señor Rubiralta? ¿Usted cree que somos tontos y se nos puede engañar con una tontería semejante?
Ya sabe que esa LOU creaba los Consejos Sociales (Artículo 14) y la ANECA (Artículo 32), dos organismos tristemente controlados por los empresarios. Por ejemplo, veamos el Consejo Social de la UB, la universidad de la que hasta hace unas semanas usted era Rector (http://www.ub.edu/cs/membres.htm). El presidente del consejo social es su amigo Joaquim Coello Bufrau. Buscando en el Google he averiguado que es el consejero delegado de la compañía Applus.
Buscando el nombre de esta empresa he llegado al siguiente resultado: Applus es un grupo empresarial dedicado a la certificación, inspección y ensayo. Es una empresa multinacional con el 75% de capital perteneciente al grupo estadounidense Carlyle y con el 25% perteneciente a un grupo de empresarios y cajas catalanas lideradas por Caixa Catalunya.
¡Esto es una puñetera vergüenza!»
~
Ishtar es también tonta! pero no sinvergüenza!
diciembre 21, 2008 at 8:27 pm
Buenas tardes,
Invito a todos los que estén interesados a leer esta jugosa entrevista dentro de la bitácora de Ishtar:
http://sylfide.blogspot.com/2008/12/entevista-aulis-aarnio.html
Hagamos de «decision-takers» por un momento: Bolonia dice que hay que acomodar las titulaciones a la necesidades del mercado, tenemos titulaciones históricas como filosofía:
¿Para qué sirve la filosofía en el mercado?
Dejemos que sea el propio Aristóteles quien responda: «La filosofía es la más inútil de las ciencias pero sin ella no podríamos ni ir al mercado.»
Muy interesante, -¿pero es útil? -No- -Eliminémosla, pues.
Por una carta de intenciones las estrategias pueden ser tan perversas como ésta. El problema de acotación es importante.
Bien se argumenta que hay motivos para encerrarse y no salir, suficiente motivo es nacer en un mundo egoísta e insolidario, lo es ciertamente que los acontecimientos recientes en economía son una serie sospechosa de malas praxis donde todos los involucrados se van «de rositas» con descaro. Pero el motivo principal para encerrarse es que nuestra voz no se hace escuchar.
Si las decisiones en democracia se hacen en base a una ideología tecnocrática ya no es una democracia fuerte. Estamos perdiendo el rumbo, y los pueblos se sublevan con respecto a cualquier decisión, sea esta acertada o no. No es la bondad o adecuación lo fundamental, son los ciudadanos que ya no importamos.
No necesitamos líderes fuertes, los líderes son la respuesta antropológica a la falta de rumbo, necesitamos democracia y toma de decisiones en la ciudadanía. Nos equivocaremos, sí, pero habremos sido nosotros y rectificaremos. No estamos en las trincheras como en Bruselas.
Importan los bancos, los ricos, los poderosos, los intereses espúreos, la contaminación odiosa del marketing, la desmantelamiento de la soberanía. Hay quien actúa en nombre de todos pero sólo consulta con los usurpadores.
Por un lado Europa, el sueño europeo, se convierte en una pesadilla. El contrato social en Europa no se comprende: ¿Quién aprueba las leyes y de donde vienen éstas? -Si ésto no se entiende la unidad política de Europa está herida de muerte. No por culpa de la voluntad de los pueblos, sino de la supuesta astucia de una generación de políticos que solo entienden de atrincheramiento.
Por otro lado toda una ideología económica ha querido, en nombre de la Libertad, usurpar el papel de las leyes, desmantelarlas, ofrecer sus puntos de equilibrio sospechosos como sustitutivo del código. Así han adoptado una nomenclatura tan capciosa como la que tomó el marxismo (no Marx, sino los marxistas). Hablan de intervencionismo, hablan de la maldad de la tributación, hablan de flexi-seguridad, hablan de la competencia desleal desde el estado o las colectividades. Y ¿qué ofrecen?: Nada, ni siquiera una utopía. Hayek y Pedro J. Ramirez, como dijo Felipe González, una y la misma mierda.
Aquí está, para mi, el auténtico debate. La democracia exige extrema vigilancia (Jefferson) sino combatimos por hacernos oír, ya nos tachen de tontos, manipulados, extremistas, comunistas, enemigos del mercado, vagos, insidiosos, inútiles, despreocupados por la competitividad, improductivos, anacrónicos o envidiosos, estamos a punto de ceder a nuestra derrota. Todos esos epítetos son el precio a pagar, y lo hacemos con gusto.
Si hemos de luchar para transformar algo, transformemos todo. Porque las cosas están muy mal y que nos hagan tragar con que es el punto de equilibro entre oferta y demanda, que la tiranía de las «pequeñas circunstancias», de las necesidades presentes, me parece una sorna cuando hablamos de mi, de nuestro futuro.
Si es así el compromiso, que se haga un contrato social, pero yo, nosotros, estipulamos la ley sin mediadores, y nos comprometemos a cumplirlas.
De otro modo la única salida es la Rebelión ante cualquier forma de autoridad, y esto ha de quedar bien claro.
Y, por favor, los líderes mejor que se queden viendo la televisión. Nunca los hemos necesitado.
Lord Daven, tonto del bote.
diciembre 22, 2008 at 2:45 pm
Dejo para el placer de la lectura el famoso «discurso fúnebre» de Pericles,
¿Quién lo recordará en los tenebrosos tiempos de barbarie que se avecinan?
¿Será materia de examen en los desventurados mentideros de recursos humanos?
¿Se mencionará acaso en los informes financieros?
¿Ocupará la conciencia de los hombres rudos de negocios?
¿Osará el eficaz ejecutivo perderse en su transparente espesura?
¿ocupará el lugar que merece en los libros de texto?
http://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_f%C3%BAnebre_de_Pericles#column-one
Aquí queda para reflexión de los hijos de Atenea.
Lord Daven