Como recuerda Pablo, uno de los mandamientos, el noveno, de mi decálogo para tener éxito como jefe es: “selecciona y contrata para trabajar contigo a gente que valga más que tú”. También recuerda Pablo que frecuentemente cito un estudio realizado sobre una amplia muestra representativa de Directivos españoles, en el que se muestra una correlación entre nivel de inteligencia, medido como C.I.G., y el nivel de dirección en el que estaban, para ilustrar mi tesis de que una de las razones del éxito es la inteligencia.
Un jefe para tener éxito debe ser inteligente y una muestra de su inteligencia es contratar a gente que valga más que él. Pablo deduce que hay contradicción entre ambas ideas, contradicción que yo no encuentro. En un caso, el de la primera idea se trata de una recomendación mía – contrata a gente más valiosa que tú – y en el otro se trata de una cita un estudio estadístico que muestra una evidencia -a mayor nivel directivo, mayor inteligencia-. En un caso hablo de personas valiosas, en el otro se habla de C.I.G. y nivel de dirección alcanzado en un momento dado. El hecho de que yo recomiende a los jefes que se atrevan a contratar gente más valiosa que ellos no significa que todos los jefes sigan mi recomendación. Además la gente más valiosa suele ser más inteligente, pero hay más cosas que hacen a la gente valiosa que la pura inteligencia. Por otra parte la gente valiosa, que como digo suele ser inteligente, suele acabar llegando más arriba que los que son sus jefes en un momento dado. No hay contradicción.
Bueno, aclarada la forma, vamos con el fondo: creo sinceramente que para tener éxito hay que ser inteligente. Para tener inteligencia emocional, la que es condición necesaria para la competencia, la primera condición -no la única – es la inteligencia sin calificación, inteligencia sin más. Pero eso no basta. Una visión global, un buen control emocional, un modo de sentir dilatado, el interés por la psicología de los demás y la propia psicología, el conocimiento de las dinámicas de los grupos, un amplio abanico de intereses, impacto personal, conocimiento de las normas de comportamiento social y cultura general, son imprescindibles para triunfar.
De todas maneras para ser líder, además de todo lo anterior, hay que tener el rol de líder entre los roles del catálogo personal de roles a desempeñar en la vida que se fijan en el subconsciente en los primeros años de vida. El líder necesita esa condición, más que biológica psicológica, más que de nacimiento de personalidad; sin ella no hay líder posible. Claro que sobre esa base se puede construir una persona con liderazgo o no, pero sin ella no es posible.
noviembre 11, 2008 at 1:02 am
Gracias por la aclaración Gustavo. lo tengo ahora mucho más claro. un abrazo.
noviembre 11, 2008 at 1:11 am
De nada Pablo.
Hasta la próxima pregunta.
noviembre 20, 2008 at 1:10 pm
Incluyo este artículo muy en la línea del pensamiento «Matista»
http://www.hoteljuice.com/el-lider-no-es-usted-lo-tiene-en-su-empresa
Un abrazo
Lord Daven
noviembre 20, 2008 at 1:26 pm
Gracias Daven.