Toda la energía de la tierra procede, al fin, del sol. Los combustibles fósiles -gas, petróleo, carbón, pizarras bituminosas, arenas alquitranadas- se generaron a lo largo de centenares de millones de años y tienen su origen en transformaciones de la biomasa; una biomasa que acumuló en su día la energía solar a través de la fotosíntesis y que fue quedando atrapada entre los diferentes estratos de la tierra originando el carbón, el petróleo, el gas,… Hay una más que abundante reserva de combustibles fósiles en el planeta: 5.000 Gtoe (miles de millones de toneladas equivalentes de petróleo). El consumo actual es de 10 Gtoe al año. Parece suficiente reserva. ¿No?
Ahora dependemos excesivamente del petróleo, aunque esa dependencia se puede disminuir mejorando la forma de utilización de otros combustibles fósiles -singularmente carbón-. El consumo creciente de petróleo está llevándonos a que en un horizonte contemplable éste se agote. Se estima que pronto alcanzaremos el pico de producción. Los precios seguirán siendo altos y cada vez más altos y eso estimulará la utilización de otros combustibles. Pero el problema finalmente no sería tan grave, hay alternativas de combustibles fósiles como hemos visto. Además el sol sigue regalándonos cada día enormes cantidades de energía. El total de energía que manda el sol a la tierra es 10.000 veces mayor que nuestra demanda actual de energía. Con toda probabilidad, la humanidad resolvería el reto energético. Y está la energía nuclear, que, pese a sus conocidas externalidades negativas aún no bien resueltas y los riesgos derivados de la proliferación de la tecnología nuclear, por sus usos militares, es una fuente más. El problema no es que falten recursos energéticos, sino su aprovechamiento eficiente y, sobre todo, el control del impacto que el uso de combustibles fósiles tiene en el medioambiente.
EL CICLO DEL CARBONO
El carbono del CO2 atmosférico lo fijan las plantas como Carbono orgánico a través de la fotosíntesis, almacenando de esa forma la energía que recibimos del sol. Cuando quemamos un combustible el Carbono retorna a su forma de CO2 y liberamos esa energía acumulada. El problema se deriva de que estamos quemando en poco tiempo un carbono de origen orgánico, fijado como tal durante miles de millones de años, alterando el equilibrio natural. En la atmósfera ha habido, durante centenares de miles de años, una proporción casi fija -con pocas y poco significativas variaciones de ciclo anual- de 280 moléculas de CO2 por cada millón de moléculas de todos los componentes del aire. Ciertamente en la historia geológica de la tierra ha habido épocas con mayores concentraciones de CO2, pero hablamos de hace bastantes miles de millones de años. La tierra entonces era un sitio muy caliente y muy húmedo, sin casi condiciones para la vida de organismos superiores, habitada por una sopa de algas y bacterias, en el que empezaban a aparecer los primeros vegetales evolucionados, los helechos. La concentración de CO2 ha sido fija como decíamos desde mucho antes de la aparición del hombre sobre este maravilloso, complejo y delicado planeta, hasta que en la era industrial, con la combustión acelerada de los fósiles, la hemos incrementado hasta las 380 partes por millón actuales. Si aumentamos el CO2 en la atmósfera mediante la quema de combustibles fósiles y nos dedicamos a desforestar el planeta estamos generando un doble efecto que deviene en ese espectacular aumento de la concentración del CO2. Y seguirá aumentando dramáticamente si no hacemos nada. Pero ¿qué importancia tiene? ¿A quién le molesta un poco más de CO2, un gas incoloro, inodoro, insípido y aparentemente inocuo sino beneficioso para las plantas?
La tierra recibe la energía del sol en forma de radiaciones, sobre todo ultravioletas, que pasan a través de la atmósfera -que se encarga de filtrar las frecuencias perjudiciales y dejar pasar las que menos daño nos pueden hacer-. Esa radiación es en parte rebotada, sobre todo, por los casquetes polares, blancos como espejos, y en otra parte absorbida por la tierra que se calienta. La tierra al calentarse emite también radiación, pero en una banda menos alta, sobre todo infrarroja, que la atmósfera también filtra, no dejando que toda se vaya. Es como si la atmósfera fuera una sábana con la que nos abrigamos para no perder mucha energía infrarroja y que filtra el sol dejando pasar el calorcito de la ultravioleta sin que nos quememos. Una maravilla. Pues bien los gases responsables de que el calor de los infrarrojos no se escape totalmente son el CO2, el vapor de agua, el metano y los gases nitrosos. Son los llamados gases de efecto invernadero. Al incrementar el CO2, el metano y los gases nitrosos en la atmósfera la radiación infrarroja de la tierra no escapa de igual modo y se produce un calentamiento global cuyo origen se debe exclusivamente al impacto de la actividad humana. Es el efecto invernadero.
En otras épocas ha habido también variaciones de la temperatura media del planeta. No tan bruscas desde luego. Como consecuencia de los sutiles y lentos movimientos de precesión y nutación, la inclinación del eje de giro de la tierra respecto al plano de la eclíptica -la trayectoria elíptica de la tierra en torno al sol- no es siempre igual y eso influye en la cantidad de radiación que las grandes masas de hielo de los polos rebotan hacia la atmósfera, lo que ha provocado las épocas de mayor o menor avance de las glaciaciones a lo largo de miles de años. Pero esta vez la causa del cambio es otra: es nuestra desaforada manera de consumir combustibles fósiles; y el efecto es el calentamiento global a corto plazo; y el impacto puede ser tremendo. Todo parece indicar que va a ser así a menos que tomemos seriamente medidas para corregirlo.
Arrojamos cada año 36.000 millones de toneladas de CO2. De esas unos 17.000 millones de toneladas van a parar a la atmósfera y el resto es absorbido por los océanos combinándose con el agua para formar ácido carbónico CO3H2. La acidificación de los océanos es un hecho y está matando las colonias de corales en todo el mundo. Además el fenómeno del calentamiento se retroalimenta. El efecto invernadero del CO2, los vapores nitrosos y el metano provoca calentamiento y el calentamiento aumenta el vapor de agua en la atmósfera que aumenta el efecto invernadero. El calentamiento origina el deshielo de las masas polares por el calentamiento global lo que hace que se refleje menos energía por los espejos polares hacia el espacio con lo que aumenta el calentamiento. El calentamiento del mar hace que se reduzca la capacidad de fijar CO2 del mismo. A medida que el mar se calienta va desprendiendo CO2. A más calentamiento menos capacidad de absorción de CO2 en el mar, más efecto invernadero y más calentamiento global.
El cambio climático es un hecho y se debe al efecto de la actividad humana sobre el medio natural. Las consecuencias son ya graves. Aumento de la temperatura, aumento de las catástrofes naturales ligadas al clima, aumento del nivel del mar, desertificación, etc. Las previsiones sobre lo que pueden ser las consecuencias a corto plazo son tremendas. No es seguro, no hay precedentes, pero algunas predicciones resultan apocalípticas. Hasta los más optimistas saben que el tema es muy grave. Como siempre los más afectados son los más pobres entre los pobres. ¿Seguimos dejando que los profetas de que aquí no pasa nada –siempre al servicio de intereses turbios a corto plazo- nos embauquen o empezamos a concienciarnos de que nos estamos jugando la vida sobre el planeta tal y como la concebimos? ¿Va a arreglar esto la mano invisible de Adam Smith, tan sempiternamente evocada por los llamados neoliberales?
No os creáis nada de lo que os cuenten. Esto tampoco. Sometedlo a vuestro buen juicio. Pero informaos de todo cuanto os afecta y sacad vuestras conclusiones. Leed qué dicen y quién lo dice, así no podrán engañaros.
Atajar el cambio climático es posible aún. Sólo hace falta que se tomen las medidas necesarias a nivel global. Las hay. Se trata de detener la deforestación e imponer sistemas de consumo de energía más eficientes. Además se puede capturar parte del exceso de CO2 en la atmósfera. Hay prometedoras técnicas para ello. Pero de momento los líderes del mundo no acaban de tomar el toro por los cuernos y se dedican, cuando se reúnen, a cenar con 19 platos en el menú. Esto último parece demagogia pero no lo es, amigos. Los líderes del G-8 son unos indecentes horteras indignos de ocupar las poltronas en las que se arrellanan. ¡Qué se apliquen a trabajar de una santa vez!
julio 21, 2008 at 5:28 pm
Gracias maestro.
No me creo nada 🙂
julio 21, 2008 at 5:59 pm
Me alegro. Entre el escéptico -que no cree en nada- y el dogmático -inflexible, que mantiene sus opiniones como verdades absolutas- siempre prefiero al primero.
A veces el dogmático se disfraza de escéptico para rechazar las opiniones ajenas contrarias. Ojo con esa argucia que es muy frecuente.
Un abrazo más.
Gustavo
Aforismo adaptado: «No hay peor ciego que el que no quiere oir. Además de ciego es sordo.»
julio 21, 2008 at 6:23 pm
Estimado Turco:
Por lo que me huele, usted no es de los que expulsa precisamente CO2 por sus agujeros. Conozco perfectamente que el profesor Mata está muy sensibilizado con el tema del CO2 a lo cual yo le he mostrado objecciones desde mi punto de vista científico. ¿Usted que muestra o demuestra?
Nada interesante.
¿No tenía usted un proyecto olvidado de cortarse la venas?
No es nada personal, se lo aseguro, es sencillamente que sus exhalaciones de CO2 no contribuyen al bienestar de la humanidad en general. Ni tampoco el tacto de sus dedos sobre el teclado a ningún conocimiento de provecho. Agradezca al profesor que, al menos, muestre su tozudez por encontrar maneras de repènsar en el futuro de esta funesta especie.
Chisterazo y salida por derecho,
Lord Daven, humildemente conocido como Yahveh
julio 21, 2008 at 6:38 pm
Me encanta la polémica. De la discusión sale la luz.
La ironía y el sentido humor sublima la disputa dialéctica sin afectar al fondo de los argumentos suavizando la tensión que inevitablemente genera.
Gracias por la aportación Milord.
Un abrazo.
julio 21, 2008 at 8:22 pm
Por lo que a mí respecta me gusta definir la “perplejidad” diciendo que, ante todo, es un estado de tensión.
Platón ya definía a la filosofía en esos términos cuando la presentaba, como a Eros hijo de Penia y Poros, “de la indigencia y la opulencia”-, a la manera de un estado de tensión inapaciguable entre la indigente ignorancia y la opulenta certeza.
A diferencia de la perplejidad, que -como la propia filosofía a la que alimenta- consiste en tal tensión, la ignorancia podría pecar de escéptica y la certeza de dogmática.
Más la perplejidad no es ni lo uno ni lo otro y lejos de reducirse a dogmatismo o a escepticismo -”esas dos formas de intolerancia”- constituye si así puede decirse el único padecimiento filosófico capaz de inmunizarnos contra ambas.
De entre esas perplejidades que nos asaltan una y otra vez: el suplicio de Tántalo, el castigo de Sísifo o la condena de las Danaides son, en verdad, los mitos emblemáticos del oficio.
~
Bueno, os dejo este regalo filosófico que en verdad son palabras del filosofo Javier Muguerza, discípulo de Aranguren para distender algo sobre el momento de tensión del tema.
No creo, por tanto, que se trate de ignorancia o de certeza sino de hacer un esfuerzo conjunto, y desde este punto de vista admiro más, como dice Daven, la posición de Tántalo dentro de su oficio.
Un saludo cariñoso!
julio 21, 2008 at 8:29 pm
Me gustaría añadir tambien un dato más.
Parece que un reciente estudio de la universidad de Cambridge ha revelado que los residuos de energía nuclear o atómica duran mil cuatrocientos años en apagar su efecto, algo menos de lo que se creía, pues se pensaba que duraban más de doscientos mil años, tal vez se está pensando en retomar esta energía porque es más barata que las renovables y porque se reduce también la dependencia de las energías fósiles como el petróleo, y tiene la ventaja de que no produce CO2 y que sus desventajas se pueden controlar adecuadamente, todo ello también compensándolo con otras energías como las renovables sin duda, donde es interesante investigar, es cierto que parece que hay un lobby fuerte nuclear pero las otras energías son inagotables y ése es su fuerte.
Dicen también que tenemos veinte años para reaccionar al cambio climático en el mundo y que estamos a tiempo de frenar el efecto de los gases tóxicos de CO2 y del efecto invernadero, de lo contrario el iceberg de Groenlandia y de Islandia se deshelará y el mar surcará continentes de tierra, algo de eso se dice.
~
Gracias por aportarme mas información sobre este tema, profesor, y seguiré no obstante interesándome por las últimas novedades que se propongan.
Lovely!
julio 21, 2008 at 8:45 pm
Gracias gentil y, abrumadoramente, culta Ishtar.
Es un gusto que nos visites con frecuencia.
Te regalo un haiku:
Así te siento cada vez que nos dejas un comentario:
Como un soplo
de brisa veraniega
fresca y nueva
Un saludo muy cordial y agradecido.
julio 21, 2008 at 8:51 pm
Os dejo también con otras noticias, a fuer de no ser muy pesada.
Los ministros de Energía del G-8 piden elevar la producción de petróleo a través de mayores inversiones, una mayor transferencia sobre los datos de suministros e invitaron a otros países como China, India o Corea del Sur a sumarse a una autodenominada Sociedad Internacional para la Cooperación en la eficiencia de la energía (CINCO DÍAS página 33).
La periodista Beatriz Parra cuenta que EEUU se compromete a reducir a la mitad las emisiones de CO2 para 2050. El famoso glaciar argentino Perito Moreno, se derrumba en pleno invierno austral por primera vez desde 1917.
~
Por cierto, una pregunta, tal vez para Daven, si él puede contestar, ¿es cierto que el CO2 que libera el bioetanol, puede servir para volver a producir más almidón y no contamina el ambiente, mientras que el CO2 del petróleo sí crea el efecto invernadero? Es que también he leído la noticia contraria, en este caso por un profesor premio nobel aleman, que dice que el bioetaol tambien produce CO2.
Se dice que los biocarburantes (bioenergías) y el biodiesel son la alternativa a las energías fósiles; el alcohol o el bioetanol se pueden convertir en carburantes para nuestros automóviles, el almidón es el componente de reserva que tienen las plantas, los tubérculos, las raíces y que por eso producen esa energía, y éste se obtendría de la patata, el maíz o el trigo. Se habla de una especie de proyecto en Europa de aquí a veinte o treinta años para conseguir haber sustituido el veinticinco por ciento del petróleo por estas energías, en Suecia ya el quince por ciento de sus automóviles están realizados en esta forma de bioetanol.
En general se plantea como una revolución global pues cada sociedad tendría que gestionar sus propios recursos energéticos, se reactivaría incluso el trabajo en el campo, estaría también en el interés de las investigaciones de la industria bio-farmacéutica pues a partir de aquí se elaborarían las licoproteínas que serían como plantas vacunas o plantas modificadas genéticamente.
Por tanto es un proyecto futuro que está en la resolución del proyecto europeo y de la política europea.
~
julio 21, 2008 at 9:01 pm
Querida amiga, lo que ocurre es que para producir bioetanol se consume CO2 de la atmósfera pero hace falta energía y para producirla se genera CO2. Aunque el balance es positivo -se consume más CO2 que el que se genera-.
El CO2 es siempre el mismo CO2. Venga de dónde venga tiene el mismo efecto.
Un saludo.
julio 21, 2008 at 9:39 pm
Muchas gracias por tu amable respuesta.
Y ademas creo que es recíproco modestamente y las palabras que me dedica yo también quiero dedicarselas a usted, quiero decir a ti, pues es mucho lo que encuentro de brisa fresca y de viento libre e incontaminado por aqui.
Por eso me he permitido en agradecimiento por su bello haiku traerle un poema de Dante, aunque está algo libre versionado por mí.
«La confusión y el miedo entremezclados,
cual quebrada ballesta se dispara,
por demasiado tensos cuerda y arco,
y sin fuerzas la flecha al blanco llega,
así estallé abrumada de tal carga,
lágrimas y suspiros despidiendo,
por entre mis deseos que
al amor por el bien te conducían,
que cosa no hay de aspiración más digna».
~
(es una versión libre de Dante)
julio 21, 2008 at 10:44 pm
Querida amiga.
No sé si es más trascendente tu sabiduría,
por las respuestas que nos das,
o tu afán por aprender,
por las preguntas que nos dejas.
En todo caso eres una brisa fresca
que siento en mi curtida cara
de viejo profesor.
Gracias.
Esta vez te mando un beso.
julio 22, 2008 at 12:40 am
No hay consenso científico sobre la causa-efecto de aumento de temperatura y aumento de CO2 en la atmósfera. Es como el huevo y la gallina.
El bioetanol no es más que, como dice Astarté, el alcohol producido por la reducción de los azúcares del almidón que producen una gran variedad de vegetales. Este ciclo es parecido al importante ciclo de Krebs, por el cual nuestras células consiguen energía; al igual que el ciclo de Krebs un residuo importante del ciclo es más CO2.
Además, la capacidad de suelo fértil y rotación de éste contra las necesidades actuales de automoción me hacen pensar en un auténtico mar de maíz en cualquier suelo incluyendo las selvas y los bosques naturales. Volvemos a forzar a nuestro huesped. Y el resultado entrópico es positivo (más desorden en los ciclos del vapor de agua, desestraficación del suelo)
¿No es nuestra relación con la Naturaleza parasitaria más que simbiótica?
Por cierto, queridos amigos. No me siento contento con la respuesta recibida. Sigo pensando en lo tonto que soy:
¿Por qué las necesidades de la humanidad son necesariamente crecientes?
Si la respuesta es que así ha sido siempre, no hay esperanza, volvemos a Malthus. Lo más importante y crucial es saber por qué.
Lord Daven, «apegarse a lo material es dirigirse a la destrucción»
julio 22, 2008 at 3:38 pm
Dedicado a Lord Daven.
🙂 …me encanta. Parece que el sabueso sale a defender a su amo. (amo al que aprecio mucho) Ni muestro ni demuestro, ni soy creyente ni practicante (aunque haya mucho de los primeros). Polemizo, pregunto, critico e intento aportar otros puntos de vista. Y aunque bien sé que al maestro no le hacen falta porque ya los conoce, quizás otros lectores no los conozcan. Si todos estuvierámos de acuerdo en todo, qué aburrido sería todo, y qué fáciles serían las reuniones de trabajo.
Respecto a mi proyecto, lo tengo pendiente, tarde o temprano, pero siempre después de usted.
Pensaba que el CO2 era inodoro e incoloro, como su último y dedicado comentario Lord Daven, probablemente yo esté equivocado.
Bueno, ahora suelte algo de filosofía para arreglar esto, me encanta leer sus discusiones de verdad, aprendo mucho de vosotros y me queda mucho por aprender, además admito que la filosofía nunca fue mi materia preferida, ni mi fuerte.
Y por favor, sin ningún tipo de resentimiento, si mis comentarios son nada o poco interesantes, o no están a la altura de este blog, corresponde al dueño de este blog hacer un click en el debido lugar y eliminarlos. Para eso están moderados.
Vuestro turco rebelde.
julio 22, 2008 at 5:00 pm
Pablo, Gracias por la aportación.
Quiero que en el blog quepamos todos.
Lo enriquecen todos los comentarios. Especialmente los vuestros, por la fidelidad que mostráis por la frecuencia de vuestra participación y el interés que tiene cuanto decís.
En mi pueblo, desde el siglo X no tienen señor y nos hemos acostumbrado a no tener amos ni a ser dueños de nadie. Lo llevamos ya casi en los genes. Pensamos que no somos más que otros, pero menos tampoco.
Daven es libérrimo y me encanta que sea así. A veces tú también estás de acuerdo conmigo y eso no te hace menos libre.
Os quiero a los dos.
Un abrazo.
julio 22, 2008 at 7:08 pm
http://facstaff.uww.edu/travisd/pdf/jetcontrailsrecentresearch.pdf
Fascinante.
julio 22, 2008 at 7:19 pm
Gracias Daven,
Muy interesante, pero, a mi juicio, no pasa de ser una curiosidad. Habría que profundizar muchísimo más en el análisis.
La verdad es que la complejidad de la atmósfera y sus variables y las interrelaciones posibles entre las mismas hace realmente complejo cualquier análisis.
Pero hay un cambio climático de efectos imprevisibles y graves en el que los gases de efecto invernadero tiene un rol clave.
Ese es el asunto que debería centra las preocupaciones de los cinetíficos, de los polítics y del resto de la gente.
Me preocupa la tendencia que hay a distraernos con curiosidades.
Me parecen interesadas.
julio 22, 2008 at 7:54 pm
Lo que buscaba Diógenes con su linterna era un «indiferente»…
Se habla sinceramente de ideal, de porvenir. Sin embargo cada vez que escucho hablar de ideal y de porvenir en los otros no los considero que me consideren. Como si todo ideal y toda fe fuera una forma de terror.
Entre revoluciones y entre formas de espiritualidad se dividía su corazón.
Y su corazón se divide entre un ideal y otro, ¿quién duda que en un mundo donde un 20 % de la población consume un 80 % de la riqueza mundial no es necesario ejercer ya una política de cambio y de ahorro enérgetico? Pero su corazón seguía dividido como pocas veces…
~
Todos se esfuerzan por remediar la vida de todos: El ansia de llegar a ser fuente de sucesos actúa sobre cada uno como un desorden mental o una maldición elegida.
Lo que buscaba Diógenes con su linterna era un indiferente…
Porque en verdad si no estamos dispuestos a cambiar desde nosotros mismos no hay nada que hacer.
~
Lovely!!
julio 23, 2008 at 12:12 am
Estimado profesor:
Sólo pretendo mostrar, y que demostrarlo está fuera del alcance de cualquier científico, que el único responsable del cambio climático es el CO2.
Si incluímos el vapor de agua, también es un gas de efecto invernadero con el doble de repercusión que el CO2.
Ignorar la variable del efecto «albedo» no es responsable ni científicamente ni éticamente. La reflexión de los rayos solares sobre las nubes y la estratosfera repercute más en el filtro de energia solar que cualquier efecto de recaptación molecular, posiblemnete un 30-35% del total de la energía emitida por el sol (no por la tierra como cuerpo negro, caso del efecto invernadero).
No estoy seguro de que haya una causalidad directa entre aumento de temperatura y CO2 y una correlación no muestra una causalidad a no ser que sea explicada, hay fenómenos intermedios y la emulsión de CO2 en los mares por aumento de la temperatura es un hecho incontestable.
El mercado de emisiones de CO2 entre países y empresas es un ejemplo indignante de lo que puede hacer el «mercado» con el medio ambiente.
Coincidimos en el fondo, el deterioro del medio ambiente radica en la acción humana, en el forzamiento de los recursos naturales en provecho de esas necesidades insaciables de este piojo cabezudo que Maslow retrata. ¿Es eso el espíritu humano?
Que durante el corte de vuelos después de los atentados del 11-S se experimentara una «sensible» bajada de temperatura respecto a series históricas indica que el efecto albedo es realmente importante. Las estelas de los aviones «rompen» la nubosidad.
¿Nos entendemos? Creer que el CO2 es el origen del mal es dogma. No hay consenso científico, no hay un solo modelo determinista sobre el particular ni relación causa-efecto clara, más bien de efecto-causa.
¿Nos entendemos? No es el CO2 solo lo que hay que corregir, es toda una serie de hábitos, de frivolidades innecesarias, de pérdidas de rendimiento, de urgencias hacia la energía de fisión nuclear, de emborrachamiento de opulencia, de «mercados» insaciables y sociedades educadas mediante spots publicitarios y campañas presidenciales demenciales: Más del 80% de los productos consumidos son prescindibles. El «consumo masivo», por mucho que en los MBAs se nos timbre con el dogma contrario, ni hace feliz ni satisface a los seres humanos. Abundance and machinery let us in want.
Me sorprende que a una persona tan abierta de mente el efecto «albedo» le suene a curiosidad.
Asombroso.
Lord Daven, físico teórico
julio 23, 2008 at 8:05 am
Otra curiosidad, hay gente que lleva tiempo diciendo que para compensar el aumento de temperatura se podrían pintar todos los techos de blanco. Otra ocurrencia con la que distraerse, esperemos que OBAMA no se entretenga en esto.
http://www.nuevolaredo.gob.mx/otros_archivos/feria_ambiental/CAMBIO%20CLIMATICO.pdf
julio 23, 2008 at 8:47 am
No es mala idea para reflejar parte de la luz ultravioleta. No sé cuántos metros cuadrados pintados de blanco se podrían conseguir pero sin duda ayudaría a reflejar radiación solar. Me temo que el efecto sería inapreciable.
Mejor idea es colocar en los techos colectores de agua caliente y placas solares. Se podría ser autosuficiente energéticamente en muchas casas y no se gastaría en transporte de la energía producida. Eso si que ahorraría energía y por ende limitaría las emisiones.
Un abrazo.
julio 23, 2008 at 12:09 pm
Daven, la curiosidad a la que me refería no era el efecto albedo milord sino la correlación que se establece en el artículo entre el hecho de que esos días no hubo aviones civiles y la subida. Si se puede dudar del efecto del CO2 sobre el calentamiento, ¿se puede dudar de la tesis del artículo?: espero que sí.
Un abrazo científico.
julio 23, 2008 at 2:12 pm
Disculpe querido Gustavo:
No hubo aviones y la temperatura bajó. Las estelas rompen la nubosidad y por tanto reducen el efecto «albedo». Sólo quiero ilustrar un hecho que se pasa por alto en casi todas las dicusiones sobre el aumento de la temperatura:
1. Efecto invernadero (tiene una repercusión ~30 Grados Celsius)
2. Efecto Albedo (Filtra un 30 a un 35% de la radiación solar desde la ionosfera)
http://es.wikipedia.org/wiki/Albedo
3. Deforestación, la degradación de los terrenos hace aumentar la temperatura puestoque el ciclo del agua se hace más rápido y violento.
4. La actividad solar es variable en decenas de años.
5. Ciclos climáticos en períodos interglaciares. Cambios en la tectónica.
Las variables 1, 2 y 3 tienen una componente antropocéntrica importante. Las variables 4 y 5 escapa de nuestras manos.
Estoy convencido de que tanto 1,2 y 3 tienen además repercusión en el aumento de CO2.
Así pues, la correlación CO2-T se debe explicar con una serie de hechos endógenos y exógenos a la acción humana. Evidentemente y ante el peligro de poner en peligro la especie cuanto antes se comience a actuar tomando medidas restrictivas mucho mejor.
Sobre la energía nuclear tengo tantas reservas que preferiría preparar un artículo al respecto. No hay peor pesadilla que la fisión nuclear.
Un fuerte abrazo
Lord Daven
julio 23, 2008 at 4:04 pm
No es que me lo tome a cachondeo, pero… ¿os dais cuenta de que al planeta en el que vivimos la expectativa de supervivencia de nuestra especie se la trae al pairo?¿qué significan unos cuantos milenios a nivel geológico?
A mi, en cierta medida, me consuela pensar que la tierra se recuperará pese a todo lo que le hagamos. O eso quiero creer, porque cuando pienso la vida de la radiación nuclear me tiembla un poco el catastrofismo-optimista este…
En fin, sólo quería que supierais que NO ESTÁIS SÓLOS. Hay alguien más leyendo aqui fuera 😛
julio 24, 2008 at 8:41 am
Daven, Fermín, amigos,
¿Hay un cambio climático brusco, con causa en la actividad humana? Parece indiscutible. ¿Estamos ya en la nueva era: el Antropoceno?
¿Qué nos traerá? De momento nada bueno y las perspectivas son entre muy malas y apocalípticas. ¿Nos preocupamos y tratamos de corregirlo?
Con todo el cambio climático no es más que una muestra de algo más profundo. El planeta no resiste el impacto de la humanidad: somos demasiados, cada vez más ricos y con tecnologías más agresivas para el medio. El impacto es insoportable. O nos ponemos de acuerdo -a nivel planetario- para para esa dinámica o nos vamos a…
El ADN, probablemente, lo arreglará todo para que la vida sea compatible con el medio, como ha hecho hasta ahora; la vida seguirá, pero tal vez sea la hormigas la especie reina de la creación y no el estúpido hombre.
julio 24, 2008 at 10:30 am
Creo fírmemente que, por mucho que justifiquemos nuestros actos o los adornemos con profundos pensamientos, en el fondo siempre hacemos lo mismo que haría un lobo o una hormiga: nuestra población aumenta mientras los recursos lo permitan. Intentamos vivir lo más cómodamente posible (esto es algo en lo tiene muchos grados en la naturaleza «salvaje», y curiosamente es proporcional a la «inteligencia» de la especie), luchamos por los recursos, y siempre, siempre, siempre, sobrevivé el mejor adaptado.
En nuestro caso, el mejor adaptado ha pasado de ser el más rápido, más fuerte, mejor cazador… a ser el más hábil a la hora de ganar dinero. Pero en el fondo, la idea es exáctamente la misma.
De todos modos, sigo disfrutando de la ilusión de razonar mi comportamiento e imaginarme que mediante una cierta ética puedo contribuir a que la evolución vaya por otro lado.
¡El secreto de la felicidad reside en la ignorancia!
julio 24, 2008 at 10:50 am
Tal vez no eres más feliz por ser más consciente, pero si no eres consciente ¿estás realmente vivo?
Un abrazo consciente Fermín.
diciembre 5, 2009 at 11:37 pm
Mata, es increíble el tiempo que ha pasado desde que escribiste este artículo y lo poco que han avanzado las negociaciones entre potencias actuales y futuras en materia de reducciones de CO2. Hace un año estábamos a tiempo de atajar este problema, como dices en las últimas líneas. ¿Ahora estamos a tiempo todavía? Ya va siendo hora de que dejemos de cuestionarnos si el cambio climático nos va a afectar. Me parece que la pregunta correcta es cómo nos va a impactar. ¿La alteración de los ciclos climáticos perjudicará cientos de miles de cosechas alrededor del mundo, trayendo consigo una crisis alimentaria sin precedentes? ¿O antes de eso seremos testigos del hundimiento islas del Indico y Países Bajos, chivos expiatorios de nuestra incapacidad de coordinar esfuerzos en materia medioambiental?
Me asombra la excesiva cobertura que dan en prensa a la noticia de científicos que presuntamente manipularon datos dentro de un estudio que apoya la tesis del cambio climático:
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/Pirateado/correo/centro/britanico/investiga/cambio/climatico/elpeputec/20091123elpeputec_4/Tes
¿Acaso rebatir estas teorías va a cambiar el curso de los cambios que se están dando ahora mismo en el medio ambiente? No sé qué prueba convencería a ciertos escépticos de que ya lo estamos padeciendo, pero a mí me basta con ver que hoy 05 de diciembre, en vísperas del invierno, mis vecinos salen a trotar en camiseta.
Por cierto Mata, ¡05-dic!, parabeins a vocé nesta data querida 🙂 Que lo pases muy bien hoy rodeado de tu familia y amigos.
Un abrazo,
Fran.