Hoy me llaman la atención dos noticias que presentan un acusado contraste y que abundan en lo que os comentaba en mi post de ayer sobre la RSC.
Una dice RSC: Siemens creará un Comité de RSC para fomentar «nuevas acciones responsables».
La otra dice: Un ex-directivo de Siemens admite que tenía una «caja negra» para sobornos.
La RSC no es un adorno «caritativo» para las empresas que pretenden hacerse perdonar sus prácticas inadmisibles. La RSC es hacer honor al compromiso que las empresas tienen que tener con sus clientes, con sus accionistas, con sus trabajadores, con sus cuadros, con sus proveeedores, con sus financiadores, etc., y con la sociedad en la que actúan; ese compromiso se debe explicitar, y eso es la misión de las empresa.
La misión de Siemens dicen ellos que es esta:
Creamos valor para nuestros clientes brindándoles servicios de tecnología de información y comunicación. Logramos esto a través de la creatividad y el compromiso de nuestros colaboradores quienes ofrecen soluciones innovadoras para satisfacer las necesidades actuales y futuras de nuestros clientes.
En Siemens, cumplimos con nuestras promesas.
No dicen nada de que crecerían logrando contratos a base de sobornar y que para eso crearían una caja negra.
Ojalá que esto de los sobornos que le achacan a esa compañía sea mentira. Pero me temo que no será así.
Gustavo Mata
mayo 27, 2008 at 8:56 pm
Buenas noches Gustavo,
Ante todo darte la enhorabuena por tu blog, que espero contribuya a enriquecer la comunicación que mantienes con tus alumnos (ex-alumno me parece solo apropiado para aquel que deja de aprender).
En relación al caso Siemens, como resaltas, en su visión no dice nada de utilizar cajas negras pero tampoco de no hacerlo.
A menudo, en las diferentes situaciones que afrontamos en nuestro trabajo, surge la posibilidad del atajo. Se vende la trampa como una herramienta para superar las barreras de la física y lograr un desempeño sobrenatural, esto es, más allá de lo que la naturaleza del entorno, las leyes y las buenas prácticas, establecen.
Sin embargo, y sobre todo a largo plazo, no hay base empírica en la mayoría de estos casos sobre la ventaja competitiva que pueda aportar saltarse las reglas o la moral a la torera.
Una persona cualificada en un país desarrollado dificilmente pasará hambre si utiliza su talento. Por lo que considero que directivos y mandos intermedios tienen incentivos para decir no cuando su conciencia lo dicte a las presiones para emplear métodos irregulares.
Cada vez estoy más convencido de que lo que realmente imprime caracter a una organización son los medios que emplea, más aún que los objetivos que persigue.
Los resultados cambian de un año para otro, sin embargo una persona es lo que hace y lo que hizo, esto es acumulativo y no se puede borrar.
A partír de esto, son los agentes de las organizaciones los que realmente determinan el enfoque de la RSC como marca/máscara o como una actitud preexistente al invento del acrónimo.
Un saludo y espero que a partir de este primer mensaje podamos enriquecernos con el intercambio de idéas.
mayo 27, 2008 at 9:44 pm
Gracias, Pedro, por tu comentario y por tu felicitación.
Una de las cosas que, según Gregorio Marañón -un gran hombre desde cualquier punto de vista-, distiguía a los genuinos liberales era que jamás subordinaban los medios al fín. Ese es el fín de muchos: poner los medios por encima del fin. Ser golgo sólo es rentable, si es que lo es, a corto plazo. A largo plazo el valor mayor de cada persona es la honestidad.
¡Desenmascaremos a todos los golfos allá donde se encuentren! ¡Forcemos a que las empresas se atengan a las conductas éticas a las que están obligadas! Tenemos mucho poder si somos conscientes de que lo tenemos. Lo mismo que en el mercado sólo tienen poder quiénes son conscientes de que lo tienen, en el mundo de las ideas sólo tienen poder los que se atreven a opinar. Por eso es imperdonable callarse ante este tipo de conductas.
Un saludo afectuoso.
Gustavo Mata
mayo 28, 2008 at 10:50 pm
Los mercaderes
Pueden vender la verdad
Por un buen precio.
«Responsabilidad Social Corporativa» en una sociedad con ánimo de lucro, analicemos el trasunto: Responsabilidad hacia algo, indica un compromiso y un cuidado sobre un objeto o persona, al ser «Social» este objeto es un agregado humano pero al calificarse éste como «corporativa» se infiere finalmente que es un «façon de parler», una forma peculiar de tratar el trasunto, una tipografía en un cartel de feria.
Las empresas escasean de talento en sus denominaciones; éstas devienen a ser monstruosas y totalitarias. Tal vez debido a su ansia monopolística, su prolamación de autenticidad -no son más que denominaciones de colectivos- o su desmesura publicista terminan por resultar desagradables generadores de acrónimos y falacias.
Por mucho que se esfuercen, no pueden convencerme. Un compromiso colateral a su motivo social, que es calificado por el mismo agente perece por un vicio sistemático. ¿Enfurecerse? En absoluto, es digno de contemplar como «los representantes» de estos «valores» tan simpáticos se afanan por ponerse el máximo de nota que implique el mínimo de ridículo. Un pequeño descuido termina en una gran perversión, a nivel personal; qué decir cuando el sistema es «representativo» y «representante» tan solo lucha por «objetivos» puramente «mercantiles». Proceso viciado. Que se inicie una nueva visión, ésta no vale.
Su descarriado amigo
David Navarro, archi-villano
mayo 29, 2008 at 8:41 am
Acabo de colgar un post inspirado por tu comentario: MÁS SOBRE RSC.
Espero que te guste.
Los directivos
deben velar por todos
no sólo por sí
Ya sé que es un ripio, pero es un 5-7-5. ¿No?
mayo 29, 2008 at 12:22 pm
Estimado Don Gustavo:
No aprecio el Ripio, pero sí la intención. Pastores de hombres pudieran ser, pero realmente los que «velan por todos» son la excepción. Y, en cierta manera, esa misión en el ámbito mercantil debiera ser innecesaria.
Si hay un posible «vicio» de procedimiento, por ejemplo que el guardían ordene sus propias rutas de vigilancia sin conocer la disposición estratégica del enemigo, y este procedimiento implica una ganancia neta para el agente que puede acogerse al vicio, el resultado es racional: Pocos van a perder la ocasión.
¿por qué perder la ocasión? Ante cualquier dilema ético uno tiene derecho a preguntar ¿Y qué si no lo hago? (Ludwig Wittgenstein TLP). Si el sistema no realiza un mecanismo de compensación racional a los dilemas éticos, no nos extrañemos de que aparezcan irregularidades y «malos» directivos.
¿Para qué rasgarse las vestiduras? No es la respuesta adecuada, según mi opinión. Es más práctico denunciar la fabilidad del sistema y la posible articulación de mecanismos de compensación ante las tentaciones de ganancia a corto plazo, reducir las posibilidades de perdida por comportamientos viciados.
Si no es así, siempre habrá depredadores «ganadores» a costa de los colaboradores «perdedores». ¿Por qué habría de ser de otro modo?
Un fuerte abrazo
David Navarro, antítesis machine
mayo 29, 2008 at 1:13 pm
Si el hombre que estuviera tentado de robar impunemente siempre robara, yo no pertenezco al género humano, y tú tampoco amigo mío. Creo en la gente, ¿es un error?
Debería haber tal tipo de presión social contra los golfos que a éstos no les debería quedar más remedio que ser honestos.
Tal vez no me entero de lo que hay a mi alrededor, pero no puedo con la golfería y los golfos, que encima en este país pueden sobrevivir después de estar convictos y confesos, como si lo de ser un golfo se pudiera perdonar así como así.
¿Si sólo eres bueno cuando te miran, o te vigilan, qué clase de respeto te puedes tener a tí mismo? Los golfos se dan asco a sí mismos, aunque se aguanten las arcadas en público.
¿Has visto la cara que se les queda a todos los golfos? Decía un amigo mío que hasta los 30 tienes la cara que Dios te dió, pero que luego se te pone la cara que tú te has hecho. Tú estás muy guapo: tienes cara de pillo pero no de malo. Enhorabuena.
Gustavo Mata
junio 1, 2008 at 2:49 pm
Gracias otra vez Pedro. Es un honor que me referencies en tu Guía de Gerencia. llegan muchas visitas desde ahí.
A ver si contribuimos a que el número de golfos por metro cuadrado baje.
Un abrazo.
Gustavo
diciembre 28, 2008 at 5:05 am
Colea el tema.
http://www.elpais.com/articulo/economia/soborno/era/red/tolerada/oculta/anterior/direccion/elpepueco/20081228elpepieco_4/Tes
¡Qué vergüenza!